Durante el debate sobre el urbanismo de Leganés propiciado por ULEG
► El partido vecinal ULEG comenzó este lunes sus jornadas de “Proyecto Leganés. Hagamos Juntos Ciudad” abriendo el debate en una mesa para hablar del urbanismo de Leganés
El antiguo salón de plenos del edificio de Plaza España fue el escenario elegido por el partido vecinal para abrir su primera jornada hablando del urbanismo en el municipio «con total transparencia e implicar a colectivos sociales, vecinos y empresarios en la planificación y diseño del futuro Leganés».
«Se trata de un hito sin precedentes en nuestra ciudad y en toda España, —ha asegurado el portavoz de ULEG, Carlos Delgado—, poder hablar de desarrollos urbanísticos, de la necesidad o no de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana, etc., de forma abierta con colectivo sociales, vecinos y empresarios de Leganés, alejando esta estratégica materia de su habitual hábitat: reservados de restaurantes, despachos, sótanos o reuniones secretas o clandestinas».
Desde ULEG han mostrado su satisfacción por cómo se desarrolló, el contenido y la participación de esta jornada, que continuará en próximos encuentros: «Un paso más allá en la participación ciudadana».
Para Carlos Delgado «el éxito de la iniciativa ‘Proyecto Leganés’, de sus distintas jornadas y mesas redondas temáticas dependerá de las ganas y participación de los vecinos y colectivos sociales interesados que con sus ideas y aportaciones enriquecerán las conclusiones finales que nos acercarán al modelo de ciudad que todos queremos para Leganés. Queremos dar un paso más allá dentro del modelo de participación ciudadana».
¿Necesita Leganés un nuevo PGOU?
Desde ULEG apuntan que el Plan General de Ordenación Urbana de Leganés está agotado, un plan que se aprobó en el siglo pasado [en 1999] «e inevitablemente esto se nota. Además, los municipios de nuestro alrededor ya han modificado su plan general o están trabajando en ello».
En palabras de Carlos Delgado «estamos seguramente ante el último Plan General de Leganés y no queremos que estos debates se lleven a cabo en reservados de restaurantes o sótanos, como quien juega al Monopoly, al margen de los intereses generales, sin transparencia ni participación. Para ello, es fundamental hacer una fiel radiografía de la situación».
