La empresa Ecovidrio y el Ayuntamiento de Getafe han puesto en marcha la segunda edición de la ‘Liga del reciclaje’, un original campeonato con el objetivo de sensibilizar e informar a los alumnos de los colegios sobre el reciclaje de vidrio. En esta edición, el colegio que más kilos de vidrio recicle, hasta el 30 de noviembre en el contenedor instalado para tal fin, será premiado con una fiesta muy especial.
Para delimitar el campo de juego y cifrar la cantidad de vidrio reciclado en total de cada colegio y la ratio por alumno se ha decorado un contenedor situado en las inmediaciones de cada uno de los centros, para que alumnos, profesores, familiares y vecinos, depositen los envases de vidrio.
El colegio que más kilos por alumno de primaria, haya depositado en su contenedor, será el que gane la competición, y como premio, recibirá una fiesta en la que el alumnado de primaria, disfrutará de juegos lúdico educativos, compartiendo una mañana diferente en la escuela.
En la primera edición de ‘La liga del reciclaje’, celebrada el curso pasado, se proclamó ganador el colegio público Vicente Ferrer, que logró un cheque por valor de 2.500 euros para invertir en material escolar, por recoger un total de 1.706 kilos de envases de plástico, latas y bricks, para ser reciclados. Los colegios Gabriel García Márquez y Tierno Galván, quedaron en segunda y tercera posición respectivamente, con premios de 1.500 y 1.000 euros. En esta iniciativa participaron 7.500 escolares y sus familias.
Las cifras del vidrio en Getafe
Según los datos de que dispone Ecovidrio, en 2016 los vecinos de Getafe reciclaron un total de 1.721.999 kilos de envases de vidrio. Esto supone que cada ciudadano recicló una media de unos 9,7 kg de vidrio al año. Getafe cuenta con 501 contenedores instalados, por lo que hay un contenedor por cada 353 ciudadanos.
El vidrio que se deposita en los contenedores se recicla al 100% y se utiliza para la fabricación de nuevos envases, de forma indefinida y sin perder las propiedades originales. Con ello se evita el crecimiento de los vertederos, siendo un elemento clave en la lucha contra el cambio climático. Cada vez que se recicla un envase se evita la extracción de materias primas, evitando la erosión de los suelos y la deforestación del entorno. Además, se minimiza la emisión de CO2 en el proceso de fabricación y se ahorra energía.