David Atienza, presidente del AMPA: “es indignante que los niños hayan sufrido obras, retrasos e infraestructuras defectuosas”
El Constitución 1812 es la escuela pública con mayor número de solicitudes de ingreso de Leganés
Las estampas que nos deja el inicio de curso suelen estar marcadas por los nervios previos a la primera clase del nuevo año escolar, el reencuentro entre compañeros, el estreno de mochilas y material… Sin embargo, en Leganés, hemos tenido una fotografía, muy distinta a las habituales, de inicio de curso en uno de sus colegios. Ese centro público es el Constitución 1812, en el barrio de Vereda de los Estudiantes. En el primer día de clase, hemos visto a los niños y niñas entrando a su colegio con cascos y chalecos. ¿El motivo? Las eternas obras que rodean a este colegio. Las promesas por parte de las instituciones han sido un clásico desde que el centro echase a andar (de aquella manera porque un lugar educativo en estas condiciones no es el mejor enclave para alumnos, profesores y personal no docente) por el 2011. De hecho, hace nueve meses la Comunidad de Madrid anunció una inversión cercana a 1,2 millones de euros destinados a tres nuevas aulas de Educación infantil y un gimnasio, que tendrían que haber estado listos para este septiembre. No en vano, las obras sufren un notable retraso y los plazos vuelven a no coincidir con lo prometido. El nuevo curso 2016-2017 en el Constitución 1812 no se ha podido comenzar con la total normalidad de otros centros de Leganés. La realidad es que alumnos y profesores conviven con cascotes, escombros y polvo. Están obligados a formarse y trabajar entre obras por la política de construir por fases.
En ese sentido, hemos querido adentrarnos en el centro para conocer de primera mano los problemas que acarrea esta situación. Lo hemos hecho con David Atienza, presidente del AMPA y con Verónica de la Llave, una de las madres cuyos hijos se ven afectados por el estado actual de su colegio.
David Atienza se encuentra en su tercer curso al frente del AMPA. Es padre de dos mellizas que este año cursarán el tercero de Educación Infantil. Empezamos hablando con él sobre los inicios del centro. Aquí, David con una frase esclarece bastante lo recorrido estos años, “efectivamente empezamos en el 2011/2012, pero no te digo que fue inaugurado, pues al no estar aún finalizado no pueden hacerlo” y añade que “en sus inicios, estaba previsto que se construyera en dos fases (hoy en día, vamos por cinco y aún no está acabado). En el primer curso ya se entregaron las obras con retraso y los niños que lo “inauguraron” estuvieron durante cuatro meses acudiendo a otro colegio de Leganés en ruta de autocar, hasta que finalmente pudieron empezar a ir al colegio en enero de 2012”.
Continuamos dialogando con David sobre las ampliaciones, que han sido muchas y no siempre acordes a los plazos, “posteriormente, ha habido varias “ampliaciones” del centro: Sala de Usos Múltiples, de Educación Infantil, que ha servido durante estos años de comedor o de gimnasio cuando llovía, de salón de actos… Está el edificio de Educación Primaria cuyas obras, después de ser adjudicadas a una empresa constructora, no viable, hizo que fueran abandonadas a mitad de la construcción, teniendo que ser de nuevo adjudicadas a otra empresa para que las acabara en plazo. También, dos cursos completos en los que no se hizo absolutamente nada en el centro. El curso pasado, 2015/2016, en que se construyó el nuevo comedor y una pista polideportiva, que fueron entregados en la primera semana de diciembre”.
Más allá de las ampliaciones y plazos, David nos hace un recorrido sobre la esencia y funcionamiento del Constitución 1812 con el que conocer mejor su calado y demanda, “la zona que abarcamos es la del barrio de Vereda de los Estudiantes, aunque el colegio recibe solicitudes de ingreso de todo Leganés. En un principio se concibió como un línea 2 (dos clases por curso), pero la demanda y la propia demografía del barrio han hecho que ya sea un línea 3 (tres clases por curso). Si hay algo de lo que nos sentimos orgullosos es de que, a pesar de todas las dificultades y gracias al Proyecto Educativo del Centro y al trabajo del AMPA, este curso ha sido el centro que más solicitudes de ingreso ha recibido de todos los de Educación Pública de Leganés”, idea muy importante y en la que ahonda el presidente del AMPA, “como primera opción, recibimos 85 solicitudes de familias que querían escolarizar a sus hijos en este centro, por lo que no se pudo atender a toda la demanda de plazas y se quedaron familias fuera. Y eso sólo contando a aquellos que, como te comento, nos solicitaron como primera opción”.
