Los concejales que resultaron elegidos en los últimos comicios del 26 de mayo han presentado la obligatoria declaración de bienes e incompatibilidades. La curiosidad empuja a escudriñar los bienes de los que nos administran; ya sabíamos que se tiene fijado un buen estipendio; y cuando les parece poco, se lo suben sin miramientos.
Empezamos, como no podía ser de otra forma, con la primera edil de Getafe, que año tras año, legislatura a legislatura, sigue presentado una declaración de bienes casi modesta si pensamos que lleva en el Ayuntamiento más de la mitad de su vida con un salario, digamos, que suficientemente magro. Antes de resultar elegida como concejal en el año 2003 fue jefa del gabinete de alcaldía de Pedro Castro. En fin, todo el siglo XXI con un salario de privilegio. Solo durante la última legislatura, del 2015 al 2019, ha ganado 252.311 euros, a 63.077 euros por año. Si hiciéramos una estimación de los emolumentos que ha recibido del erario público en estos 20 años, haciendo una media y teniendo en cuenta la revalorización, la cifra alcanzaría casi el guarismo de los seis ceros. Sara Hernández ha declarado dos cuentas corrientes con 2.028 y 19.992 euros, así como un plan de pensiones de 22.302 euros, el cien por cien de una vivienda en propiedad con un crédito hipotecario (2004) y un Fiat Bravo del año 2013. No posee otros bienes como acciones ni declara incompatibilidades. Todo muy recatado; o es un poco manirrota o vive la vida y ahorra poco. Casi nos da pena. Es una alcaldesa, sino pobre, de clase media.
Si miramos estrictamente los ingresos anuales, el nuevo portavoz del PP, Carlos González Pereira, podría ser uno de tantos damnificados por la actual situación ‘a la baja’ del PP. Durante los últimos años cuatro años ha ganado, como director general de la Comunidad de Madrid, cerca de cuatrocientos mil euros (93.855 euros al año); ahora, en el Ayuntamiento de Getafe como portavoz del grupo popular cobrará casi la mitad, exactamente 51.093. . González Pereira, que también lleva sus buenos años, como Sara Hernández, viviendo de la política ha declarado dos cuentas con 12.521 y 275.000 euros, respectivamente, además de dos viviendas al 50 por ciento, un préstamo hipotecario, dos coches y una motocicleta. Pereira refleja más fielmente que la alcaldesa al represente público que lleva toda la vida chupando de la administración con un salario que podríamos calificar, sin rubor, casi de indecente.
Mónica Cobo, portavoz de Ciudadanos durante la anterior legislatura y recién renovada en su cargo, ha declarado dos cuentas con 2.507 y 2.425 euros respectivamente, un préstamo personal y un audi del 2009. Se trata de la portavoz más pobre de la nueva Corporación municipal, con un balance que en función del importe del préstamo podría predominar el pasivo…
Alba Leo, la portavoz de Podemos Ahora Getafe, que se ha estrenado como edil del Ayuntamiento de Getafe ha declarado dos cuentas con 10.273 y 5.549 euros. Escueta; durante la anterior legislatura fue cargo de confianza de Ahora Getafe en el Ayuntamiento.
El portavoz de Vox, José Manuel Fernández, que también es nuevo en la Corporación ha declarado una cuenta con 30.536 euros, el 25 por ciento de una casa y tres locales, dos al 50 por ciento y uno de ellos al 25 por ciento; también figuran un estudio, un trastero y cuatro plazas de garaje al 50 por ciento.
Por último, el portavoz de Más Madrid-Compromiso por Getafe, Jesús Pérez, se estrena como edil declarando una vivienda al 50 por ciento, cuatro cuentas con 1.070, 2.274, 22.682 y 101.711 euros respectivamente, un plan de pensiones de 16.078 euros, la participación en una sociedad al 50 por ciento y dos coches.
Entre el resto de ediles, no hay nada especialmente reseñable. El edil de Podemos Carlos Daniel Enjuto declara una cuenta con 8.500 euros y una participación del 50 por ciento en una empresa dedicada a la activiad inmobiliaria (?); la número dos del PP, Mirene Presas, que parece una hormiguita por su forma de acumular y ahorrar, nada que ver con la alcaldesa: una vivienda, plaza de garaje y trastero al cincuenta por ciento, tres depósitos a plazo con un total de 95.000 euros, tres cuentas corrientes con un total de 13.000 euros, un plan de pensiones con 2.165 euros y un jeep cherokee del 2015. Ahorrando que es gerundio.
Otra fiera económica de la corporación es el concejal delegado de Urbanismo, Jorge Juan Rodríguez Conejo. Vivienda en propiedad adquirida en el 2015, un crédito de 32.970, cinco cuentas corrientes con más de 90.000 euros; dos planes de pensiones por un valor total de 85.000 euros y un golf del 2014. Pongámoslo en el apartado de ediles cresos.
Pero vayamos al cotilleo puro y duro, al más cruel. Busquemos al edil menos afortunado ¿Quién es el concejal más pobre y necesitado, aquel que estaría en el umbral de la pobreza si no fuera por su condición de representante público? Pues quizás haya más de un candidato. El que fuera concejal de Lyma durante la anterior legislatura, Ángel Muñoz ha declarado una vivienda al 50 por ciento adquirida en 1991 y solo 1.400 euros en la cuenta; eso sí, tiene tres coches, un Hyundai dos BMW, el último adquirido el año pasado. El delegado de Cultura, Luis José Domínguez, solo declara el 50 por ciento de la vivienda adquirida en 2002 y 2.100 euros en la cuenta. No hay que dejarse engañar: tiene dos planes de pensiones por valor de 88.000 euros.
Daniel Pérez Pinillos, concejal de Podemos-Ahora Getafe en esta legislatura y en la anterior también parece pobre. Solo ha declarado 127 y 2.882 euros en las dos cuentas corriente que posee, aunque tiene una vivienda al 50 por cidento adquirida en 2013, y pagada totalmente. Digamos, que si no es por la extra de verano, lo tendría difícil para irse de vacaciones… La otra edil de Podemos, Ana Isabel Calcerrada no tiene piso, ni acciones, ni fondos de pensiones ni incompatibilidades. Solo declara una cuenta corriente con 13.293. Firme candidata al título de edil más pobre de la Corporación.
Sin embargo, el [de]mérito de ser el más menesteroso lo disputa el segundo de los concejales de Vox. Ignacio Díaz Lanza, virgen también como cargo público, declara una vivienda adquirida en 2013 con un crédito hipotecario pendiente [nadie declara el valor de los inmuebles ni el importe de los créditos; tiene un plan de pensiones de 4.459 euros y, vaya mala racha, solo 807 euros en la cuenta corriente. Este sí que se queda sin vacaciones este año.