El pasado día 15 de junio, la empresa municipal de limpiezas Lyma sacaba a concurso el mantenimiento de los 1.911 contenedores de basura de carga lateral instalados en el municipio por un importe de 183.000 euros más el iva correspondiente [221.430 euros en total] por un año prorrogable otro más. 100 euros por contenedor y año para un mantenimiento que la empresa vendedora califica de ´fácil’ y que incluye el arreglo y reposición de los elementos deteriorados, así como la eliminación de graffitis en un plazo máximo de 24 horas desde que se comunique la contingencia al contratista. El mantenimiento está pensado para esos casi dos mil contenedores adquiridos por Lyma [a Contenur, OMB y Sanimob] entre los años 2013 y 2015.
Las bases del ‘procedimiento abierto’, al amparo de la Ley de Contratos del Sector Público [TRLCSP] especifican un plazo de 15 días naturales desde la publicación en el perfil del contratante de la empresa pública Lyma para que las empresas interesadas puedan presentar ofertas. La publicación tuvo lugar el pasado 15 de junio, quedando aún de plazo hasta el próximo día 30 de junio.
El [presunto] concurso tiene nombre y apellidos al estar claramente dirigido para que lo ‘gane’ la empresa suministradora de la mayoría de contenedores de plástico.
Lyma privatiza servicios de limpieza
Según las bases del servicio que se licita «el objeto del expediente de contratación es necesario para optimizar las tareas de limpieza y mantenimiento de los contenedores que Lyma utilizar para la recogida de basura»; es decir, la empresa municipal de limpieza de Getafe privatiza el servicio de limpieza de los contenedores. El resto del servicio, el mantenimiento de los propios contenedores podría hacerlo igualmente Lyma dado que, según Contenur «el mantenimiento es sumamente fácil».
Sin embargo, el hecho más grave no es que se haya ‘preparado’ un concurso para una empresa determinada, ni siquiera que se privatice una tarea que podría realizar [por objeto y fines] fácilmente Lyma [tiene todos los medios] y ahorrar 220.000 euros. Lo grave del hecho es que Lyma se salta la Ley de Contratos del Sector Público al permitir [o alentar] que la empresa privada Contenur empiece a desarrollar el objeto del contrato a concurso antes de que finalice el plazo de presentación de ofertas, según se desprende de la fotografía tomada en la rotonda en la que confluyen la Avenida Mariano Moreno el Músico, las calles Alcalde Jesús Prieto, Turquía y la Avenida Guinea Ecuatorial. Son las 20,30 horas del miércoles 22 de junio, la furgoneta de Contenur rotulada con su logo y con el lema ‘mantenimiento de contenedores’ está subida en la acera interrumpiendo el normal paso de ciudadanos, mientras un operario de la empresa se dedica a limpiar los contenedores con una hidrolimpiadora.
Hemos intentado contrastar la información a través del correo electrónico del concejal señalado en la web municipal requiriendo al responsable de Lyma la existencia de algún tipo de contrato con la empresa Contenur que justifique la imagen superior. Sin embargo, la empresa Lyma, en un ‘derroche de transparencia’, ha hecho caso omiso de la petición de información. Algunos responsables del Ayuntamiento de Getafe tienen la costumbre [y la mala educación] de no responder [no ya a un ciudadano] al director de un medio de comunicación [decano de la prensa local y comarcal en Getafe y en la zona sur de Madrid]. Ante todo, transparencia y libertad de expresión.
Islas ecológicas
Después de haber propicidado y, ahora, retirado las llamadas ‘islas ecológicas’, vuelve el imperio del plástico a la superficie de las calles. El Ayuntamiento de Getafe [LYMA] ha iniciado la recolonización de los espacios públicos por los ‘vistosos’ contenedores de la empresa Contenur [ubicada en Getafe] para inmediatamente después privatizar el mantenimiento de cerca de 2.000 contenedores. En el último año, Lyma ha adquirido a Contenur cerca de 300 contenedores de plástico y acero de carga lateral.
Las llamadas ‘islas ecológicas’ impulsadas por el Ayuntamiento de Getafe desde que Sara Hernández era primera teniente de alcalde con Pedro Castro contaban con contenedores soterrados. El coste de cada una de las islas ecológicas se sitúa entre los 25 y los 30.000 euros. Es más lucrativo [y más feo] colocar los panzudos contenedores en superficie.
La mayoría de las ‘islas ecológicas’ no recibían mantenimiento ni limpieza; Ahora, tras abandonar el proyecto, las eliminan dejando remiendos con chapas y remaches, a la espera de su cegado, o rellenas ya de arena y hormigón. Solo en el barrio de El Bercial los cooperativistas y vecinos asumieron un coste de más de un millón de euros con la exigencia municipal de las islas ecológicas durante el proceso de urbanización. Incluso, entregadas las viviendas, el Ayuntamiento exigió a la Junta del Bercial costosas reparaciones. Es más que probable que el total de la inversión en ‘islas ecológicas’ en Getafe supere los dos millones de euros que han acabado, literalmente, en la basura. ¡Como si sobrara!