Un repaso a La Cubierta desde Pérez Ráez hasta Llorente
Posible favoritismo al concesionario: El PSOE reconoce que “no hay que ponerle trabas”
La empresa gestora de la plaza tiene una deuda de más de 300.000 euros con el Ayuntamiento
Se pagaban encierros con dinero público sin informar a los vecinos
Sin duda alguna, La Cubierta de Leganés es un lugar emblemático y conocido por todos los leganenses, que lleva en el municipio desde el siglo pasado.
Tuvo sus años de apogeo aunque hoy ya no luce como entonces. Algunos, incluso, la califican como una suerte de quiste que tiene la ciudad. Cierto es el que el provecho que se le está sacando y su explotación es un debate político y ciudadano de actualidad. Sin embargo, como muchas otras historias, tiene su trastienda. ¿Quién está detrás de La Cubierta de Leganés? ¿Quién la impulsó? ¿Por qué suele tener bastante relevancia todo lo que ahí ocurre? ¿Son ciertas las intenciones de recuperación municipal? ¿En cuánto se tasaba su venta? ¿Cómo se ha gestionado la realización de los encierros de verano de cara a la opinión pública por parte de distintos gobiernos? Muchas preguntas que sobrevuelan el cielo de esta plaza. Algunos interrogantes y respuestas sobre este tema, precisamente, han permanecido cubiertas. En este reportaje desvelamos gran parte de su historia oculta. Destapamos el techo de La Cubierta para conocer sus entresijos y secretos mejor guardados.
Actualmente, como ya hemos publicado en este periódico en otras ocasiones, hay varias situaciones políticas en Leganés que invitan a pensar en un matrimonio (en la sombra) entre PSOE y PP. Sin ir más lejos, el apoyo que brindó el PP, en esta legislatura, para aprobar los sueldos de la Corporación al equipo de Gobierno o el Caso Legatec en la anterior. No en vano, parece que estos maridajes también se podrían intuir hace años. Ponemos la máquina del tiempo a funcionar y nos retrotraemos 21 años. La distribución política era de 10 concejales para el PSOE, que gobernaba, 10 para el PP y siete ediles para IU. El germen de La Cubierta comienza, en ese contexto que indicamos, a razón de una iniciativa del PP. El PSOE, con José Luis Pérez Ráez a la cabeza, se abstiene mientras que IU vota en contra. El proyecto sale adelante. Se edificó a cuenta del que ganó la concesión y como contraprestación al Ayuntamiento estaba recogido en pliego el uso de 10 días al año gratuitos (luego se amplió a 14) y organizar también gratuitamente los encierros. Es decir, se le deja al concesionario que lo explote a cambio de esas condiciones. En sus albores, hubo una época dorada con la plaza, vienen toreros conocidos y los pubs que hay van muy bien. Pero, más tarde, comenzaría un declive que se ha ido acentuando hasta el día de hoy. Como dato, actualmente, lo que cobra el Ayuntamiento por la utilización de ese espacio por parte de la concesionaria ronda los 1000 euros mensuales, un importe casi simbólico.
Julio Torres, actual dueño
Un nombre muy importante, en esta historia, será el de Julio Torres, dueño de La Cubierta y hermano del famoso arquitecto Joaquín Torres. Él no está en el origen de la concesión y lo que hace, más tarde, es comprar la empresa que la tiene. En los inicios, personalidades que están detrás de Asuntos Taurinos y Espectáculos son gente como Javier Gómez Navarro o Rafael Cortés Elvira, ministros o secretarios de Estado del PSOE. Es un negocio en el que altas figuras de los poderes económicos el PSOE y también del PP están detrás. Por eso siempre tiene especial repercusión lo que acontece en La Cubierta al tener gente detrás muy importante.
Época de Pérez Ráez
Con Pérez Ráez comienzan los enfrentamientos con el PSOE a raíz de los encierros. Torres dice que los tiene que hacer, pero no gratis y pretende que se paguen. Hay una tensión notable durante unos años con esa cuestión. Así las cosas, una de las decisiones que toma Ráez es tragar y cobrar por los encierros. Esto ocasionó un lío monumental porque no se cobraba por correr sino por entrar al coso lo que dio lugar a avalanchas y heridos. Sin embargo, posteriormente, Ráez adopta la determinación de secuestrar la gestión de La Cubierta durante los periodos de fiestas. Al haber secuestro de la concesión, en esos días era el Ayuntamiento el que se encargaba porque no quería broncas. A Torres no le incomodó mucho esta postura del Ayuntamiento (al que los tribunales dieron la razón) porque así los gastos no corrían de su cuenta.
