CAPITAL DEL SUR

El IBI en Getafe y las ordenanzas fiscales fallidas

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Anda el gobierno municipal de Getafe enfrascado en una tenaz y desmedida campaña publicitaria por ‘echar la culpa’ a Ahora Getafe y al PP de su intento fallido por aprobar unas ordenanzas fiscales pensadas para engañar al ciudadano en general y para poner entre la espada y la pared a la oposición política que más o menos se entera. De Ciudadanos nadie espera que vayan más allá. Los dos ediles de la formación naranja están tan contentos difundiendo, antes de cazar al oso, que gracias a ellos bajará el IBI al proponer que se reduzca el tipo del gravamen del 0,414 al 0,410. Al menos podían haber ‘negociado’ su voto favorable llegando hasta el mínimo tipo por ley: el 0,400. Sin embargo, a pesar de la tormente, los de Albert Rivera se abstuvieron. Es que no tienen nada que decir. La rebaja de la que ha presumido durante todo el mes de diciembre los ‘ciudadanos getafenses’ es ridícula. Solo un cuatro por mil del coeficiente que se le aplilca a una base liquidable; y si no subiera la base liquidable, que subirá, supondría un escaso uno por ciento del recibo del año anterior, aproximadamente cinco euros.

El revisar el recibo del IBI, un impuesto que grava la propiedad, comprobamos que se calcula a partir de cuatro variables. El valor catastral, que no debería superar al valor de mercado, la base liquidable, el tipo o porcentaje de la anterior que se aplica para obtener el importe del recibo que se emitirá y las bonificaciones que puedan existir por ley o por que así esté regulado en la ordenanza.

Los valores catastrales actuales están vigentes desde el año 2008 en el que se hizo la publicó la última ponencia con la consiguiente revisión al alza con respecto al catastro de 1998. El PP nada más poner el pie en los despachos con vistas en septiembre de 2011 anunció la necesidad de revisar los valores catastrales publicados al principio de la crisis. Los valores catastrales recogían al inicio de la crisis un incremento muy elevado en correspondencia con los precios máximos de la burbuja urbanística como resultado de la sobrevaloración de los inmuebles por parte de propietarios, tasadoras, bancos y los distintos órganos de gestión tributaria que pensaron absurdamente en un modelo de crecimiento infinito. En plena crisis económica, con los precios de mercado en caída libre, los vecinos de Getafe tendrían sus casas valoradas a precios de ‘boom’ inmobiliario; y además se le aplicaba un tipo del 0,524.

El cálculo de la base liquidable (que no es igual al valor catastral), en el caso de Getafe, se prorrateó desde el primer ejercicio en el que se aplicaron esos valores, el 2009, hasta el 2018 en el que se igualará el valor catastral y la base liquidable. El tipo de gravamen está regulado por ley dejando a las administraciones locales con la potestad de moverlo en las ordenanzas fiscales entre el 0,400 y el 1,100 por ciento.

Sin embargo, la petición del PP de revisar el catastro era pura retórica; había que esperar al menos hasta el año 2014 para solicitar la revisión catastral. Los abultados recibos basados en los precios de los inmuebles del 2008 superaban con creces el valor de mercado aunque ello no venía mal a las siempre necesitadas arcas municipales, en entredicho permantentemente por los manirrotos políticos del signo que sean. Podían haber bajado la cuota de ese primer ejercicio popular del 2012 y, de hecho, se rebajó hasta 0,478 a iniciativa de UPyD. En los casos en que el valor estaba por debajo de la media se ‘congeló el recibo’ con ese tipo aunque en el resto se aplicó un tipo del 0,499.

En el año 2013, UPyD volvió a proponer la bajada del tipo impositivo hasta el 0,430. La iniciativa fue rechazada con los votos en contra del PP y la abstención de IU. Resulta extraño este viaje común en la política fiscal de comunistas y liberales. En 2014 el porcentaje que se aplicó a la base liquidable fue del 0,436.

Y en 2015, los últimos presupuestos de la era PP, ante la petición de UPyD de actualizarlo al 0,415, el PP lo rebajó hasta el 0,414 con una inédita alegación a sus propias ordenanzas. Sin embargo, el gobierno de la Nación incluyó en los presupuestos un índice de corrección para disminuir o aumentar los valores catastrales en distintos municipios entre los que se encontraba Getafe donde se proponía como valor catastral un porcentaje del 0,78 de los que recogía el Catastro de 2008. A pesar de esa corrección a la baja del 22 por ciento, escasa pero más cercana a la realidad de mercado, el gobierno local del PP, hizo caso omiso de lo que pensaba y decía ‘ajustando’ la base liquidable ligeramente por encima de la del año 2014. Esa corrección del gobierno central, aplicada al valor catastral, ha sido suficiente para contener el último tirón de la base liquidable hasta el valor máximo de la ponencia pero insuficiente para que se refleje con claridad el valor real de los inmuebles en el impuesto que nos toca pagar; el recibo final de 2015, aunque el tipo impositivo también bajó 22 milésimas de punto, quedó escasamente un cuatro por ciento por debajo del de 2014. Y aquí estamos.

