LEGANÉS

Entrevista a Ana Díaz, Médico ERICAM

“La simple idea de recordar cuál era nuestro objetivo en los incendios de Portugal merecía la pena”

► “Ver como gente que está perdiendo su forma de vida se vuelca con  nosotros y con voluntarios del país era increíble”

► El ERICAM se desplazó a Portugal para ayudar y ofrecer sus  conocimientos en la extinción de incendios

Todos hemos estado muy pendientes de lo que ocurría durante estas fechas con los incendios en el país vecino, en Portugal. Una tragedia que dejó más de 60 fallecidos y centenares de heridos. Fueron días de lucha contra las llamas y de asistencia sanitaria sobre el terreno. Evidentemente, en situaciones de esta magnitud toda ayuda es poca. Desde nuestra Comunidad de Madrid salió el ERICAM, que está formado por bomberos de nuestra región y el SUMMA 112, el servicio de Urgencias Médicas madrileño. Una de las  personas que estuvo realizando esas labores de apoyo fue la médico Ana Díaz, quien es vecina de Leganés.

Tanto bomberos como personal sanitario aseguran que han realizado  una tarea de extraordinaria ayuda. Como bien nos cuenta Ana en esta entrevista, el día a día da para mucho y las labores de auxilio se mezclan con las personales. Eso da lugar a poner rostros a quienes se encuentran dentro de la tragedia y con quienes llegan a crear esos vínculos tan especiales que cosen estas circunstancias. Desde luego, como se puede leer a continuación, también hay lugar para la solidaridad de los ayudados hacia los ayudantes.

Ana ya está de vuelta. Conversamos con ella sobre su experiencia. Desde Leganés, ya han solicitado para ella un reconocimiento institucional. Estamos en verano y lo que especialmente sobrevuela en la cabeza de todo es que imágenes como las de Portugal o Doñana no se vuelvan a repetir.

Pregunta: ¿Cómo han sido estos días de trabajo continuo en Portugal? Respuesta: El trabajo en Portugal estos días ha sido un trabajo duro, de jornada larga, extenuante en muchos momentos, pero a la vez muy gratificante. Nos hemos venido con la sensación de haber aportado nuestro granito de arena aunque nos hubiera gustado que al volver el incendio hubiera estado extinguido.
Hemos vivido momentos tristes cuando nos contaban con lágrimas en  los ojos lo que habían vivido. Cómo algunos pierden casi sus casas o la han perdido amigos cercanos. No hemos trabajado en núcleos con pérdida de vidas humanas, pero sí de su forma de vida. En esos momentos, hemos tenido incluso ganas de llorar con ellos.

P: ¿Cómo era la situación que os encontráis al llegar?
R: Pues nos encontramos con una parte del país sumido en las tinieblas por el humo de un incendio que está por apagarse, con lluvia de cenizas en el ambiente y éste cargado con olor a humo constante. Zonas devastadas, desoladas por el fuego que contrastaban con zonas aún verdes que corrían el riesgo de incendiarse. Un país que tenía muy bien controlado los recursos locales y la ayuda de fuera y cuyos habitantes estaban cansados, con el corazón angustiado, pero lleno de gratitud a los forasteros y voluntarios de las zonas que acudían a ayudarles a acabar con esa pesadilla.

P: ¿En qué consistían las líneas de actuación del ERICAM?
R: El ERICAM acude a Portugal para ofrecer su ayuda y conocimientos en las labores de extinción de incendios. Sale con un equipo sanitario propio para su auto asistencia y así no ser una carga más para el país en caso de que ocasionara baja uno de los intervinientes.
Cuando llegamos a Portugal nos recibe un coordinador local en un punto de encuentro acordado y es el que nos guía y nos sirve de enlace en el país. Nos lleva al Puesto de Mando Avanzado (PMA) donde se coordinan todas las ayudas tanto terrestres como aéreas. Aquí nuestro mando les informa de nuestra llegada y de los medios que hemos traído para ayudar en las labores forestales. Desde este lugar se nos asigna una zona de trabajo y de pernocta y se le informa al mando de todo el procedimiento del operativo. Nuestro guía es el que nos lleva a la zona asignada.
En esta zona de trabajo los bomberos del ERICAM se centraban en las labores propias de extinción de incendio y nosotros nos manteníamos como apoyo sanitario para cualquier incidente que pudiera surgir y les manteníamos rehidratados intentando que no les faltara limonada alcalina, agua, fruta,… etc. Cuando finalizaba la intensa jornada de trabajo, y mientras nuestro mando volvía al PMA para informar de los logros y trabajos hechos, nosotros hacíamos una revisión médica a cada uno de los intervinientes para asegurar que al día siguiente estaban en buenas condiciones para reanudar el trabajo.
Al PMA nuestro mando iba todas las mañanas temprano antes de levantarnos a desayunar para recibir las nuevas órdenes de trabajo, siempre acompañado de nuestro guía local.