Gómez Montoya, Alarico Rubio y 240.000 euros
Entramos en el periodo 2007-2011 en el que sigue gobernando el PSOE en coalición con IU, con Rafael Gómez Montoya a la cabeza. Aquí comienza a ser un tema recurrente la compra de la plaza y recuperar la concesión por parte del Ayuntamiento. Al PP, en la Oposición, tampoco le parece mal. En esos momentos el empresario dice que quiere por ella la estratosférica cifra de 30 millones de euros. Jesús Gómez, líder del PP, solicita un estudio. Montoya lo encarga a tres empresas, una de ellas vinculada a donde trabaja un familiar cercano, según fuentes consultadas. Unas la tasan en 28 millones de euros y otras en 32 aproximadamente. Son varios los testimonios que ponen en duda la profesionalidad de esos estudios para con esta causa. Sin embargo, existe un informe de técnicos municipales que dice que, en el mejor de los casos, su valor sería de tres millones. Si se abunda en dicho informe, se podría inferir que casi sería La Cubierta quien debería pagar al Ayuntamiento por recuperarla puesto que la inversión que hay que hacerle para ponerla en condiciones sería notable. Y, en todo este tramo de dilucidar costes, tenemos tensiones internas en el PSOE por este tema y el PP tampoco se termina de atrever. Así, llegaría el 2011 y el cambio de color político en la ciudad.
240.000 euros municipales por los encierros
Pero, antes conviene también explicar el tema encierros en esta legislatura 2007-2011. La solución que llevan a cabo Montoya y Alarico Rubio, que era el concejal de Festejos, es comprar las entradas. El Ayuntamiento adquiere todas las localidades de los días de encierros y se paga alrededor de los 240.000 euros al concesionario. A vista de los vecinos era “gratis”, pero lo estaban costeando con dinero municipal. Cuando se pagan estos 240.000 euros, hay un informe de la interventora que podría haber acarreado consecuencias con la justicia muy graves para Alarico. Pero, nadie lo llevó a los juzgados y sólo quedó en crítica política. El propio Alarico reconoce su error y, según varias fuentes, se sintió presionado por el alcalde Montoya para actuar así. Por tanto, los encierros se pagaban, pero los vecinos no lo sabían y pensaban que eran gratuitos.
Legislatura de Jesús Gómez (PP)
Jesús Gómez pasa a ser el nuevo alcalde en mayo de 2011. No le convence, de momento, la compra, hay confrontación con Montoya y se queda parada la situación. Jesús Gómez echa un pulso a Torres y pide encierros gratis y que se cumpla el pliego. Esta posición de fuerza del nuevo alcalde hace enfadar a Torres.
Estamos ya en un contexto en el que Julio Torres no explota para nada La Cubierta. Es un proyecto totalmente estancado dentro de la ciudad. Lo que podría ser una explotación importante a nivel cultural o de otra índole está realmente vacía y así continúa en 2016. Pero, hay que saber que para el empresario su negocio verdaderamente no es explotar La Cubierta sino venderla y la quiere colocar a toda costa.
Con el PP en el Gobierno se acaban varias cosas que sí existían con el PSOE como conciertos de los 40 Principales o festivales eróticos. Esto último dio mala fama y muchos vecinos demandaban qué hacía el Ayuntamiento amparando estas actividades. El PSOE ayudaba (en lugar de dejar que se lo trabajase el empresario) y le hacía (equiparando con el presente) sus Cármenes o Carnavales de entonces, pero a lo grande al ser otra época política y económica. Esto da cierto reflejo de la mentalidad socialista con La Cubierta.
Jesús Gómez rechaza estas prácticas. En la nochevieja de 2012 iba a tener lugar un macro evento en la plaza y Gómez la clausura y la multa. Estalla una guerra con Torres y no se lleva a cabo el evento. Además, Julio Torres no quiere encierros gratis y lo lleva a los juzgados que dan la razón al Ayuntamiento. Esto irrita aún más a Torres y comienza un pulso entre ambos. El culmen de la tensión entre las dos partes explota en el verano de 2013 llamando Jesús Gómez con su puño a la puerta de la plaza (la legislación aplicable pide demostrar que realmente no te abren). Torres estira la cuerda hasta el punto de cerrar la puerta y dejar sin encierros por vez primera a Leganés. El PP entendía que el concesionario estaba obligado a hacer esos encierros gratuitamente, según expresan fuentes populares.
