Lo pienso a diario desde hace años y estoy convencido de ello: hay cosas en la vida que no se imaginan; suceden.
La compañía solidaria Crepaso bien podría ser algo de eso. Un proyecto nacido de la ilusión y las ganas de ayudar a quienes defienden causas justas. No es la primera vez que lo hace.
Es bien simple. Un grupo de jóvenes que ponemos nuestro corazón a disposición de la causa. Es una compañía autofinanciada y eso nos hace más fuertes. Sabemos perfectamente nuestros puntos fuertes y débiles y los interpretamos de la mejor forma para ganar.
Porque ese es el objetivo: ganar. Porque en cualquier ámbito de la vida siempre quise ganar. En este caso, donde todo lo recaudado va a fines sociales, ganar está claro qué significa.
El viernes lo volvimos a hacer. Fue en el C.C Julián Besteiro de Leganés. Representamos nuestra versión de «Aspirina para Dos». Hora y media de risoterapia. Una comedia donde un triángulo amoroso provoca carcajada tras carcajada.
No trabajamos por un aplauso sino por una meta: generar felicidad. Y qué hay mejor en la vida que sacar una sonrisa a quien tienes al lado. Eso es lo que son capaces de hacer un grupo de muchachos de los que estoy orgulloso. Álvaro, Claudia, Sara, Raquel, Iván, Alejandro…
Esta vez lo repartido fue para la Asociación de Asperger Madrid y la Asociación de Fibrosis Quística Madrid.
Trabajar para que todo saliese cómo se planeó, codo con codo, con Fibrosis Quística me ha permitido conocer mejor a una persona que ya conocía. A una madre coraje que se emplea a fondo por su causa. Que trata a los problemas de tú a tú pero con la sonrisa propia de los valientes.
Y es que en las asociaciones, como con cualquiera que tenga un problema en la vida, se puede sentir oscuridad. Pero, no hay que olvidar que la oscuridad es imprescindible para poder brillar.
Eso intentamos desde Crepaso. Brillar, a nuestra forma, para alumbrar con nuestro granito a quien merece apoyo en su lucha. Porque siempre hay que seguir caminando. Porque ganar es avanzar mientras soportas los golpes.
Hay que agradecer a trabajadores de CocaCola en Lucha que compraron entradas para apoyar el acto.
También estuvo en las butacas gente de ULEG, único partido local que apoyó. Los demás ninguno. Claro, no somos el «Lega’ o una Casa Regional. Nada más que una compañía 100% solidaria y autogestionada. Pintamos poco en todo esto.
Fue una tarde que permanecerá de manera sempiterna en nuestra memoria. De esas tardes que cualquier actor y actriz quiere pisar las tablas y actuar. Porque, en esa tarde, no importaba tanto lo ensayado ni la técnica. No. Esa tarde importaba lo que se hizo. Actuar con el corazón de todos y cada uno de los que vinieron a vernos. Así fue. Salud.
