Bajo los acordes de un Violín mudo, llena el sonido de la sala Marisol Sales Giménez. El contenido de su voz es una contagiosa catarata de emoción cuando en la conversación hablar se tercia de sus libros. En esta oportunidad, de su última novela, Incendio en la nieve (Algar Editorial), que precede a la tetralogía de Las Crónicas del Ángel y el cuento infantil Qué hay en la chistera. Esta joven valenciana, estudiante de Periodismo en la UC3M, planeaba lanzar a todas las plataformas y librerías su trabajo más reciente en abril, si bien, a causa de la infortunada pandemia, se pospuso para el pasado mes de septiembre. No en vano, esta historia, que, en palabras de la autora, conjuga «autocompulsión y distopía», está tenido la gran acogida de las anteriores publicaciones. El germen huele a «anuncio de café que te dejaba la sensación de frío y calor», pero que tras la pertinente maceración de unos años, ha dado lugar a páginas de entretenimiento, emoción y, muy especialmente, reflexión. A partir de los 14 años hasta cualquier edad, está esperándote esta obra…
Incendio en la nieve es una suerte de ensalada condimentada con vectores tan vigentes y de suma importancia como «política, violencia de género, comunidad LGTB o medioambiente. Más de actualidad no puede estar», reconoce satisfecha Marisol Sales, quien ya está recibiendo mensajes de felicitación de su amplio público y, sobre todo, «de agradecimiento por pararse a pensar y atreverse también a tomar decisiones».
¿Y por qué todo esto? Es algo que, obviamente, hay que descubrir con las páginas entre las manos, pero algo nos aclara la propia escritora en cuanto al argumento. «Dicen que en el 2036 va a estrellarse un meteorito y que nos extinguimos. Yo hago como que este meteorito es cierto, y cae en la Costa Este de Nueva Zelanda. Es decir, en las antípodas de Liechtenstein, que es el país más pequeño dentro de un continente», comenta a la par que agrega que «una honda expansiva destruye todo menos Liechtenstein, que cuenta con muy pocos habitantes. La vida muta, los animales no logran adaptarse, sólo los humanos, pero evolucionando. Unos evolucionan a temperaturas extremadamente calientes y otros a extremadamente frías. Y si se rozan se ocasionan la muerte mutua. Eso recuerda al Covid… Ponen un muro que los separa».
Y es en ese punto en donde nos encontraremos con Shailene y Aidan para ya no soltarles nuestra mano. «Ella es una congelada y vive en una dictadura tecnológica donde no te permiten pensar. Cada tres meses, los calientes pasan la barrera para hacer vandalismo. Hay toque de queda para los fríos. Pero en uno, Shailene está fuera de casa y conoce a Aidan. Ahí le nace la curiosidad. Y también ahí se centra la novela; en empezar a pensar por uno mismo. El hilo conductor es la historia de amor de Shailene y Aidan porque se dan cuenta de que ellos sí que pueden tocarse». Entonces, ¿qué ocurre realmente y por qué la sociedad está dividida? Lo dicho, hay que bucear en la novela para ahondar y abundar en mayores profundidades.
Eso sí, todo ello está ordenado bajo la mirada madura de Marisol Sales. «Por el contenido y los temas que toco, esperé a crecer para a tratar a Shailene. Hay capítulos muy duros, que me lo decían incluso desde la propia editorial». Esa personaje, tratada al calor del reposar del tiempo, es la que podemos intuir en la portada. Portada que fue descrita «al milímetro, hasta el pendiente que lleva» al ilustrador por la propia Sales, quien, actualmente, se encuentra creando su siguiente proyecto con tinte de fantasía épica y que «estará muy ligada a ‘MITOLOGEANDO’», sección que describe mitos grabados por ella y que distribuye en sus redes sociales. «Para mí, la fantasía es el género más real», concluye. Pues si es así, qué importan los violines callados.