El dolor neuropático representa ya el 25% de las consultas por dolor que se producen en los centros de salud. Como mínimo, existirían entre 300.000 y 600.000 personas en España que padecen dolor neuropático, aunque algunos estudios señalan que podría haber unos 3 millones de afectados
Hoy, 17 de octubre, se celebra el Día Mundial Contra el Dolor a iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de concienciar sobre la necesidad de buscar nuevas fórmulas para evitar el sufrimiento físico de las personas que padecen dolor. Según datos manejados por la Sociedad Española de Neurología (SEN), la prevalencia del dolor crónico podría llegar al 11% de la población española, de los cuales un 47% padece dolor diariamente. La consulta por dolor supone el 50% de las visitas a atención primaria.
Dentro de las consultas que se realizan por dolor, el dolor neuropático representa ya el 25% de las que se producen en los centros de salud. En España, el 8% de los pacientes que acuden al neurólogo sufren dolor neuropático y es ya el 8º diagnóstico en orden de frecuencia. El dolor neuropático, por lo tanto, no tiene una escasa prevalencia. Aunque como mínimo, existirían entre 300.000 y 600.000 personas en España con dolor neuropático, algunos estudios señalan que alrededor del 6-8% de la población podría presentar alguna forma de dolor neuropático, lo que significaría unos tres millones de afectados en España. Además, teniendo en cuenta que las causas que lo producen son muy prevalentes en la población -diabetes, infección por herpes zoster, ictus, esclerosis múltiple, polineuropatias…- y en muchos casos por patologías asociadas a la edad, es esperable un aumento en el número de pacientes afectados de dolor neuropático en los próximos años.
“El dolor neuropático se considera como uno de los peores dolores, no solo por la dificultad del tratamiento, debido a su enorme complejidad fisiopatológica, sino también por la forma tan intensa en la que lo experimentan los pacientes y que conduce a una pérdida de calidad de vida y a una limitación funcional acusada a lo largo del tiempo”, señala el Dr. José María Gómez Argüelles, Coordinador del Grupo de Estudio de Dolor Neuropático de la Sociedad Española de Neurología. ”Aunque en los últimos años se está produciendo un gran avance en el conocimiento de la fisiopatología del dolor neuropático y se están desarrollando nuevas moléculas más específicas para el tratamiento de esta entidad, actualmente, el dolor neuropático crónico constituye un reto diagnóstico y terapéutico para toda la comunidad médica”.
El dolor neuropático es una afección neurológica que aparece como consecuencia de alteraciones del sistema nervioso, periférico o central, producido por una lesión en el sistema nervioso o por un mal funcionamiento de éste. Aunque los síntomas del dolor neuropático son muy variables, es común experimentar falta de sensibilidad junto con síntomas dolorosos similares a una sensación de corriente eléctrica o quemazón o hipersensibilidad dolorosa que hace que los pacientes sientan dolor ante estímulos como una caricia o el roce de cualquier objeto. Esto hace que el 85% de los pacientes presenten un deterioro significativo en su calidad de vida, además de otras patologías asociadas como trastornos del sueño (65%), ansiedad (63%), depresión (56%), o falta de energía (55%), y que motiva una alta demanda de consultas médicas.
“El dolor neuropático es uno de los tipos de dolor más complejo, porque engloba diferentes etiologías, mecanismos fisiopatológicos y manifestaciones clínicas. Esto hace que, en muchas ocasiones, los pacientes no reciban un diagnóstico ni un tratamiento terapéutico adecuado o que estén esperando a que se consiga identificar el fármaco y la dosis adecuada . En la actualidad, el cuadro de dolor neuropático dura más de 12 meses en más del 65% de los pacientes”, explica el Dr. José María Gómez Argüelles. “Además, a diferencia de otros tipos de dolor, el neuropático no responde a los fármacos más comúnmente utilizados para el tratamiento del dolor”.
Aunque el tratamiento de los pacientes con dolor neuropático ha evolucionado sustancialmente en los últimos años gracias a anestésicos y derivados opioides, unidos a otro tipo de terapias no farmacológicas, o a medidas intervencionistas para casos muy seleccionados, como la radiofrecuencia o los bloqueos nerviosos, los resultados sobre su efectividad aún son pobres. Si bien, actualmente, el 50% de los pacientes consigue reducir en casi un 30-40% su dolor, entre un 40-70% de los pacientes con dolor neuropático aún no han conseguido un control completo del dolor.