Si nos acercamos al Centro Cívico de Getafe Norte comprobaremos, sin sorpresa, como la Casa Castilla y León vuelve a ocupar la planta baja del edificio como sede. Por más que parezca normal, se trata de la reversión ‘silenciosa’ de una de las decisiones más polémicas y, quizá, arbitrarias, que tomó el anterior gobierno local. De capricho de Juan Soler se tachó la rescisión del convenio municipal con la Casa regional el presidente de la entidad, militante del PSOE. Desde el Ayuntamiento se justificó la decisión en aras del magnífico subterfugio de la Biblioteca Adolfo Suárez.
Al fin, en diciembre de 2014 se ‘desahució’ a la Casa de Castilla y León del Centro Cívico y se le ofreció un local en bruto cerca del campo de fútbol. Ahora, pasadas las elecciones y la tormenta provocada durante meses por aquella decisión municipal, ha vuelto el río al cauce habitual. La agrupación regional ‘controla’ la planta baja del edificio, el restaurante, y una buena parte de las actividades que se proyectan en el Centro Cívico.
¿Se ha firmado un nuevo convenio? o ¿Es, sin regulación, fruto del ‘venga, veniros de nuevo’ que ya se ha ido quien no os quería? ¡Qué vanos esfuerzos y espectáculos tan tediosos nos procuran los días y la discreción de los políticos!