Europa, y también España, se despierta relajada sabiendo que el Tribunal Constitucional alemán ha dado luz verde para que el presidente de la República Federal pueda firmar el acuerdo sobreel fondo de recuperación de la UE. El partido nacionalista de extrema derecha alemán “Iniciativa para Alemania” había presentado un recurso ante dicho tribunal, recurso que amenazaba con retrasar durante meses la disposición de unos fondos tan necesarios para la supervivencia de tantos puestos de trabajo y, por tanto, de tantos millones de personas. El nacionalismo, que, con todos sus grados y variantes, ha sido siempre el principal enemigo de la integración europea, trató d actuar en este caso
¿Pero tenemos ya luz verde para la recepción de estos fondos?
Dice el refrán español que“el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misa piedra”. Pero, es curioso, no se habla de una tercera vez. ¿Tropezará la UE por tercera vez con la entrega de fondos a España? Los EREs de Andalucía fue el primer tropiezo. Los aeropuertos y autopistas fantasma de España fue el segundo. Un nuevo tropiezo con España no se lo puede permitir Europa. Tampoco se lo podemos permitir los ciudadanos españoles. Está en juego no solo nuestra credibilidad como pueblo, bastante deteriorada en los últimos tiempos, sino, sobre todo, la subsistencia de millones de familias y el futuro de toda nuestra juventud.
¿Podemos sorprendernos, por tanto, de que la Comisión Europea exija previamente ciertas garantías para la concesión de estos fondos? ¿Puede molestarnos que Europa no se fíe de nuestros políticos, cuando la mayoría de los españoles tampoco nos fiamos de ellos?¿Puede sorprendernos que la Comisión europea exija -y logre- ciertos cambios en una más clara separación de poderes y en la falta de control a los organismos políticos en España? El Consejo de Estado español, ese órgano formado por antiguos políticos y presidido por una socialista, ¿no se ha atrevido a decir en su informe sobre el proyecto de decreto del Ejecutivo para repartir los fondos europeos de 140.000 millones, que le preocupa:
“la supresión de la práctica totalidad de los instrumentos de control” … y que se deben tomar “todas las medidas precisas para garantizar una adecuada y eficiente asignación de los recursos procedentes de los fondos europeos y, en particular, del Instrumento Europeo de Recuperación”?
No sólo la UE pide cambios en España, también el Consejo de Europa, otro de los organismos emblemáticos de Europa y defensor de los derechos humanos, a través del Grupo de expertos contra la corrupción (GRECO), le está haciendo recomendaciones a nuestro país, la mayoría de las cuales han sido parcial o totalmente incumplidas.
Con la sentencia del Tribunal alemán de Karlsruhe habrá desaparecido un escollo, pero el examen de democracia y de garantías está aún pendiente, y España lo tiene aún por aprobar.
No me ofende, y espero que a vosotros tampoco, que Europa controle a conciencia el uso que los países, y entre ellos España, hace de estos fondos. El controlador ¿acaso no tiene que ser también controlado?
Felizmente “Europe is watching Spain”.