En este punto, de alta demanda y de más de cinco cursos en obras, surge, quizás, la pregunta más obvia: ¿cómo es esto posible? David tiene respuesta, “básicamente es posible porque las autoridades educativas no han ido ampliando el centro hasta que es imposible acoger a nuevos alumnos con las instalaciones existentes. Es un colegio que, cuando inicia su andadura, no lo hace con clases de todos los niveles (Educación Infantil y desde 1º a 6º de Primaria) sino que lo hace con un pequeño grupo de niños que conforman ese primer núcleo a partir del cual el colegio va creciendo progresivamente. Es ese primer grupo el que, cuando pasa de Educación Infantil a Primaria, hace que se deba construir un edificio para ubicarles y son ellos los que el curso que viene, cuando haya que admitir nuevos alumnos, necesitarán de nuevas aulas. Si no la escolarización será imposible al estar ahora mismo al 100% de su capacidad. Es decir, no hay un solo aula libre. Ahora mismo, ese primer núcleo cursará este año 4º de Primaria, por lo que aún quedan dos años más para que el colegio por fin abarque todos los cursos para los que fue programado”.
Construcción por fases
La construcción por fases no es una de las ideas que más guste y es precisamente la existente en este caso. “Es una cuestión meramente presupuestaria de la Comunidad de Madrid. En lugar de acometer la construcción completa en un ejercicio, lo demoran en varios para “parchear” varios centros a la vez con el mismo presupuesto, que deberían destinar a uno solo. Esta forma de proceder hace que muchas veces los centros no estén cohesionados, con edificios desperdigados unos de otros, colocados según las necesidades y que no guardan una estructura”, comenta David Atienza.
Una vez que hemos repasado la situación física del centro, es hora de adentrarse en la parte humana. Y, en esta historia, los protagonistas de esa parte son los alumnos, que deben de acudir a clase en un entorno que no es el habitual para el educativo. Cabe recordar que en el primer día de colegio de este septiembre, en señal de protesta y por las obras, los niños y niñas acudieron con casco y chaleco. Sobre esto, David explica que “actualmente, los niños de tres, cuatro y cinco años van a clase con maquinaria pesada y trabajadores finalizando los patios y gimnasio. El colegio sigue en obras, con las molestias que ello supone para alumnos y educadores, y lo va a estar, según estimaciones de la DAT Madrid-Sur, hasta finales de octubre, fecha prevista para la finalización de las obras del gimnasio. Nuestras previsiones, basadas en la experiencia vivida con el comedor, nos lleva a pensar que la entrega se producirá en diciembre”.
Hablando del comedor hay que indicar que éste, actualmente, carece de ventilación. Al estar rodeado por las obras, no abren las ventanas por el polvo y con calor de los primeros días de este mes ha sido complicado de aguantar. Pero, no sólo eso sino que también hay excavadoras funcionando en horario lectivo. Por esta tesitura el AMPA ha presentado una queja formal. En ella alegan que este hecho “atenta contra la seguridad más elemental” y piden que “los trabajos con maquinaria pesada se realicen fuera del horario escolar”. Son todos estos ejemplos los que sitúan a los niños como principales perjudicados. ¿Cómo llevan ellos la vuelta al cole con obras? “Para los más mayores es una situación asumida y eso es lo terrible. Lo han vivido tantas veces que podríamos decir que están acostumbrados. Pero, lo indignante es que puede que no lleguen a ver su colegio acabado. Para los pequeños ha sido, sobre todo, chocante. Muchos no habían tenido nunca la oportunidad de ver excavadoras y maquinaria pesada tan de cerca; nuestro más “sincero” agradecimiento a la DAT por habernos brindado esta experiencia extraescolar para nuestros pequeños. Era asombroso ver cómo se asomaban por las ventanas de las clases para ver a las excavadoras y camiones trabajar junto a ellos. O ver cómo los profesores se veían obligados a bajar las persianas completamente para tratar de abstraerles, en la medida de lo posible, de esas distracciones, ruidos y polvo”, explica Atienza. Además, los alumnos usan como patio una zona de parking del propio colegio habilitada puntualmente o las pistas por las que transita maquinaria pesada.
