Lo normal sería que empezara estas líneas lanzando insultos y descalificativos contra todos los que nos han llevado a esta situación catastrófica en el campo económico-sanitario-político-laboral-medioambiental-urbanístico-de investigación, etc., etc. Pero para ¿qué perder el tiempo? España como entidad social, los españoles como individuos. puede que seamos uno de los pueblos más tolerantes y solidarios, pero como entidad política somos un enfermo terminal, al que ya sólo cabe dejar morir. De todas formas, conviene que los ciudadanos carguemos con nuestra responsabilidad. Nos hemos creído, y seguimos creyendo a ciegas, todo lo que nos dicen los políticos españoles El resultado está a la vista. En cuanto entidad política, somos los campeones de todas las calamidades, un barco sin timón, sin capitán y sin tripulación, un barco a la deriva.
Pero no siempre fue así. Hubo un período de nuestra historia, corto, por cierto, en la que nuestros políticos miraron a Europa. Los socialistas españoles seguían un poco la estela de Willy Brand y del socialismo alemán. Los populares se acercaban un poco a la democracia cristina de Alemania y de Italia. El partido comunista español abandonó la lucha de clases y arrimó el hombro a la reconstrucción de la democracia, Después los tres partidos se corrompieron, y los nuevos partidos que surgieron no han aportado nada diferente. De los partidos nacionalistas no merece la pena hablar, no solo porque su calidad democrática no es mayor, sino porque, además para ellos España como entidad política no existe.
España como entidad política se está suicidando. Solamente la UE nos puede salvar. Y digo que “nos puede salvar”. Para esto tiene que controlar férreamente el destino y la aplicación de los fondos de recuperación. Tenemos experiencia en hacer que desparezcan por el camino gran parte del dinero que la UE nos había otorgado a través del fondo social y de los fondos estructurales. La UE, aunque no sea un modelo de democracia, tiene que controlar la deriva que está tomando desde hace ya varios años nuestra democracia. Tiene medios para hacerlo.
La UE puede ser nuestra salvación porque con los 4 millones de parados estamos expuestos a una emigración hacia Europa mayor que en los tiempos de Franco. Puede ser nuestra salvación, porque en la UE los partidos políticos están obligados a dialogar,cuando se trata de solucionar los grandes problemas, Puede ser nuestra salvación, porque en la UE los grandes partidos son rivales, pero no enemigos, y porque en la UE tanto el presidente del Parlamento Europeo como la presidente de la Comisión y el Presidente del Consejo Europeo son los presidentes de todos los europeos, prescindiendo de su propia nacionalidad y de su partido político.
Si Europa no es la solución para España, como diría Ortega y Gasset, puede ser que España se convierta un problema también para Europa.