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«Más de la mitad de refugiados son mujeres y niños»

refugiados

 

Entrevista a la investigadora especialista en desplazamientos forzosos y refugiados, Immaculada Colomina Limonero, que forma parte de la UC3M gracias al programa de captación de talento CONEX


 

«…investigo el alcance, la magnitud y las acciones de la ayuda solidaria de los Estados Unidos a España durante los tiempos de la Guerra Civil y en el inmediato periodo posterior hasta el final de la Segunda Guerra Mundial»


«la hipótesis principal es que…unió a grupos de muy diversa índole, desde la extrema derecha hasta la izquierda más radical y revolucionaria»


«La ayuda estuvo dirigida a niños, mujeres y, ya en los últimos tiempos del conflicto, se extendió también a los ancianos»


 

investigadoraImmaculada Colomina Limonero es una de las nuevas investigadoras CONEX (CONnecting EXcellence to UC3M), un programa de atracción de talento para contratar investigadores experimentados internacionales que está financiado por la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), la Unión Europea (acciones Marie Curie del programa People del Séptimo Programa Marco), el Ministerio de Economía y Competitividad y el Banco Santander. El programa CONEX permite a la profesora Colomina, especialista en refugiados, desarrollar una investigación sobre la ayuda humanitaria que España recibió de Estados Unidos para los niños y mujeres durante y después de la Guerra Civil. Debido a su diversa formación (además de Doctora en Historia es licenciada en Antropología Social y Cultural, Historia y Ciencias de la Documentación) sus análisis son siempre multidisciplinares y transversales, abarcando el tema desde diversos ángulos.


¿Dónde investigaba antes de llegar a la UC3M?

Estuve cinco años como postdoctoral research fellow en la Arizona State University (EEUU), formando parte de un equipo de investigación multidisciplinar cuyo tema principal de estudio eran los refugiados y personas desplazadas de su país. Fue muy interesante pues, pese a tener de forma mayoritaria un enfoque histórico, se abordaba el tema desde diversas perspectivas. Entre otras disciplinas figuraban el Derecho, la Psicología, la Economía, la Antropología y la Religión. Antes, durante cuatro años formé parte de un equipo de I+D+i financiado por el antiguo Ministerio de Ciencia y Tecnología, liderado por las profesoras Alicia Alted Vigil, de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, y Encarna Nicolás Marín, de la Universidad de Murcia, cuyo tema principal era el estudio del exilio español en la antigua Unión Soviética. Durante este periodo, realicé largas estancias predoctorales en el Instituto Científico-Técnico de Moscú (Rusia) para la investigación en Derecho, Economía y Ciencia Política.

¿Cuánto tiempo lleva en la UC3M?

Estoy adscrita al departamento de Humanidades, en concreto en el área de Historia bajo la supervisión del profesor Ángel Bahamonde. Comencé mi estancia en enero de 2015 y he podido comprobar que la UC3M es una universidad con un espíritu joven y, por ello, muy dinámica y activa tanto a nivel intelectual como académico. Además, destacaría su gran apoyo a la investigación.

¿Cuál es el objetivo de su investigación ahora en el marco de CONEX?

En el marco del programa CONEX investigo el alcance, la magnitud y las acciones de la ayuda solidaria de los Estados Unidos a España durante los tiempos de la Guerra Civil y en el inmediato periodo posterior hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, justo antes de la creación de las Naciones Unidas. El título de mi proyecto es: «The United States international relief policy for Spanish children and women refugees before the formation of the united nations (1939-1945)».

¿Cuál es su hipótesis al respecto?

En este caso la hipótesis principal es que en los Estados Unidos el objetivo único de brindar la ayuda humanitaria a las víctimas del conflicto en España fue el elemento que unió a grupos de muy diversa índole, desde la extrema derecha hasta la izquierda más radical y revolucionaria. Todos ellos unieron sus esfuerzos, sin importar sus ideologías o creencias religiosas, en un acto de solidaridad internacional. Debo añadir que si bien se sabe cómo comienza una investigación, nunca se sabe cómo termina, pues las hipótesis iniciales pueden ser concluyentes o no. Creo es esto es uno de los aspectos más fascinantes del trabajo del investigador.

¿Cuántas organizaciones norteamericanas aunaron fuerzas y recursos con el fin de ayudar a las víctimas?

