CILUSIONADOS

Ahora o nunca

Actualmente se dan todos los elementos de choque capaces de despertar a un muerto, para que los políticos se den cuenta de que con este reino de taifas en que se ha convertido Europa no vamos a ninguna parte. América y China, con sus ataques comerciales y su dúmping ecológico y social, y Rusia, con sus “fake news” cibernéticas, están amenazando gravemente a nuestras débiles democracias, a nuestros sistemas sociales y a nuestras aún más débiles economías. Impotencia absoluta frente al coronavirus y gravísimo peligro de nuestros sistemas sanitarios. Si ahora no reaccionamos a tiempo, posiblemente se nos venga abajo o se nos retrase durante décadas o siglos el proyecto político más importante y más ilusionante de toda la historia de Europa, porque se trata de un proyecto basado en la paz y en la solidaridad, no en las armas, y democráticamente gestionado

Si los peligros externos son graves, los peligros internos aún mayores: egoísmos nacionales, desunión, paro, pobreza, migración forzada. Sí, efectivamente el mayor peligro que nos acecha a los europeos se llama destrucción interna, se llama implosión. Los ciudadanos europeístas somos consciente de este peligro, pero no hacemos nada. El Parlamento Europeo, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo son también conscientes de la gravedad de la situación y están dispuestos a hacer lo que está en sus manos, pero sus decisiones no siempre son tenidas en cuenta por los jefes de gobierno de los Estados miembros. Ahí está el verdadero peligro de Europa. Se llama Consejo y Consejo Europeo o, lo que es lo mismo, jefes de gobierno, que, con este galimatías de términos, no hay quien se entienda. También estos políticos son conscientes del riesgo que corremos los europeos, pero tomar las medidas adecuadas les supone perder parte de su poder y de su arrogancia. Les importa más un voto que un millón de muertos o un millón de parados. Y no me refiero sólo a los actuales jefes de gobierno. El mal viene de lejos. Los jefes de Gobierno son el freno de Europa (y también de nuestras democracias).

Qué tiempos aquellos en los que el partido comunista era uno de los principales impulsores de la integración europea. Un político italiano, incluido en la lista del partido comunista a las elecciones europeas, había escrito “Por una Europa libre y unida” (Manifiesto de Ventotene). Después contribuiría, como quizás ningún otro europarlamentario hasta ahora lo ha hecho, al avance hacia la integración europea. ¡Si Altiero Spinelli levantara la cabeza! ¿Qué hacemos los Estados desunidos de Europa frente a los Estados Unidos de América? El ridículo». (frase atribuida a Salvador de Madariaga)

Cuánto tiempo perdido. Ni siquiera la pandemia del coronavirus nos ha abierto los ojos. Tiempos mediocres los que nos ha tocado vivir, con unos políticos de pacotilla. Hoy Europa se dedica a ahondar el foso entre los países del Norte y los países del Sur y a crear su propia tumba.

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