Mario Lechuga, junto a una de sus obras
► Actualmente es profesor de fotografía en Getafe y freelance
► Tras quedarse en paro, desarrolló su hobby y ha sido reconocido internacionalmente
Mario Lechuga, autoretrato ligthpainting
La fotografía que les presentamos a continuación narra la historia de un ganador. No en vano, convendrá interpretar el término ganador en un sentido amplio. Mario Lechuga es un vecino de Leganés de 34 años. Hoy es fotógrafo. Actualmente ha recibido un reconocimiento internacional por su trabajo. Su eterna primavera para con su cámara brotó de las ascuas del desempleo. Aquellas llamas punzantes se trasformaron en luz blanca. Vela inspiradora de un camino de cosecha de esfuerzo y recolección de alegrías. Enfocamos nítida la ilusión con que habla Mario sobre su posibilidad de conjugar pasión y profesión.
Mario reconoce que el interés por la fotografía siempre anduvo en él. Cuando algún familiar o amigo emprendía un viaje, les pedía una postal con el fin de coleccionarlas. Sin embargo, no sería hasta 2012 cuando esa inquietud se despertase, coincidiendo con el periodo en que se quedó en paro, tras desempeñarse como teleoperador o administrativo. A partir de ese momento, realiza un curso de iniciación a la fotografía en Leganés, y “después todo se fue intensificando mucho más”. Hacer fotos le relajaba, le servía de terapia. Así que cuando esa primera toma de contacto a nivel amateur cumplió los tres meses establecidos, tomó las riendas del autodidacta. El hobby ya no era tal y salir a ‘disparar’ no se reducía sólo a los huecos libres.
Foto garganta de Jarandilla de la Vera
Docente y freelance
Mario se creó una web donde iba subiendo su trabajo “sin ninguna ambición profesional”. Hoy, en consecuencia con su crecimiento, está muy mejorada. En ella pone en valor sus especialidades como la fotografía nocturna o el lightpainting, si bien abarca igualmente otras disciplinas.
Ahora, tras esa especie de recomposición, su trabajo se divide en las clases que imparte y en los eventos que cubre.
El fotógrafo Mario Lechuga es profesor en centros culturales de Getafe donde lleva cursos anuales tanto de iniciación como avanzados. De lunes a jueves atiende a sus alumnos en los C.C. de Las Margaritas, Cerro Buenavista y La Alhóndiga. “Suelo tener alumnos más mayores, aunque también cuento con una franja de entre 20 y 30 años. Organizamos las sesiones con contenidos teóricos y prácticos y dependiendo la ubicación del centro elegimos el lugar de Getafe donde fotografiar”, admite.
El resto del tiempo es autónomo. “El año pasado, me contrataron para cubrir un evento en Kuwait, la Arabian World Cup. Es similar a la Eurocopa, peor en los países del golfo Pérsico, Irak, Irán, Kuwait, Emiratos Árabes, Omán…”, explica Mario, y continúa, “yo estaba en una fan zone y me encargaba de hacer fotos a las actuaciones, artistas y público en general. Creo que es, hasta el momento, de los eventos más importantes que he realizado”.
Interior de una Mezquita de Kuwait
Premios
Los reconocimientos han llegado este pasado mes de noviembre. Se trata del premio The Epson International Pano Awards, un concurso de fotografía panorámica con prestigio a nivel mundial. Se presentaba por vez primera y entregó tres fotografías. Como resultado, cosechó tres medallas, dos de bronce y una de plata, esta última dentro de la selección de las mejores 50 imágenes del año. Las tres que propuso Mario eran de Kuwait, realizadas en la Navidad de 2017. Una diurna, otra nocturna y una tercera del interior de una mezquita.
La instantánea que se colgó la medalla de plata, tal como desgrana Mario, “es una panorámica compuesta por 60 tomas. Cada foto tiene cuatro dentro, para hacer un HDR, un alto rango dinámico. Es un proceso largo y laborioso en el mismo sitio y cuidando los parámetros, más el posterior trabajo en el ordenador. Ésta la tengo impresa en mi salón, es una satisfacción verla todos los días”. Las otros dos reflejan la azotea de un edificio abandonado de 13 plantas en Kuwait y las Kuwaits Towers, ahora en desuso.
Su pasión por el ligthpaintig
Del aburrimiento encontró la conexión con el ligthpaintig. Una noche de invierno, en el salón de su casa, entre una paleta de metacrilato y una linterna. Se generó un retrato, surgió el plexiface, utilizando herramientas conocidas en el lightpainting. “Lo curioso es que esta técnica es lo más parecido a la pintura en fotografía”, corrobora Mario. En este ámbito, ha ganado el segundo premio en el concurso Fine Art Photography Awards.
En palabras de este leganense, “en pintura tienes un lienzo en blanco y con unos pinceles pintas trazos de colores, en ligthpainting pintamos en una habitación oscura y con linternas se introduce la luz manualmente y así el sensor capta esa iluminación que tú decides. Estoy especializado en esta disciplina. Gente como Picasso o Matisse ya practicaban esta disciplina, no es nada novedoso”.
Uno de sus trabajos que muestra su dominio de esta disciplina está realizado en una garganta de Jarandilla de la Vera, al norte de Extremadura, concretamente en el pueblo de Guijo de Santa Bárbara. “Es una foto de lightpaining nocturna, toda la luz, introducida a mano, era de noche y no se veía nada. La luz de la modelo se la daba yo con una linterna desde una piedra. Había que correr bastante para generar los efectos. Me gusta porque puedes captar aquello que el ojo no ve y te permite hacer cosas más creativas y no se retoca en el ordenador”, señala Mario. Esta fotografía se expuso en Marruecos.
Una historia venida de cierta tempestad, a la que ganó. Hoy este fotógrafo recomienda desarrollar los gustos de cada cual. “El Mario de 2012 no tenía ni idea y hoy me encuentro con todo esto. Si te gusta la repostería, por ejemplo, haz cosas sobre ella. Nunca se sabe cómo puedes acabar”, finaliza.