Llegados a este año, el nuevo gobierno local encabezado por Sara Hernández ‘condescendió’ inicialmente con los pobres ‘Ciudadanos’ para disminuir el tipo impositivo 4 milésimas, lo que aplicado a una base liquidable tipo de 100.000 euros supondría pagar 410 euros en lugar de 414 con el consiguiente ahorro de 4 euros ¡Porca miseria! El problema es que la base liquidable seguirá subiendo hasta el 2018 cuando se igualarán las dos cifras (salvo que se haga la revisión catastral antes).

En marzo del 2014, el anterior gobierno local solicitó (solo de boquilla) la revisión catastral aunque —suponemos— que solo sería una pose de cara a la galería sin hacer demasiada fuerza. Y aunque fueran liberales, presuntamente, quién se atrevía a una revisión del valor catastral que indicara claramente que los inmuebles de Getafe valen menos de la mitad que en 2008. La solución, la conocen ustedes. Nada de nada. Nada más entrar el nuevo gobierno socialista, anunció lo mismo. Y, tras pasar seis meses, nada se sabe de esa revisión catastral. El nuevo gobierno local, como pretendía el anterior, esperará ya a 2018 para ver si se recuperan los valores de mercado y, a la par, los catastrales. En los departamentos fiscales de los ayuntamiento se piensa con la lógica de constructores y promotores. Si esto subiera… Algo distinto a lo ocurrido en otros municipios como Leganés donde se paga muchísimo menos (un 25 o 30 por ciento) por un piso que en Getafe, aunque estén a trescientos metros uno de otro. En Pinto también resultaron valores catastrales aproximadamente del cincuenta por ciento de los anteriores; sin embargo, el Ayuntamiento de Pinto, gobernado por Ganemos Pinto ha resuelto el enigma presupuestario incrementado el tipo impositivo del mínimo marcada por la ley, el 0,400, a casi el doble: 0,750. Y a otra cosa. Los vecinos pagarán lo mismo o más…

Y nos queda por tratar las bonificaciones. Por ley, las viviendas de protección oficial, tienen una bonificación en el IBI del cincuenta por ciento durante los tres primeros años desde la calificación definitiva. No es automático; han de solicitarlo. Sin embargo, en Madrid, las únicas viviendas que se asimilan a estos efectos a las VPO son las VPPB. Las Viviendas Protegidas de Precio Limitado no gozan de esta bonificación aunque desde Ahora Getafe digan que sí de manera errónea. Las primeras ordenanzas de la era Hernández estaban destinadas a quedarse con el mérito de rebajar el IBI a la totalidad de las viviendas protegidas con menos de cinco años sin tener en cuenta criterios de renta ni de metros cuadrados. Era, como se ha demostrado, una propuesta trampa. Un ejercicio de funambulismo fiscal para ‘engatusar a los vecinos de los Molinos Buenavista, defraudar sin criterio social a al resto de la ciudadanía y forzar a la oposición, al menos a Ahora Getafe, a votar como si estuvieran jugando a la comba. Botar al ritmo de Sara.

La novedad de las ordenanzas ‘hernandianas’, con respecto a la ley, es que ampliaba la bonificación a las VPPB otros dos años, el primero con un 30 por ciento y el segundo con un 15 por ciento. Buenos son los sesenta u ochenta eurillos que iban a llegar. Y, sobre todo, anunciaba la igualdad de trato para las viviendas de VPPL —sobre todo de Los Molinos y Buenavista— con los mismos descuentos y el mimsmo tiempo que las protegidas ‘baratas’,

Dos objecciones claras. Primero. No parece justo ni siquiera ajustado a la preocupación social del gobierno de Sara Hernández igualar las bonificaciones de un tipo de viviendas y otro. Si para acceder a una vivienda VPPB había que tener una renta familiar menor de 5,5 veces el IPREM (en total unos 50.000 euros al año para una unidad familiar de una o dos personas), para las VPPL son 7,5 veces el índice citado (unos 70.000 euros/año). Las ordenanzas fiscales de Sara Hernández no discriminaban en función de la renta ni de la superficie de la vivienda; además resulta absolutamente injusta en cuanto al resto de vecinos, jóvenes y menos, que han adquirido viviendas libres en los últimos cinco años ( en los distintos barrios de Getafe como Alhóndiga, Margaritas o Juan de la Cierva con una renta menor y una mayor necesidad de estar bonificados. Menudo socialismo de barra de taberna.

