La propagación del COVID-19 parece estar descontrolada, las medidas de contención no acaban de surtir efecto y cuando el caos por la enfermedad del Coronavirus parece estar a punto de estallar se me ocurre escribir sobre el tema, más bien podríamos estar ante un guion de una película, pero ojalá fuera eso. En primer lugar, vamos a explicar lo poco que sabemos sobre esta enfermedad, se trata de un tipo de virus que afecta especialmente a los pulmones y con un origen aún desconocido. No soy médico, pero creo que las noticias sobre el Coronavirus dominan actualmente la cobertura diaria de los medios de comunicación en Europa no tienen demasiada base científica ni criterio, lo que produce al consumidor un mayor desconcierto y miedo. Afirman que se originó en la ciudad china de Wuhan, también se habla de que producirá un impacto negativo en la economía mundial a medio plazo, dicen que afecta especialmente a los mayores o quienes tienen problemas respiratorios. Algunos centros escolares han cerrado, otros no, lo cual marca una línea que ciertamente desconcierta.
Puede que la saturación de noticias no venga bien a la mayoría de las personas, pero es la incertidumbre la que manda en estos momentos. Primero fue China quien puso en cuarentena importantes ciudades, cortando medios de transporte y casi llevando a cabo protocolos cercanos al “arresto” domiciliario. Estas medidas según los últimos datos están surtiendo efecto y el virus se contiene, las muertes no crecen, pero parece que no hay nada del todo preciso.
Vacaciones forzosas que están afectando al suministro de muchos productos procedentes del país asiático, incluso miles de productos se encuentran a la espera en almacenes para emprender su viaje, viaje que va con retraso afectando a otros miembros de dicha cadena, lo que en resumen se convierte en un descontrol de plazos para la línea habitual productiva, sembrando el caos especialmente para las PYMES. Algunos médicos opinan que hasta abril no se alcanzará el punto máximo de infectados y a partir de entonces podrían empezar a remitir los casos.
Pero ¿Cómo el coronavirus está afectando al desarrollo lógico de la vida?
En resumidas cuentas: ¡descontrol total! Todos estamos desconcertados con el tema, existe un alarmismo social importante y poco consenso a la hora de tomar medidas. Las empresas hacen verdaderos malabares con los pocos recursos que tienen y prevén tiempos difíciles. Hay sectores como el sanitario que están desbordados, se preparan planes para evitar contagios, teletrabajo y medidas para evitar que el virus arrase.
Las escenas vividas últimamente en los supermercados, (parecen sacadas de una película) nos llevan a un estado de psicosis total en el que todos estamos en alerta, como todavía no se puede prever una fecha fiable para que se revierta la situación, las empresas más pequeñas pueden sufrir graves consecuencias al no poder abastecerse.
Es difícil prever la duración de este estado de emergencia, sin embargo, creo que debería servir para hacer autocrítica y revisar ciertos modelos sociales y laborales establecidos. La crisis del Coronavirus y todas las adversidades o restricciones asociadas a ella demuestran una vez más nuestra dependencia de China. La situación actual en muchos sectores es alarmante y nos muestra que necesitamos urgentemente más valor añadido dentro de Europa.
Nos guste o no, las epidemias, los desastres naturales, los disturbios políticos en regiones del mundo que son importantes para nuestro desarrollo económico son inevitables y recurrentes, por ello hace falta más trabajo común, más medidas de criterio y previsión. Un efecto Mariposa que nace del “estornudo chino” y deja de manifiesto como no estamos aún preparados para este tipo de casos globales, lo que explicaría el shock traumático provocado en la sociedad por la irrupción de coronavirus, algo así como que estamos en manos de unos pocos.
De momento calma, desinformación, epidemias, caos, teorías conspiratorias, etc. Luces y acción.