Las obras quedaron paralizadas en 2011 cuando estaban ejecutadas al 87 a causa de la suspensión de pagos de la constructora Imaga
La falta de vigilancia de las obras, abandonadas durante la anterior legislatura, ha supuesto desperfectos y hurtos valorados por los técnicos municipales en casi 5 millones de euros
♦ No son fotogramas de una película ambientada en un mundo post nuclear. Es el estado de la ‘perla’ de Leganés, proyectada en el año 2006 con José Luis Pérez Ráez al frente de los destinos del consistorio leganense. El moderno edificio, hijo de la burbuja urbanística, estaba destinado a ser la estrella de los logros de la última legislatura del anterior alcalde socialista, Rafael Gómez Montoya. Sin embargo, la burbuja explotó; la constructora adjudicataria se fue a la porra y el proyecto empezó a dormir la pesadilla de los edificios abandonados sin acabar: hogueras, robos, destrozos y todo lo imaginable para acabar en un tétrico escenario. Muchas veces, la realidad supera a la ficción de los libros. En este caso, la Biblioteca Central de Leganés guardará un pasado incierto, tenebroso.
Cuatro años despues de su abandono, el nuevo Alcalde socialista de Leganés, Santiago Llorente, ha visitado el lugar. El anterior Gobierno Local no fue capaz de acordar con la oposición la terminación de un edificio imponente de 8.000 metros cuadrados construidos en el que se habían gastado, cuando quebró la constructora, casi once millones de euros.
Para acabar el edificio, en la situación actual, harán falta al menos otros cinco millones. Habrán hecho falta más de diez años y quince millones de euros para hacer realidad la Biblioteca Central de Leganés.
A la visita girada al edificio hoy por el primer edil han acudido también los representantes de todos los Grupos Municipales del Ayuntamiento (Leganemos, ULEG, PP e IU) el edificio de la Biblioteca Central para conocer de primera mano el estado exacto de esta instalación.
Los asistentes han recorrido la instalación acompañados de responsables técnicos de la obra y técnicos del propio Ayuntamiento de Leganés. Santiago Llorente ha recalcado su intención de “terminar la obra lo más rápidamente posible”, añadiendo que es una decisión ya tomada y muy meditada. “Esta instalación debe estar lista cuanto antes para que los vecinos y vecinas puedan disfrutarla, no tiene ningún sentido que la obra continúe parada”, ha resaltado.
Según los técnicos del Ayuntamiento de Leganés, aún habrá que gastar unos 5 millones de euros para poner en marcha la Biblioteca Central. El alcalde ha confirmado que el anterior equipo de Gobierno dejó dotación presupuestaria para acometer las obras. Santiago Llorente ha confirmado que se reunirá con el equipo redactor del proyecto y con la dirección facultativa de las obras “para saber si podemos continuar trabajando con ellos, y reiniciar así las obras lo más rápidamente posible”. Mientras tanto, habrá vigilantes de seguridad privada de forma pemanente para evitar que haya más robos en la instalación.
Según ha afirmado el Alcalde “la obra sigue parada, y se han producido graves destrozos dentro del edificio. Se han llevado todo lo que se podía robar, instalaciones eléctricas, mobiliario o paneles solares. Los destrozos son muy graves”.
El regidor ha mostrado su desolación tras la visita ya que “es muy triste ver que un edificio como éste, que puede albergar una gran biblioteca, una Filmoteca y un Archivo Municipal Central está desolado por los destrozos”. Para Llorente, «es terrible que haya que volver a destinar recursos a esta obra ya que supone un sobrecoste que vamos a tener que sumir los vecinos y eso es algo que como vecino y como alcalde, me duele enormemente”
La Biblioteca Central se proyecto en el año 2006 y scomenzó a construirse en el año 2008 con un presupuesto de ejecución de 12 millones de euros. Las obras se paralizaron en 2011, con el 87 por ciento de la obra concluida, tras producirse la quiebra de la empresa constructora Imaga. En 2012 el Ayuntamiento de Leganés suspendió el contrato con dicha empresa. Desde entonces la instalación no ha contado con seguridad por lo que los robos y el vandalismo han provocado un alarmante deterioro del edificio.