► Si tienes un C5 presta especial atención
No son pocos los déficits que, en los últimos meses, tenemos que soportar en materia de Seguridad Ciudadana en Leganés. Se presupone de una ciudad como ésta una mayor tranquilidad cuando te vas a cenar y dejas, por unas horas, tu vivienda sin gente. O en lo que a tu vehículo se refiere. Se presume esto que estoy comentando porque hablamos de Leganés y porque, evidentemente, donde no hay crisis es en los impuestos que nos hacen pagar. Bien, lo que, a continuación, expongo, columna de opinión mediante, podría parecer asunto menor en comparación con lo que, fin de semana sí y fin de semana también, acontece en el mayor foco de violencia de Leganés, La Cubierta. Algo que no se saca de la nada este periodista, sino que ahí tienen a los vecinos y vecinas recogiendo firmas para que se dé carpetazo a este situación y regrese la paz.
No en vano, para ambas circunstancias partimos de la misma premisa, la Seguridad Ciudadana. Es un área que preocupa sobremanera en los últimos tiempos a la población leganense y cuyas competencias tiene asumidas el alcalde, Santiago Llorente. No en vano, tenemos a un director general irregular, según la Justicia, y enchufado por el máximo regidor. Ese es Óscar Oliveira. Partimos de la base que alguien puesto a dedo y cuyo mérito principal para entrar en el cortijo es el carnet partidista no nos ofrece, seguramente, las máximas garantías. No lo digo yo. Ahí están, en primer lugar, los vecinos y, en segundo lugar, medios regionales que han dado buena cuenta de las oleadas de robos en casas y delincuencia callejera. No. El camino no es exigirle más a un enchufado (lo de los enchufados se resuelve en las urnas en 2019). No es lo más razonable porque lo que Dios no da, Salamanca no presta. El dedo de Llorente te garantiza una pasta por el puesto, no que seas competente.
Teniendo a una importantísima parte de ciudad en contra, los hechos se siguen sucediendo. Ahora, tenemos la moda del robo de baterías de coche. Precisamente, el que suscribe estas líneas lo ha sufrido estos días. Ojo, importantísimo, si tienes un C5 extrema precauciones. Sí, parecen ser los más golosos a la hora de que los indeseables, cobardes y miserables delincuentes te abran el capó y se hagan con tu batería. Más allá del cabreo lógico y del recuerdo del dedo providente de Santiago, hay que denunciar. Basta decir en la comisaría que acudes por la sustracción de una batería para que los mismos agentes te pregunten, al instante, que si se trata de un C5. Reconocen que ocho de cada 10 turismos objeto de este atropello pertenecen a este modelo. Pagamos muchos impuestos (los trabajadores, gente como el concesionario de La Cubierta mejor pregunten al concejal de Hacienda) como para tener que soportar esto. El dueño de una tienda de repuestos de automóviles en Zarzaquemada, a donde acudo a por una nueva batería, me comenta que a él, en la Avenida Rey Juan Carlos, le hicieron hace unas fechas lo mismo. Tiene un C5. A mí, en Solagua y, atención, con un sol presente de lleno. Sí, a plena luz del día. Pero, es que a un compañero, la semana pasada también, le ocurrió en los aparcamientos de la DAT-Sur que miran a la carretera de Villaverde.
Y dos días después de este lío, me encuentro con una rueda pinchada. A veces, pensar mal te acerca a acertar. A veces, dejar cosas por escrito, te acerca a protegerte. ¿Vemos normal que esto esté ocurriendo en Leganés? ¿Tenemos que estar así? ¿Esta es la seguridad que merecemos y nos dan? Sigue pagando impuestos para sus nóminas, pero guarda algo para cuando tengas que reponer baterías y ruedas. No dejes de denunciar tampoco estos actos.
Yo pensé que los que no tenían batería eran los miembros de este gobierno, por eso creía que exigirles que se pusieran las pilas era utópico. Tienen carga para chupar del bote.
A ver si damos un chute de energía a la Seguridad Ciudadana, Oliveira, porque a este paso vamos a lo que vamos, a un Leganés sin batería. Los que las quitan, desearles que lo que reciban por ellas lo inviertan en farmacias.
PD: Deberíamos, con la denuncia, pedir una reducción en los tributos. Yo no pago ni para que os la maméis en cachopos ni para que nos roben y reponer lo desvalijado con el mismo parné. Cuando se suceden tantos ejemplos, casualidad no es. Incompetencia, dejadez…
