Entrevista a Rafa Pérez, autor de ‘Frascos Pequeños’, de Bohodón Ediciones
► Frascos Pequeños, poemario que mezcla literatura y acuarela, lleva al lector a la reflexión
► “Le he puesto este título porque creo que, en realidad, son grandes esencias”
Rafa Pérez va ya por sexta obra. Es un tipo cercano y llano en el mejor de los sentidos. Le encanta hablar de sus pasiones, entras las que se encuentra la literatura y, más específicamente, la poesía. Este profesor de Educación Primaria presenta de Frascos Pequeños, su último poemario con el que pretende emocionar y hacer reflexionar a todo aquel que llegue a sus manos. A través, en ocasiones, de una frase con dos líneas, Frascos Pequeños presenta situaciones que no te dejarán indiferente y, así, el lector es también protagonista del pensamiento inherente que emana de un género tan importante como el poético. Además, la obra no sólo está conformada por letras, sino que cuenta con unos dibujos de acuarelas que harán las delicias ilustrativas. Rafa nos da un par de ejemplos de lo que nos encontraremos dentro de Frascos Pequeños; “cambiemos la forma de ver el mundo, dejemos de conformarnos con mirarlo” o “en ocasiones, la mayor grandeza de una decisión radica en haberla tomado”. Píldoras de gran calado. A través de esta entrevista, intercambiamos impresiones sobre la poesía con el autor y nos da a conocer de primera mano su trabajo más reciente. Rafa avisa, los Reyes de Oriente cuentan ya con dotaciones de Frascos Pequeños para quien se lo pida…
Pregunta: Antes de hablar de tu libro actual, haznos una síntesis de los anteriores…
Respuesta: El primero es un poemario llamado Vientos de Alma. Después hice el de Tim, un cuento contra el racismo, abordando el tema desde la literatura juvenil y todo lo recaudado con él, lo destinamos a la construcción de una escuela en Haití por el terremoto tan devastador que hubo.
Luego,entre los que tuvieron un peso más conocido, tenemos a Retrato Incierto, otro poemario. Y La diferencia siempre está en los ojos del que mira, de 2013 con Bohodón Ediciones y la novela de 2014, reimpresa en 2017, El Otoño llegó sin avisar.
P: ¿Quién es Rafa Pérez Herrero?
R: Me gusta definirme como escritor, guionista y maestro. Me dedico a dar clases, soy maestro de Educación Primaria, con los peques de 11 y 12 años, en quinto y sexto. He escrito guiones para el cine. Está el corto de Detrás de las sábanas. Y Secun de la Rosa quedó segundo en el certamen de monólogos con el que escribí yo en 2003, en el Club de la Comedia. Se llamaba Las recetas de cocina, quedó segundo, como he dicho, y luego lo han estado interpretando en lugares como El Club de Flo.
P: ¿Es el género de poesía el que más te gusta?
R: Sí, aunque me gusta hacer de todo porque soy bastante inquieto. Disfruto escribiendo guiones de comedia o para cine. Me gusta que cada cosa se haga de una forma distinta. En poesía me conocen mucho como el poeta de lo cotidiano, es el mote que me pusieron cuando salió el primer poemario.
P: ¿Por qué?
R: Me lo pusieron por la temática porque a mí me gusta mucho escribirla cuando veo algo. Mi poesía es de imágenes, muy cotidiana por eso. Siempre cuento el mismo ejemplo, uno de los poemas que tuve en La diferencia está en los ojos de quien mira: una niña y una madre que estaban en un banco de El Retiro, y la madre buscaba trabajo. Y de esa imagen me salió el poema Tiempos de crisis y es como eso; instantes, retratos de lo que veo y que me surge una frase y a partir de ahí se construye todo el poema…
P: ¿Todo es susceptible de ser un poema?
R: Efectivamente, totalmente de acuerdo. Una de las cosas que me gusta de la poesía es que tú escribes pensando en un tema y luego, según quien lo lea, puede entenderlo a lo mejor con referencias que tú no habías pensado y lo hace suyo. Me pasó con un poema, me escribió una carta una de las madres de La Plaza de Mayo de Argentina. Yo no lo había pensando exactamente para el tema de la dictadura y de los desaparecidos, pero sí abordaba un poco el tema y me impactó mucho recibir una carta de una de las Madres de Mayo dándome las gracias por reflejar lo que ella sentía. Sí hablaba de eso, pero no lo encuadraba justo en Argentina y es otra de las grandezas que tiene la poesía. Así que lo has dicho muy bien, todo es susceptible.
P: ¿Cómo ves la poesía? ¿Crees que es un mundo elitista?
R: Para mí no sólo es poesía todo lo que rima y tiene versos alejandrinos. Eso está muy bien, y hace falta conocerlo porque, cada día, las Humanidades están más de lado y así nos va, pero sí creo que en su día existió ese concepto elitista porque la leían los estratos sociales más elevados. Para los demás era un poco incomprensible porque también era difícil. Creo que lo bueno de la poesía actual y de los poetas que estamos surgiendo tiene que ver con que hemos acercado la poesía a la gente. Y la gente se ha dado cuenta de que poesía también es ser capaz de contar lo que ellos sienten y ellos no son capaces de decirlo con palabras. Yo creo que la poesía está subiendo tanto y vendiendo bien.