AMPA, Ayuntamiento de Leganés y Comunidad de Madrid
David me comenta que tenemos tres bandas, AMPA, Ayuntamiento de Leganés y Comunidad de Madrid. Sobre el papel de las administraciones indica que “el Ayuntamiento y partidos políticos del arco municipal (a excepción del PP) nos apoyan totalmente. Es más, en reuniones ya mantenidas con la DAT Madrid-Sur, el Ayuntamiento ha ofrecido la posibilidad de la firma de un convenio por el cual éste finalizaría las obras pendientes y después la Comunidad de Madrid las abonaría. No entendemos por qué desde la Comunidad de Madrid no han contestado. Los plazos ya no son fiables. Lo único que sabemos es que el próximo curso deberían entrar en el colegio 75 nuevos alumnos (tres grupos) y, hoy por hoy, no hay clases para absorber esa demanda”.
Verónica de la Llave es madre de un alumno de tres años y de otro de seis. Para ella, la situación actual es “insostenible. No se puede entender que tus hijos te pregunten por qué su cole está roto o que lo que más les gusta de su nuevo cole es la excavadora y la montaña de tierra, no es de recibo. No es entendible que se tarden seis años en tener un colegio completo, en el que ahora se está construyendo un gimnasio… Los niños ya están cansados de vivir con limitaciones, no paséis por aquí, ahora hay que ir por allá… No se puede organizar nada a largo plazo porque no se disponen de instalaciones, ni se sabe cuándo se va a disponer”.
Le pregunto a Verónica sobre la sensación como madre de ver cómo sus hijos conviven con cascotes, polvo o ruidos… Lo tiene claro, “tienes sentimientos encontrados. Primero, de que estás haciendo lo que debes de hacer, apostar por la escuela pública como apostaron nuestros padres en los 80. Pero, por otro lado, de que los llevas a un lugar que no es el más idóneo, sin gimnasio, sin patios y con excavadoras. Los niños necesitan correr, saltar, socializarse. Es importante la interacción en ese medio y no se produce como debería ser. Además, aunque desde el centro hacen todo lo posible para salvaguardarles, no es seguro”.
Por su parte, desde el AMPA continuarán la lucha. Seguirán convocando constantes asambleas con padres y madres, agentes políticos y sociales de la localidad en las que se planteen y debatan las acciones que llevar a cabo. Por ahí, hace unas fechas se produjo una multitudinaria concentración ante las puertas de la DAT Madrid-Sur, que contó, como nos apuntan, con cobertura televisa nacional. Desde el AMPA, afirman que seguirán batallando hasta que obtengan un compromiso “cierto y por escrito de que el colegio se va a finalizar completamente y que será este mismo año” y añaden que “no descartamos ninguna acción, ni siquiera las judiciales, en defensa de nuestros intereses”.
A corto plazo, Verónica no ve solución y opina que “aunque en breve se terminarán los patios de la zona infantil, aún está en construcción el gimnasio (por lo menos otros dos meses), más las nuevas aulas de Primaria, necesarias para el próximo curso. No podemos estar más tiempo conviviendo con polvo y máquinas, no es lógico. Los niños quieren ya disfrutar de un colegio completo y hacer las actividades propias de éste con unas instalaciones apropiadas para su edad”.
Para David, la solución está clara, “que acaben el centro como prometieron. No hay otra posible. Y vamos a luchar con todos los medios que podamos y durante el tiempo que sea necesario. No vamos a desfallecer y vamos a continuar hasta que consigamos lo que para nosotros es una obligación que debe atender la Administración: finalizar un colegio”. Por último, el presidente del AMPA, agrega y no se cansa de recordar que “es indignante que niños y niñas de nueve años hayan sufrido obras, retrasos, infraestructuras defectuosas (no han tenido la pista deportiva hasta el año pasado o gimnasio hasta éste). Entendemos que esta vía de la protesta es la única forma que tenemos. La única que nos han dejado…”. Confiemos en una rápida solución y que la lucha de estos padres y madres tenga recompensa así como los sueños de los alumnos que pintan en sus pancartas, “quiero ir a mi cole”.