El juzgado ha admitido a trámite la personación del PP de Getafe como acusación popular en el caso Jeromín, que investiga el destino de 54.200 euros de una subvención que concedió el Ayuntamiento en el anterior equipo de gobierno socialista de Pedro Castro y que los responsables de la entidad deportiva justificaron con pantagruélicas comidas.
«Dentro de nuestro compromiso con la transparencia y la gestión eficaz de los recursos públicos, queremos saber dónde está el dinero de los vecinos y que se haga justicia. Caiga quien caiga», ha afirmado el portavoz del PP, Juan Soler.
El PP de Getafe se presentó el pasado octubre como acusación popular en el caso Jeromín después de que desde Gobierno de la socialista Sara Hernández se diese orden entreverada de desistir de la investigación y se decidiese mirar para otro lado.
El caso Jeromín es consecuencia de la querella que el Gobierno de Juan Soler interpuso en la anterior legislatura con el firme propósito de destapar cualquier todo tipo de corrupción. «La alcaldesa ha actuado con un proceder muy oscuro porque ha preferido encubrir a sus imputados por corrupción antes que investigar el destino de una subvención concedida por el PSOE», ha dicho Soler.
El caso Jeromín implica directamente al exconcejal socialista Enrique Macías y al exedil del PSOE Ángel Bustos, que en la actualidad cobra más de 45.500 euros al año como asesor del Gobierno de Sara Hernández.
El PP de Getafe quiere saber dónde están los 54.200 euros que se concedieron al Getafe Beta, presidido en ese entonces por Enrique Macías, a través de una subvención, que fue justificada con facturas de comidas multitudinarias presuntamente falsas, lo que puede significar la comisión de los delitos de malversación de caudales públicos, prevaricación, falsedad documental y tráfico de influencias.
El pleno del Ayuntamiento aprobó en noviembre, con el voto en contra del PSOE e IU, la creación de una comisión para investigar el caso Jeromín, pero la socialista Sara Hernández se ha negado a su apertura con el objetivo encubrir a sus imputados por corrupción. «El intento desesperado de la alcaldesa de dejar morir la investigación es muy sospechoso y evidencia que en el caso Jeromín hay gato encerrado. Ahora hay que averiguar si el gato se llama Macías, Bustos o Sara Hernández«, ha añadido Soler.
