Durante el mes de julio la temperatura en Madrid suele alcanzar los 39 ºC entre las 5 y las 7 de la tarde. En el mismo horario, la ciudad de Sevilla acostumbra a estar sometida a más de 41 ºC. Estas situaciones (como el caso de las escuelas de Leganés al tener que soportar hasta 40º) se repite en muchas ciudades españolas durante los meses de verano, afectando particularmente a zonas abiertas, pero también a construcciones particulares y grandes edificios. Para compensar el calor acumulado en su interior, estas construcciones están provistas de sistemas de refrigeración (A/C) y otros sistemas de climatización que logren regular la temperatura. No obstante, dichas tecnologías conllevan gastos elevados, todo un lastre para los pequeños y medianos empresarios. Una solución a este problema parece ser el nuevo producto del Grupo Selena: el revestimiento Cool-R, una membrana impermeabilizante y altamente reflectante que protege las cubiertas del calor y el agua. Aún siendo un material sencillo de aplicar sobre cualquier tipo de superficie, este producto proporciona los mismos beneficios que cualquier aire acondicionado, reducción de la temperatura, a un precio mucho más asequible. Impermeabilización, durabilidad de las cubiertas, disminución de la temperatura o reflectancia de la luz son algunas de las propiedades que Cool-R proporciona a los materiales.
El revestimiento Cool-R está pensado específicamente para grandes construcciones, adaptando su solución a los diversos problemas que estas presentan: desde edificios sin refrigeración (A/C) (en los que reduce la temperatura interior hasta 10 ºC) hasta grandes supermercados y explotaciones ganaderas, pasando por inmuebles con refrigeración (A/C), plantas de producción y almacenes. En la página web cool-r.es encontramos proyectos de referencia, en los que se hace un cálculo del ahorro anual en sistemas de climatización gracias al revestimiento. En este sentido, aplicar Cool-R sobre una superficie de 20.000 m2, de membrana de betún y poliestireno, supondría un ahorro de más de 230.000 € anuales. Con las mismas dimensiones, una chapa metálica provista de poliestireno costaría en refrigeración 261.096 € más al año si no está recubierta con Cool-R.
Estas diferencias presupuestarias se explican ya que el revestimiento combina reflectancia y emisividad, dos cualidades que permiten reducir la temperatura de la cubierta hasta un 70%. La reflectancia del 85,7% de Cool-R permite reflejar un gran porcentaje de la luz recibida por la cubierta; mientras que su emisividad del 0,85 disipa el calor. Además, el revestimiento es resistente al viento y al polvo y soporta temperaturas desde los -30 ºC hasta los 80 ºC, ampliando la vida de los materiales de las cubiertas de los edificios hasta en 10 años y protegiéndolos frente a temperaturas extremas.
Desde Cool-R se encargarán de llevar a cabo un análisis térmico del edificio, un cálculo del ahorro y de preparar un presupuesto detallado. Asimismo, un equipo de instaladores certificados aplicará el producto de manera rápida, siempre supervisado por un responsable de Cool-R. Por último, la empresa ofrece una garantía del producto de hasta 10 años.