Llegados a este punto hay un gran enconamiento y Gómez Ruiz promete recuperar la plaza para los vecinos sin que cueste un solo euro. Pero, sorprendentemente en 2014 se desactiva esa tensión y planea la opción de que el Ayuntamiento la recupere ahora por 10 millones de euros en metálico o en suelo. Torres se baja de la idea de los 30 y dice que 10 también le valen. Sin embargo, el último informe oficial le otorga un valor de tres millones. Se mueve el tema, pero no se materializa. 10 millones son muy difíciles de justificar y los terrenos habría que estudiar cuáles. Por su parte, los técnicos del Ayuntamiento no son favorables a dar trámite a este asunto.
Se acaba la legislatura 2011-2015 y Jesús Gómez y Montoya vuelven a retomar relaciones. Se perdonan el Caso Facturas, el Caso Legatec que se vota como se vota, se aprueban ordenanzas de todo tipo… Una suerte de ponerse al día entre estos dos partidos; de ahí eso maridajes que indicábamos al inicio. Gómez Ruiz no será candidato en mayo de 2015 y se vuelve a parar todo.
Mandato de Santiago Llorente
Llorente manifiesta a Torres que se olvide de la compra. No en vano, empiezan a tener lugar eventos como Carmen, Carnavales, la corrida de 26.000 euros de abril. Lo cierto es que hay 14 días de uso gratuito al año, pero esos eventos han costado dinero a las arcas municipales. Las partes dicen que el uso lo es, pero los servicios hay que pagarlos, lo cual podría suponer un fraude. De ahí, que intenten justificar que se paga electricidad, limpieza…
Así, como en épocas pretéritas que ya hemos repasado, a la apariencia de los vecinos no cuestan, no se recuperan antiguas broncas y de puertas para afuera queda el Gobierno actual como adalid de esa “gratuidad” de los encierros.
En la actualidad, La Cubierta debería en torno a los 300.000 euros al Ayuntamiento en conceptos de multas, impuestos, tasas… La pregunta es, ¿si deben a las arcas municipales por qué el Ayuntamiento le da dinero? El delegado de Hacienda, Pedro Atienza, aseguraba que para que paguen la deuda hay que ayudarles y “no poner trabas”. Una afirmación que heló a la Oposición. Por ahí, resulta complicado imaginar que a cualquier vecino se le consienta estar años sin pagar el IBI, por ejemplo. Pero, lo que realmente están haciendo es compensar.
Es decir, lo que haga La Cubierta lo van a cargar a compensar las deudas que tiene con el Ayuntamiento, de hecho existen los papeles de los decretos de las compensaciones de las deudas. Eso sí, la ley de contratos impide contratación con empresas que deban. Pero, no dice nada de los contratos menores, 18.000+IVA. ¿Cuánto costó Carmen? 18.000 euros. ¿Los Carnavales? 11.000 euros. Por cierto, si se multiplica 18.000 más 14 días, da una cifra muy cercana a la que hizo pagar Alarico. ¿Se le está dando al concesionario por otro lado? Haciendo un símil con las compensaciones es como si debe dinero, por ejemplo, un restaurante por la tasa de basuras y lo arregla dándoles una comida y que pasase por almuerzo institucional. Se puede pensar que es un canto a la morosidad y trato preferente a este empresario y no a otros del municipio. Claro, Julio Torres tienen vínculos políticos e institucionales fuertes y el autónomo que lleva una frutería local, seguramente no tenga influencias de esos niveles ni organiza encierros.
Foco de delincuencia y peligro
Una de las excusas que se han dado siempre para recuperar la concesión era que así se podía evitar que los locales sean un foco de peligro. Pero, éstos tienen sus dueños y habría que expropiarlos. Varias fuentes apuntan que la falta de seguridad es una coartada para rescatarla y que hay una tolerancia mayor de la que correspondería.
Con Llorente se recupera la fiesta de nochevieja 2015-2016. Por parte del Ayuntamiento hubo gran cantidad de policía destinada a la seguridad del evento por la que no pagó nada La Cubierta. Ahí, no dijo el actual alcalde que la seguridad se pagase como hace Torres, por ejemplo, cobrando servicios de electricidad en eventos celebrados. Además de las palabras de Atienza, éste podría ser otro ejemplo de favoritismo.