P: Acabas de romper un mito…
R: No te voy a engañar, también es un poco lo que yo quiero ver. A mí, entrar en la Casa del Libro y ver que, cada vez, había menos libros de poesía o incluso ver que habían desaparecido los stands o que estaba todo mezclado en poesía, teatro, ensayo… Eso afortunadamente ha cambiado. Yo creo que esa tendencia está cambiando porque también estamos con una poesía que la gente es capaz de entender. No digo que la anterior no fuera maravillosa, pero evidentemente era la poesía pura con su rima y métrica y tenía esa tendencia era elitista en tanto en cuanto no era comprensible para todo el mundo.
P: Al final, la clave está en que emocione…
R: Fíjate, Adrián, recuerdo comentártelo en la entrevista en televisión. Si tú te lees un libro y al terminar estás exactamente igual que cuando empezaste, ese libro no es bueno. Con que te haya trasladado a algún lugar, es suficiente… Lo típico que cierras el libro y dices eso de dónde estoy, porque te has ido al meterte tanto en la historia que ya no te acuerdas si estabas en la terraza o en el salón, ya es diferente. Y la poesía ya remueve sentimientos. A mí me ha pasado que a una señora se le salten las lágrimas y diga que lo sigue leyendo en casa porque en ese momento le estaba emocionando. Y el otro día me pasó lo mismo con una compañera con el de Frascos Pequeños. Eso quiere decir que se están haciendo bien las cosas. Que con unas letras plasmadas en un papel seas capaz de que alguien se le pongan los pelos de punta, llore, sienta frío, vamos por buen camino…
La poesía de lo cotidiano e intimista
P: Pinceladas de tu poesía…
R: La primera es que es una poesía cotidiana y en la que todo el mundo se va a reconocer porque son situaciones que a todos nos han pasado. Creo que es una poesía intimista en cuanto a que va al corazón y te hace moverte, reflexionar. Siempre me han dicho que mis libros son de mesilla porque lo leen y lo vuelven a releer. También me gusta ese concepto de ser un libro de mesilla y que se consulte por la noche y se vaya uno a dormir dándole vueltas a lo que acaba de leer. Y sobre todo, una poesía cercana.
P: Sin duda, la carga de sentimientos por la noche, acumulados durante el día, es importante…
R: Eso es. Pasa con Frascos Pequeños con uno de los poemas, yo le llamo así porque creo que son grandes esencias, y uno de ellos era precisamente que cuando te vas a dormir, tu mochila está cargada con todo lo que has hecho durante el día y esa sensación es que la te hace pararte a pensar todo lo sucedido en el día, que te marca, te des o no cuenta. A la hora de acostarte, te llevas todo lo que has hecho durante el día y te paras a pensar en ello antes de cerrar los ojos.
P: ¿Qué contenido encontraremos en Frascos Pequeños?
R: Te vas a encontrar desde relatos que son simplemente una frase de dos líneas hasta relatos más extensos. En temática, te encuentras de violencia de género, reflexiones sobre cosas cotidianas como la suerte que tenemos por haber nacido a un lado o a otro de un mar. Tengo uno aquí delante que dice, “cambiemos la forma de ver el mundo, dejemos de conformarnos con mirarlo”. Para mí esas dos líneas son una actitud de vida. Te voy a decir otro, que me gusta mucho, “en ocasiones, la mayor grandeza de una decisión radica en haberla tomado”. Me gustan mucho esas frases que dices, espera, espera, que tengo que volver a leer y una vez leída te crea un pensamiento y acabas descubriendo partes de ti. A mí me ha pasado, no sólo en poesía, sino en narrativa. A mí me gusta mucho subrayar los libros cuando veo una frase que me gusta. Le das vueltas y descubres partes de ti que te ha provocado una frase. Eso me parece bestial.
P: Así que para leerlo con tranquilidad…
R: Eso es. Es un libro para leerlo con calma. Más las acuarelas, que he tenido la suerte de que mi amigo Ricardo, uno de los acuarelistas más considerados en Europa, haya plasmado lo que él sentía al leer los versos y textos. Esto para mí ha hecho que el libro sea una pequeña joya. Además, le dije que no hiciera una acuarela del poema en sí, sino que leyese todo el libro y cuando tuviese todas esas sensaciones, me las dibujase, me las acuarelase. Por eso, me gusta tanto. Si el texto habla de una estación, no te vas a encontrar el dibujo del tren, sino lo que él ha sentido porque ha dibujado sensaciones y eso le da mayor riqueza porque me parece complicadísimo.
P: ¿Cómo han sido las primeras impresiones?
R: Las que hay de momento son de mis lectores cero, como digo yo. Son buenas y todo el mundo que lo ha visto le ha gustado. La verdad es que desde que vieron el booktrailer, que nos quedó muy ajustado a lo que yo quería, la gente lo aceptó muy bien. Lo cogen y no lo sueltan. Cuando tú plantas un libro entre miles dentro de una librería, lo primero que tienes que hacer es atrapar al lector con la portada. La portada de Frascos Pequeños lo consigue. Luego tienes que tener una buena sinopsis que haga que el lector se moleste en abrirlo. Si lo hace, como en Frascos Pequeños hay textos cortos, cuando lees uno, yo creo que te atrapa y necesitas seguir. En estas primeras opiniones se ha conseguido.