GETAFE

Cuando vino a recogerme el camión de la basura

► Sara Hernández y su cohorte colaboradora tratan con violencia a un desahuciado de Getafe

Calle Madrid en San Isidro a las 12 horas. Unos cuantos metros separan la Cibelina de la Plaza de la Constitución. En un extremo, en la fuente, un tenderete del PSOE alberga a fieles partidistas que reparten este miércoles propaganda. En el otro, a los pies del Ayuntamiento, Sebas. Un vecino desahuciado con un 67% de discapacidad y 48 años en su maltrecha osamenta al que desoye la alcaldesa traidora, la socialista Sara Hernández. La vida de Sebas, hasta el momento, se desarrollaba, por decirlo de alguna manera, en un garaje abandonado repleto de inmundicia, situado al lado de la glorieta del lazo, frente a una de las residencias de la Universidad Carlos III. Esta mañana, un camión de LYMA, la empresa municipal de limpieza, le ha incautado sus pertenencias, incluida su medicación de vital necesidad en su estado, mientras, según él ha reconocido a nuevacronica.es, dos policías locales lo han arrastrado. Posteriormente, esta versión ha sido corroborada por la Asociación Aires Nuevos que ha apoyado siempre este caso. Desde entonces, Sebas se encuentra en los soportales de la Casa Consistorial. Su pensamiento es pasar aquí la noche… “y las que sean necesarias“. No hay más plan que ese.

Es la cáscara amarga que subyace al raspar en la capa de la sociedad. El fariseísmo que como rosquillas de feria empapela el suelo de la ciudad con la petición de voto a Hernández, al tiempo que un vecino desahuciado de algo a lo que llamar techo y dignidad clama frentes a los muros públicos por una solución habitacional. El drama de este getafense ha estallado este 15 de mayo. El límite se ha hecho añicos y las aristas quebradas de su vida yacen bajo la ventana de alcaldía sin que la primera edila se corte. Sebas no buscaba la intercesión de ningún santo, sino la ayuda de carne y hueso de quienes deben atender su caso. Por el contrario, hoy, para él, sólo hubo indiferencia. Una casa pública llena de piedras.

“No sé qué deciros. Estoy nervioso. Me han quitado mi medicación“. Son las primeras palabras que pronuncia Sebas cuando este medio lo saluda toda vez que ya se encuentra tendido en la plaza consistorial. Su mayor preocupación en estos momentos son sus medicinas, incautadas por la policía local en un alarde del servicio público que se le presupone al Cuerpo. Como si de un coche en un depósito se tratara, le han dicho que sus pertenecías se hallan en la sede de LYMA, cercana al recinto ferial de Juan de la Cierva. Y que debe ir él a por ellas. Sebas, exhausto física y mentalmente, cuasi rechaza entonar que él no puede ni moverse. La fatiga ya no sólo es de su enfermedad y de su grado de discapacidad. Todo va más allá. Lo que para cualquiera pueda suponer un camino de 10 minuto andando, a él le cuesta una epopeya.

Sebas, acompañado por integrantes de la asociación Aires Nuevos

Sebas se encuentra acompañado por varios integrantes de la asociación oriunda Aires Nuevos. También hablan con nuevocronica.es y certifican la violencia con que se le ha tratado. “Si venís 15 minutos antes veis al policía calvo cómo le ha tratado. Ni humanidad“, señala uno de ellos, mientras todos admiten su preocupación por el desahuciado, “nosotros es que no podemos hacer más. También ha pasado la alcaldesa hace un momento. Eso sí, como las avestruces. Cabeza gacha, sin vergüenza alguna“. Parece ser por lo que se desprende de la gente que rodea a Sebas que este guardia municipal habitúa a vestir el traje de mal encarado, algo que podremos comprobar en propia piel instantes más tarde. De hecho, Sebas expresa que “ese policía hace unos minutos me dice que van a venir a regar donde estoy sentado. Ya le he dicho, pues seré una maceta, pero de aquí no me muevo“. Es implacable que ante el drama, de algún recodo perdido del alma, saque unas gotitas de humor.

El (enésimo)portazo socialista

Ante tal hecho noticioso, nuevocronica.es, único medio presente, decide desplegar, como así debe ser, la diligencia periodística que se antoja precisa. Llamamos al gabinete de Prensa del Ayuntamiento de Getafe. Queremos saber qué opinan de que Sebas esté ahí abajo, sin plan vital y horizonte, ni cercano, medio o lejano, dibujado. Nos responde una mujer que dice llamarse Almudena. Nos comunica que va a preguntar al Jefe de Prensa, Fabio Expósito. A los 30 segundos, nos comunica que Expósito zanja la cuestión con «que me envíen un correo». Fíjense. El Ayuntamiento de Getafe, gobernando aún por el PSOE, lleva lesionando un derecho fundamental, el de la información, a este medio durante gran parte de esta legislatura. No envían las notas de prensa, ¿y pretenden que enviemos un correo mientras si se asomasen por la ventana verían a un hombre tirado como a un perro?

Rambo’ nos pide el DNI

Así las cosas, nuevocronica.es decide subir personalmente al Gabinete de Prensa. No lo logrará.  En nuestro camino, un policía local, que cuadra perfectamente con la descripción de Aires Nuevos, asalta en nuestro camino. No le hace gracia que estemos ahí. Pretenden echarnos del Ayuntamiento. Nos pide el DNI, pero no se lo damos. Desiste en su delirio porque se da cuenta de que su petición es insustancial. Sólo estamos en el hall. Nos acusa de amenazar. Sin embargo, cuando ve que estamos grabando la conversación y que, por tanto, jamás podrá defender que hubo ni una mala palabra por nuestra parte se achanta. Sus formas, junto al corporativismo de serie de su compañero, han sido nefastas. La indignación crece ante los presentes. Hasta un vecino se acerca con su número de placa, que ha conseguido previamente porque, según dice, también lo ha tratado mal. Otro ciudadano nos explica que ése mismo, el del carácter agrio, ya ha tenido varios problemas con la ciudadanía. Estos son los servidores públicos que alimentan la fama que ostenta la policía actualmente. Pero el debate de justos por pecadores es en otra ventanilla.

En esos momentos, aparece el teniente de alcalde, el socialista Herminio Vico. Le pedimos que nos atienda un minuto. Queremos saber la versión del Ejecutivo en primera persona sobre el hecho objetivo que se está produciendo. Nos lo niega rotundamente. Argumenta que tiene una reunión y se diluye como un esbozo sobre la arena vencido por la espumosa ola.

Sebas rechazó una residencia

En diciembre de 2017, Sebas puedo haber entrado a una residencia de fuera de Getafe. Lo rechazó. “A saber dónde lo iban a mandar“, dice un integrante de Aires Nuevos. “Me negué porque no estoy para ir a una residencia. Hicieron una valoración que no era cierta. Entiendo que todavía puedo tener una vida mejor en un piso”, alega el afectado. Su cuerpo no le responde. Pero sus facultades mentales están intactas. ¿A usted se le haría fácil, sin haber alcanzado siquiera el medio siglo, ‘condenarse’ a un residencia’? Hace sólo unas fechas, el Ayuntamiento ha dado pisos a gente extranjera.

Sebas no sabe qué será de él.

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