Un esfuerzo físico y mental

P: Para este tipo de situaciones, es vital para los profesionales también la fortaleza mental a la hora de afrontar vuestras labores de ayuda, ¿no?
R: Sí, desde luego. Aunque nuestro trabajo nos facilita el enfrentarnos a situaciones duras, aquí el estrés es mayor porque es un trabajo diario, sin descanso, sólo el nocturno.

P: Precisamente, una de las cosas que podíamos apreciar desde aquí es la intensidad de vuestro trabajo. En escenarios así no hay tregua…
R: El trabajo es constante. Hay momentos de relax, de sensación de tiempo perdido por la realización de turnos si el foco del incendio es menor, pero hay momentos y días en que nos faltaban horas, que los focos se reincendiaban, que parecía que no avanzábamos. Momentos en los que iban corriendo de un foco a otro sin tiempo para pararse a beber agua. Un gran esfuerzo físico y mental.

P: ¿Qué os expresaban los rostros de todas aquellas personas que recibían vuestros cuidados?
R: Gratitud, una gratitud enorme. No sólo sus rostros, también sus abrazos y su disposición.

P: Una de las cosas que nos han llegado es la solidaridad también de los ayudados a los ayudantes. Por ejemplo, vecinos que entregaban cajas de ciruelas o naranjas…
R: Sí. Ha sido algo espectacular. Ver como gente que está perdiendo su forma de vida se vuelca con nosotros y con los voluntarios del país ofreciéndonos bolsas o cajas de fruta que dejaban a nuestros pies, sobre todo de naranjas que habían cogido de sus árboles frutales, eso era algo increíble. Y no sólo fruta, también bebidas, medicamentos…. Nos preguntaban qué necesitábamos y nos daban continuamente las gracias. No dábamos crédito. Incluso nos llevaban comida y nos preparaban en la zona donde descansábamos por la noche la cena y el desayuno.

P: ¿Cómo ha sido batallar en esta lucha alejados de vuestras familias?
R: Bueno, con el paso de los días es cuando eres consciente de que no estás con los tuyos, cuando realmente los echas de menos, sobre todo echas de menos el día a día. Estamos acostumbrados a pasar 24 h o más fuera de casa por nuestro trabajo. Pero lo llevábamos bien. La simple idea de recordar a lo que habíamos venido, cuál era nuestro objetivo, por qué estábamos en Portugal… Merecía la pena.

P: En ese sentido, el regreso a casa sería especial…
R: Siempre la vuelta es especial porque echas de menos también pequeños detalles cotidianos. Pero allí también dejamos un poco de nosotros. La gente te toma cariño y nosotros a ellos, ves que ha merecido la pena desplazarte hasta allí, que has aportado un poquito pero que les dejas con su realidad.

P: ¿Cómo estás viviendo lo de Doñana?
R: Pues quizás de una manera distinta a como he vivido otros incendios vistos desde el sofá de casa. Este ha sido más en primera persona, con sentimientos más aflorados. Con la sensación de estar viviendo lo que viven allí, de decir esto yo también lo he vivido.

P: El responsable de los bomberos madrileños que combatieron las llamas expresó que «no somos héroes, sólo bomberos». Sin embargo, la ciudadanía sí os calificamos como tal. ¿Cuál es tu opinión?
R: Efectivamente son bomberos que cumplen con su trabajo, pero el trabajo en Portugal no ha sido un trabajo normal, ha sido continuo, extenuante, donde los bomberos dieron más del 100%… No sé si héroes, pero sí “especiales”. No es lo mismo que cuando están en sus parques en una jornada de trabajo que finaliza y se van; lo mismo para los sanitarios. Aquí volvíamos al día siguiente… Así cada día y todos daban el 100%, no había cabida para desfallecer. Un trabajo grandioso el que han hecho.

P: Por último, y a colación con esto, cabe recordar la importancia y necesidad del MUE…
R: Claro que sí. La Especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias es una realidad que todos pedimos que se haga efectiva. Se le ha reconocido a la sanidad militar, ¿por qué no a la civil? La especialidad es fundamental para proporcionar una asistencia adecuada a la población, porque este es un trabajo que requiere una cualificación y habilidades distintas que no te la da el resto de especialidades médicas. Y en la Unión Europea existe ya en 22 países.

 

 

 

 

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