Tras estrenar el casillero de triunfos la jornada anterior en la visita al filial del Zaragoza, el Viten Getafe recibe a uno de los gallitos, el Fundación Lucentum el domingo a las 18:30 horas en el pabellón Juan de la Cierva de Getafe.
Siete derrotas consecutivas en el arranque liguero son una losa grande para cualquiera, más para un equipo joven de formación que compite en una liga competitiva, con mucho veterano, como la LEB Plata. Es el desafío del Viten Getafe, nuestro primer filial. El paso más difícil ya lo han logrado rompiendo la barrera mental tras ganar la semana pasada al Simply Olivar, el filial del Cai Zaragoza. Ahora las cosas se ven distintas, como verbaliza nuestro capitán, Rubén Martínez: “Estamos en disposición de ganarle a cualquiera”.
Pero el rival que nos visita este domingo no es un cualquiera, sino el Fundación Lucentum, heredero del club que vivió cerca de una década en ACB y que ahora es segundo en la clasificación de la LEB Plata. “En realidad hemos peleado por ganar en casi todos los partidos hasta ahora. Estamos en disposición de ganar a cualquier equipo de la liga. Alicante será un rival duro, pero con un buen nivel de nuestra parte podemos sumar la victoria”, argumenta Rubén Martínez.
Como jugador experimentado, Martínez hace unas reflexiones más que interesantes sobre cómo está viviendo el Viten Getafe este primer tercio liguero: “Tras perder tantos partidos seguidos se agradece ganar y salir de la mala racha. En un equipo inexperto como el nuestro es peligroso por el aumento de la ansiedad. Es muy difícil salir de estas rachas malas, pero una vez que sales ves la temporada de otro color. Lo importante es tener un equilibrio, si incrementas mucho la presión porque no ganas puede quedar una sensación muy negativa. La clave es tener paciencia sabiendo que todo llegará, pero al mismo tiempo no puedes pecar de relajación porque hay que trabajar para que los resultados lleguen”.
¿Y cómo se aplica esa filosofía al juego? Pues como hizo el equipo la semana pasada en la visita a Zaragoza: “Jugamos muy bien en ataque, más en equipo, con más pases extra y consiguientemente más asistencias. En defensa también estuvimos más sólidos, más colaborativos. En definitiva fuimos la suma de todos los jugadores y no los jugadores uno a uno”.
En el apartado personal Rubén ha estado lejos de su nivel en las últimas campañas. La explicación es clara: “Para mí esto todavía es pretemporada porque físicamente aún no estoy bien. Se juntó el verano más dos meses de inactividad por la lesión, en total cuatro meses de baja intensidad física, además ya no tengo 20 años y cuesta más ponerse las pilas. Pero bueno, ya llevo un mes entrenando y jugando y creo que en breve estaré a tope para ayudar más al equipo”.