Según mis investigaciones, hubo una cantidad considerable de organizaciones de todo tipo que a lo largo del tiempo se unieron con otras y se refundaron con nuevos nombres lo que hace verdaderamente complicado su seguimiento. Hubo desde religiosas y caritativas a organizaciones sindicales que no solo ayudaron a las victimas durante la guerra, sino después ya en los años cuarenta con los refugiados en Francia, norte de África y América latina. Entre ellas, destaca la labor del American Friends Service Committe, los cuáqueros americanos que junto a la American Red Cross fueron los encargados de organizar gran parte de la logística que conllevó la ayuda humanitaria enviada a España.

¿Qué tipo de ayuda ofrecían?

La ayuda estuvo dirigida a niños, mujeres y, ya en los últimos tiempos del conflicto, se extendió también a los ancianos. Por un lado se instalaron pequeños ambulatorios donde se dispensaba todo tipo de ayuda sanitaria básica (medicinas, leche infantil, vacunas, vitaminas) y en otros centros se distribuían víveres, ropas de abrigo y calzados. De igual modo se sustentaron económicamente pequeños hospitales, cantinas y colonias infantiles en zonas tranquilas del país donde la guerra aún no había llegado y que se desplazaban según iban avanzando los frentes.

¿Qué tipo de metodología plantea en su investigación?

Mi trabajo se nutre de la investigación llevada a cabo en archivos, tanto de Estados Unidos como de España, así como del análisis de la bibliografía especializada publicada. Se trata de un proyecto multidisciplinar en el que interactúan diferentes disciplinas tales como Estudios de Género, Infancia, Historia, Religión, Política, Derecho y Filosofía. Creo esto aporta una gran riqueza a mis estudios diferenciándolos del resto.

Está especializada en refugiados y desplazados forzosos, sobre todo en cuestiones de género e infancia. ¿Los niños y mujeres son quienes más sufren en este tipo de situaciones?

Es sabido que niños y mujeres son grupos muy vulnerables en cualquier tipo de conflicto o desplazamiento, pero no hay que olvidar los ancianos. Y ya ni mencionemos a los discapacitados, porque son muy pocos los estudios que se fijan en ellos y creo es un campo que reclama mucha más atención.

¿Qué diferencias hay en base al género: refugiado y refugiada tienen perfiles muy diferentes?

La palabra “refugiado” tiene connotaciones discriminatorias ya de por sí nos indica una persona en una situación de gran vulnerabilidad y que necesita protección. Si a este factor le añadimos el factor género, ésta crece de forma exponencial. Por lo menos, más de la mitad de personas desarraigadas de este tipo suelen ser mujeres y niños. Las mujeres no sólo deben lidiar con la consecuente estigmatización social, sino que deben encargarse de la seguridad física, el bienestar y la supervivencia de sus familias, ya que a menudo son padres y madres a la vez. Por otra parte, son las mujeres las que cuidan de los enfermos y ancianos. Con posterioridad a un conflicto armado, son los agentes del cambio pues cumplen un papel clave, tanto en la transmisión de la propia cultura como en la reinserción social en el país de acogida.

¿Cómo investigó la acogida de la URSS a los niños refugiados por Guerra Civil?

Estuve cinco años trabajando en mi tesis buscando información y nutriéndome de fuentes de la antigua Unión Soviética. Mi estudio fue novedoso en el sentido de que gracias a mi conocimiento del idioma ruso pude aportar nuevas informaciones al tema del exilio español en base a fuentes totalmente inéditas. Además, presentaba una fuerte carga de historia oral ya que realicé numerosas entrevistas a los propios protagonistas.

¿De cuántos niños hablamos?

A la antigua URSS llegaron casi tres mil niños en busca de refugio, sin sus padres, en diversas expediciones organizadas entre los años 1937-1938. Estuvieron acompañados por cuidadores, en su mayoría mujeres voluntarias que les ayudaron a la primera instalación en ese país y cubrieron el vacío que los padres habían dejado. Su exilio duró mucho más de lo esperado y muchos nunca regresaron. Es una historia de desarraigo y de nostalgia por la patria y por la familia que quedó en España. El tema de los niños evacuados es un hecho muy triste que no debería repetirse. Desafortunadamente, este caso lo hemos visto una y otra vez en posteriores guerras del siglo XX.

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