La otra gran cuenta que nos queda por echar es la del número de viviendas afectadas. La mayoría de las viviendas con calificación definitiva en los últimos cinco años están en Los Molinos y Buenavista, aunque también es posible que las haya en el Bercial y en el Rosón. Hemos contabilizado todas las promociones con calificación definitiva desde 2011, último año en que se hubieran beneficiado de la fallida ordenanza fiscal.

En 2011 suman, entre VPPB y VPPL, 1.231 viviendas que solo estarían bonificadas con un 15 por ciento si la ordenanza se hubiera aprobado. El año que más edificios de Los Molinos Buenavista obtuvieron las pertinentes calificaciones definitivas fue 2012, auténtica eclosión de los dos barrios, con un total de 4.592 viviendas que podrían acceder dos años a las bonificaciones (de un 30 y un 15 por ciento sucesivamente). En 2013, 727 viviendas, en 2014, 397, y por último, las 466 viviendas calificadas en 2015, las únicas que podrían estar bonificadas durante cinco años.

Fallidas, por falta de tacto, criterio social y negociación, las ordenanzas de Sara Hernández  dejan solo a las asimiladas a la VPO, 330 VPBB,  con derecho a tener bonificaciones por ley y no al  al capricho y la arbitrariedad económica, social y territorial. 85 corresponden a las calificadas en 2013 que tendrán en este 2016 —con ordenanza y sin ordenanza— su último descuento del 50 por ciento. Y las 245 calificadas en 2014 que podrán tenerlo este año próximo y el siguiente. Las que han obtenido calificación este 2015 y que iban a ser consecuentemente las más beneficiadas por la ordenanza fallida son tres promociones de VPPL (466 viviendas de las más caras y de mayor valor catastral) y que de haberse aprobado la injusta ordenanza podrían haberse ahorrado una media de 725 euros en los próximos cinco años. ¡Cuánta demagogia para torcer la voluntad del resto de grupos políticos y de paso arañar algunos votos de incautos en las pasadas elecciones generales! Y ni así.

En cuanto al revuelo montado por los círculos y redes sociales del PSOE en el que intentan demostrar sus razones, ofrecer una inexistente preponderancia social a la mamarrachada fiscal y achuchar a los vecinos contra la oposición, sobre todo, contra Ahora Getafe resulta a la luz de los datos, una práctica inadmisible. Se ha utilizado esta pequeña triquiñuela, engañando a los vecinos de los Molinos y de Buenavista con unos pocos euros que el PSOE sabía que estaban en el aire, como una quimera, un sueño de falsa solidaridad. ¿Por qué, además de los privilegios que concede la ley a las viviendas protegidas, se ha de beneficiar a algunos vecinos de manera arbitraria, sin atender a criterios de renta, de superficie ni de necesidad? ¿Porqué no pueden beneficiarse de algún tipo de bonificación el resto de viviendas protegidas de Getafe como las de El Bercial, Getafe Norte, El Casar, Arroyo Culebro…? ¿Por que se lucha a brazo partido por los votos en Los Molinos y Buenavista? ¿Quiere el PSOE desalojar así, de esta manera tan chapuecera, a Ahora Getafe de sus más importante graneros electorales?

La Alcaldesa no da abasto con sus idas y venidas, sus preocupaciones regionales, federales y reivindicativas para atender a lo local y al asunto más importante de la vida municipal cada año: las ordenanzas fiscales y los presupuestos. Parece incapaz de sujetar la avalancha política que se le viene encima tras el fracaso electoral y de negociar los asuntos que le conciernen como primera edila.


 

NOTA.- Datos del IBI de una casa en Getafe:

► 2010 (PSOE-IU): Valor Catastral:183.953. Liquidable: 98.948. Tipo: 0,524%. RECIBO: 513
► 2011 (PSOE-IU): Valor Catastral:183.953. Liquidable:108.698. Tipo 0,524%. RECIBO: 569
► 2012 (PP). Catastral:183.953. Liquidable:119.000. Tipo: 0,436%. RECIBO: 518
► 2013 (PP). Valor Catastral:183.953. Liquidable:130.200. Tipo: 0,499%. RECIBO: 649
► 2014 (PP): Valor Catastral:183.953. Liquidable:140.950. Tipo: 0,436%. RECIBO: 614
► 2015 (PP): V. Catastral:143.483 (40.000 menos). Liquidable: 141.584. Tipo: 0,414%. R.: 586 €

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  1. Pingback: El PP de Getafe inicia la batalla propagandística de las ordenanzas fiscales del próximo año | elbuzon.es

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