Más de 17 millones de europeos padecen algún tipo de alergia alimentaria, y 1 de cada 20 niños las sufren
Entre un 10 y un 18% de las reacciones alérgicas alimentarias suceden en el entorno escolar
♦ La Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) se une a una campaña europea de concienciación sobre alergia alimentaria y demanda más formación a los profesores y personal no docente de los colegios españoles para saber cómo actuar frente a una reacción alérgica a algún alimento. La Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica ha puesto en marcha la campaña Beware of allergy (cuidado con la alergia), centrada en la alergia alimentaria. Se estima que uno de cada 20 niños sufre alergia a uno o más alimentos. La alergia alimentaria es la principal causa de la anafilaxia en la comunidad y afecta, en particular, a los niños, recuerda la doctora Ana Mª Plaza, presidenta de SEICAP.
“Son pocas las personas conscientes de que una reacción alérgica severa, como la anafilaxia, puede provocar la muerte. Los profesores y las empresas que elaboran los menús escolares piden más información sobre este tema y deberían recibir una formación adecuada porque un alto porcentaje de niños come en el colegio”, asegura el doctor Luis Moral, pediatra alergólogo del Hospital General Universitario de Alicante.
Un informe publicado por la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica revela que las hospitalizaciones infantiles por una reacción alérgica severa se han multiplicado por siete en los últimos 10 años. Además, esta organización precisa en otro de los estudios de su campaña que entre un 10 y un 18% de las reacciones alérgicas alimentarias suceden en el entorno escolar. Tan sólo el 40% de los niños alérgicos disponen de un kit completo de emergencia y dos tercios de los menores y sus cuidadores no saben cómo usar un autoinyector de adrenalina. Por ello, se debe insistir en la necesidad de formar en la administración de tratamiento frente a una posible crisis. “Todos los centros escolares deberían disponer de adrenalina y se debería saber administrarla. Es un fármaco de uso sencillo y puede salvar vidas. La correcta administración de adrenalina, por parte de la enfermera escolar o los profesores que hayan recibido formación para ello, puede hacer que el niño se reponga o sus síntomas sean leves hasta que se disponga de la asistencia sanitaria”, explica el doctor Moral.
Además, este especialista recalca que muchos menores deben ser atendidos de manera especial por sufrir algún tipo de alergia alimentaria. “El personal del centro escolar tiene que estar preparado porque en cualquier momento existe el riesgo de que el niño tome un alimento inadecuado y necesite atención urgente”, indica. “Una reacción alérgica a un alimento puede ser catastrófica y las medidas para resolverlo son sencillas. Por ello, debería existir un protocolo de actuación y se tendría que formar a los colegios para que puedan atender estas urgencias”, insiste este experto.
Reacciones alérgicas en restaurantes
Por otra parte, la campaña europea también pone el acento en la importancia de la formación de los restaurantes y establecimientos frente a las alergias alimentarias ya que la mitad de las reacciones alérgicas sufridas en un restaurante se deben a un ingrediente oculto en salsas y aderezos. “Los restaurantes deben ser conscientes de este problema para que puedan atender correctamente a las personas que padecen una alergia. Además, en los productos elaborados debe estar claramente especificado en la etiqueta los alimentos que contienen, aunque sea en cantidades pequeñas por el riesgo de que un alérgico tenga una reacción que puede ser grave”, añade el doctor Moral.
Por último, este especialista destaca la importancia de la iniciativa de la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica por su impacto a todos los niveles. “Las enfermedades alérgicas no habían recibido la atención pública que merecen, a pesar de que en Europa hay un porcentaje muy alto de personas que las sufre”, comenta. Según un estudio publicado este mes en la revista The Psychiatrics clinics of North America, las alergias alimentarias afectan de forma negativa la calidad de vida de los niños y sus padres ya que pueden provocar episodios de angustia, depresión y estrés, alterando gravemente las relaciones sociales del niño y de su familia.