♦ Todos sabemos la grave crisis por la que atraviesa el periodismo. Está mal pero no hay que dejarlo morir, aunque algunos nos quieran rematar. La actividad periodística lleva implícito el amor al servicio al ciudadano y rescatar de la opacidad todo aquello que sea de interés público. Lo demás es publicidad. No es tarea fácil pero sí gratificante.
Hace unas semanas publiqué El Caso Leganés, donde se dan a conocer muchos aspectos desconocidos de la pésima gestión de Jesús Gómez y su mal llamado equipo en Leganés. Todo es verdad y probado, pero a ellos no les gustó que un periodista supiese tanto, informase a los vecinos e intentaron mancharlo con un falso derecho de rectificación (que se asemeja algo más a una réplica o una pataleta). Digo falso porque no se ha movido ni una sola coma del reportaje.
En esa réplica que firma el Alcalde se atreve a pedir rectificar entrecomillados de terceros. Un grave ataque a la libertad de expresión de otras fuentes que opinan en pleno siglo XXI en su derecho a la libertad de opinión.
No me extraña, se trata de un Alcalde que contrató a un excolaborador de ETA (cosa que también quiso rectificar, pero ya están publicados los contratos). Se trata de un Alcalde al que Esperanza Aguirre define como carente de inteligencia emocional. En el reportaje lo reconocen todas las fuentes (y se publicó antes de que Aguirre lo dijese) incluso así lo opina su Concejal de Hacienda, De Diego, quien cobardemente me acusa por redes sociales de hacer campaña política, qué pena que a este maltrecho equipo de gobierno sólo le queden este tipo de razones.
Me costó publicar tanta verdad. Rectificaciones que intentar manchar mi honor pero que no mueven ni una coma. Llamadas de un maleducado Jefe de Prensa de Alcaldía. Asesoras y concejales, siempre los mismos, también por redes sociales intentan dañar el reportaje.
Todos ellos querían enfrascar la verdad y que no se supiese. Todos ellos querían adulterar la paz y verdad periodística. Pero, no han podido. Los ciudadanos han leído el reportaje. Esperanza Aguirre, seguramente, también. Gómez ya no será candidato, su equipo de palmeros y no de concejales y asesores de verdad también desaparecerá con él. Ni una coma se movió del reportaje. Venció el Periodismo, venció el servicio público.
Una última cosa Alcalde: esto es un artículo de opinión y las opiniones no tienen cabida a derecho de rectificación. Respételo.