Así nos lo avisaban durante esta semana las fuentes ornamentales de Leganés. Se vistieron de azul desde lunes para recordarnos que el día 2 de abril tiene lugar el Día Mundial de concienciación sobre el autismo. Expulsaron su agua de vida teñida por el color que da esperanza a este trastorno. Sin duda, cualquier iniciativa que procure un mayor conocimiento y visibilidad a esta causa es loable. Además de las fuentes, fueron varias las actividades realizadas también en el municipio.
Los Trastornos del Espectro Autista (TEA) son un conjunto de alteraciones que afectan al desarrollo infantil. Son producidas al existir un trastorno neurológico crónico de base. Hay diversas maneras en la que los síntomas de este trastorno puedan dar la cara así como su gravedad que es variante dependiendo de los casos. Sí que es cierto que, últimamente, hay casos con un muy buen pronóstico y que son verdaderos ejemplos de superación y de consecución de importantes objetivos vitales.
Una de las cosas más fundamentales en estas reivindicaciones debe servir para concienciar sobre el acoso que, en ocasiones, sufren las personas con TEA. Especialmente, se registran casos de bullying, como con otros trastornos similares, en escuelas. No obstante, cada vez es mayor la igualdad. Pero, todo es esfuerzo por acabar con las diferencias es capital. Hablando de educación, es precisa la existencia de buenos programas de cualificación que estén adaptados a sus necesidades.
También, hay que luchar contra la exclusión cuando las personas con autismo son mayores, por ejemplo en aspectos laborales. La integración es una palabra clave en cualquier sociedad madura y desarrollada. Durante estos días, hemos podido conocer casos de personas con autismo que han logrado completar grandes metas en sus estudios. Sin embargo, un gran porcentaje de personas con TEA se encuentran desempleadas. Conviene romper con estas barreras en el terreno profesional y que el acceso al mercado laboral sea una realidad para ellos que sí que quieren trabajar y, en ocasiones, no encuentran la oportunidad.
Hay que confiar en las personas con TEA. Seguro que, después de esta semana donde el gran azul de las fuentes nos ha salpicado a todos, seremos más capaces de entender mejor la vida.
