Un fondo de inversión americano especializado en deporte podría quedarse con el Club a cambio de los avales personales que amenazan el patrimonio del presidente
Ángel Torres, tras numerosos intentos y acuciado por la amenaza de la ‘bancarrota’ y el descenso administrativo a segunda división, podría vender finalmente el Getafe CF a un fondo de inversión americano antes del 30 de junio. Las deudas del club, cifradas como mínimo en los 50 millones han obligado al presidente del Club a acelerar las negociaciones para ‘intentar salvar los muebles’ de su salón.
No es la primera vez que Ángel Torres intenta desprenderse de su juguete desde que junto a otros personajes del mundillo inmobiliario de Getafe empujados por Pedro Castro se hiciera con el control de Getafe. Antes lo habían intentado el constructor Felipe González y otro par de advenedizos argentinos que aterrizaron en la ‘cuna de la aviación’ a ver si ‘sacaban tajada’.
Mantener a un equipo ‘modesto’ como el Getafe, sin ‘masa social’ y sin arraigo popular en el pueblo, en la élite del fútbol durante once años ha sido una gesta que en cualquier momento podría haberse tornado en desastre. Hace tres años, la ‘ansiedad’ de Ángel Torres por vender ‘la patata caliente’ en que se ha convertido el Getafe, le convirtió en víctima del engaño de un camarero brasileño disfrazado de jeque árabe. El crédulo presidente ‘azulón’ cayó en la trampa todas las estafas: la codicia; un jeque árabe forrado de ‘petrodólares’, la promesa de inversiones inmobiliaria millonarias… Así se las ponían a Felipe II, pensaría el presidente del Getafe. Sin embargo, los Mossos d’Escuadra desvelaron el engaño y ‘pirri’ solo acertó a decir con la cara que se les queda a todos los que son burlados «que ni él ni el Getafe estaban implicados en la estafa».
Los falsos jeques de Egipto y Dubai estafaron a varios clubes de primera y segunda división de fútbol, lo que da una cierta idea de las necesidades y de la burbuja ‘económica’ en la que se mueve el balompié patrio. El caso es que Ángel Torres firmó el contrato con la banda, se guardó los cheques y se fotografió con los rufianes. El presidente del Getafe empezó a sospechar magnitud del ridículo que había hecho al comprobar que los cheques no tenían el respaldo de ningún potentado árabe. Valían lo mismo que la pose como el camarero brasileño disfrazado de joven representante de la dinastía de ‘Al Maktoum’.
Al margen de esta patética aventura que le llevó a posar con el falso jeque como en un baile de disfraces, parece que ahora sí va en serio. Las deudas del Club, cifradas —desde fuera— entre 45 y 55 millones de euros, podrían conducir al Getafe a perder en los despachos lo que ha mantendio en los campos de juego: el descenso administrativo. Antes del 30 de junio debería afrontar el pago ‘urgente’ de unos 13 millones a la Agencia Tributaria y a algunos jugadores a los que se les adeudan cantidades importantes. En el caso de firmase el acuerdo, Ángel Torres permanecería durante un tiempo en el organigrama del [presumiblemente] nuevo ‘club yankee’ ejerciendo de ‘cicerón’
No solo está en juego el descenso al que le conduce, de manera inexorable si no paga, el expediente abierto en la Liga por incumplir los pagos a la Agencia Tributaria. El pozo de la segunda división no es solo ‘el infierno deportivo’ sino la muerte económica. El club perdería la mayor parte de los derechos de imagen y televisión cifrados en unos cuarenta millones de euros. Y no solo eso. Lo peor estaría por llegar. Ángel Torres ya tiene avaladas las deudas con su patrimonio personal. No hay plan alternativo. O vende o la ruina.
Las dificultades que existen para la firma de la compraventa, se daba por seguro hace unos días, provienen de los problemas que los auditores de los americanos encuentra a cada paso que dan. Aún no se conoce el importe total de los pufos económicos del ‘embolado azulón’. Ahora, casi lo más importante, es salvar los avales para lo que probablemente tendrá casi que regalar su trayectoria en uno de los pequeños clubes ‘supervivientes’ en la primera división de la liga de las estrellas.