La Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF) del Ayuntamiento de Fuenlabrada ha denunciado la manipulación de la bolsa de empleo en favor de una mujer con vínculos familiares con personas de la sección sindical de CC.OO. Según la nota de prensa del CSIF del Ayuntamiento de Fuenlabrada, Alicia Sánchez Carneros no tenía derecho a ocupar uno de los puestos preferentes para empezar a trabajar puesto que había suspendido uno de los ejercicios imprescindibles, y a su vez eliminatorios, para acceder a la bolsa de empleo. La aspirante, siempre según el sindicato independiente, está «disfrutando de un contrato de trabajo a la espera, presuntamente, de la oferta de empleo público, ocupando un puesto que debería de corresponder en principio a otro opositor y afectando igualmente a los derechos que les pudieran corresponder al resto de opositores que sí habían aprobado todos los ejercicios y se encontraban por delante de ella». Una enchufada, en toda regla.
El CSIF relata los hechos asegurando que «el pasado 3 de enero se nos comunicó la publicación de una modificación en la bolsa de empleo de auxiliares administrativos, constituida el 11 de noviembre por Resolución de Alcaldía de la misma fecha, una vez finalizado el proceso selectivo. El acta del tribunal calificador es de fecha 7 de noviembre de 2016. La modificación por resolución de alcaldía 1312/16 de 20 de diciembre, ha consistido en colocar directamente a Alicia Sánchez Carneros en el número 50 de la bolsa de empleo». La sección sindical del CSIF asegura que desconoce los motivos de su inclusión, pues esa candidata no había superado el tercer ejercicio de la oposición y las alegaciones que Sánchez Carneros presentó al tribunal reclamando la revisión del examen. De nuevo se comprobó que no había alcanzado la nota del 5, necesaria para aprobar el tercer ejercicio.
Para entender el empeño en favorecer a esta persona, el sindicato retrocede en el tiempo. Hay un primer intento que se desarrolló en el mes de junio del año pasado. Alertado por la maniobra, el CSIF envió escrito el día 21 de ese mes al tribunal de selección porque comprobó que se quería incluir a la aspirante en la bolsa de empleo a pesar de las pruebas realizadas y del informe del tribunal. Para disimular el ‘nepotazo’, se pidió la documentación que avalaba la fase de concurso a 503 opositores, exactamente todos los que participaron en la última prueba, algo inédito pues normalmente sólo se pide documentación a los 50 primeros candidatos que han de constituir la bolsa. En el escrito, el CSIF advertía al tribunal de selección que las bases de la convocatoria establecían en su punto 7, que todas y cada una de las pruebas son eliminatorias y en su punto 10, que la lista de espera estará integrada por un número máximo de 50 candidatos que hubieran superado todos y cada uno de los ejercicios. Desde el CSIF aseguran que «nos vimos obligados a llamar la atención al tribunal de que éramos conocedores de la vinculación familiar de la candidata con la sección sindical de CC.OO. y que de las resoluciones que estaba tomando el tribunal podía desprenderse una posible situación irregular».
Tras las dudas generadas, el proceso selectivo estuvo paralizado hasta el mes de noviembre. Si las normas no permiten ‘enchufar’ al compromiso de turno, se cambian las normas; y punto. No pasa nada. La estratagema se llevó a cabo el 28 de septiembre de 2016. «En la convocatoria de la mesa general de esa fecha se trató una petición de Comisiones Obreras solicitando la modificación del artículo 5 de las normas de las listas de espera y bolsas de empleo temporal, para que se ordenaran conforme a la puntuación obtenida en el procedimiento y que formaran parte de las mismas aquellos aspirantes que habiendo realizado el último ejercicio, hubieran obtenido al menos un 4 en la nota». Ya tenía nombre y apellidos. El examen valía siempre que se hubiera suspendido solo con un 4. A favor de la propuesta del sindicato de clase votaron el resto de sindicatos presentes en la mesa, a excepción de CSIF que expresó su deseo de comunicar su opinión por escrito, tal y como hizo por correo electrónico a todos los miembros de la mesa general.
En el correo enviado por el CSIF, plantearon una serie de preguntas que, según el sindicado independiente, «no fueron contestadas. En primer lugar, preguntamos si la modificación propuesta afectaría a la bolsa que estaba pendiente de constituir, es decir, la de auxiliares administrativos, ya que en caso afirmativo el cambio de norma beneficiaria a la citada candidata, que de ocupar un puesto en torno al 300 pasaría al número 3 de la bolsa, manifestándonos totalmente en contra de tal modificación y avisando de las acciones legales que tomaríamos al respecto».
Como la última resolución de Alcaldía ha desconcertado a los miembros de la sección sindical del CSIF al comprobar que la protagonista del ‘pucherazo’ ha conseguido el objetivo de enchufarse, han solicitado una copia de la Resolución de Alcaldía 1312/16, «que, por otra parte, se debería haber publicada en la web municipal». La petición tiene «el fin de ejercer las acciones judiciales pertinentes».