Si hablamos de las semillas de marihuana la imagen que se nos viene inmediatamente a la mente tiene que ver con jóvenes o, si vemos otra franja de edad, decididamente con el aspecto más lúdico de la sustancia. Su consumo recreativo nunca pasa de moda, pero cada vez gana más espacio el consumo relacionado con su vertiente medicinal y, en el caso de su consumo por el mero disfrute, este cada vez es más informado y responsable. Por todo ello, empiezan a alzarse voces contra la representación sesgada de los consumidores de marihuana, que hace un flaco favor a cualquier iniciativa seria relacionada con la legalización.
Sharda Sekaran ha creado una base de fotos a la que cualquier persona puede recurrir si necesita documentar alguna noticia relacionada con la marihuana. Ahora que ha habido tantos cambios en las informaciones relacionadas con esta sustancia (cada vez más referidas a cuestiones éticas, legales o médicas) es difícil huir de la bandera de Jamaica, los adolescentes muertos de risa o la consabida hoja de esta reconocible planta. Los consumidores auténticos han sido los modelos reales de esta campaña, aunque al parecer no fue fácil conseguir que mucha gente se prestara a ser fotografiada consumiendo, debido a la estigmatización que sufre este colectivo por otro lado tan heterogéneo y plural.
Empresarias, médicos, profesores y farmacéuticos y sus familiares y amigos, todos unidos (desde el consumo recreativo o terapéutico) por un bien que consideran esencial: la normalización “estética” de una práctica que ya está integrada en la vida cotidiana de mucha gente. Esto debe hacernos pensar en el inmenso poder que los medios de comunicación tienen a la hora de configurar nuestro mundo y en cómo nos ayuda a (o nos impide) entenderlo. A partir de ahora, cada vez que veamos una noticia ilustrada por una foto en la que una pareja de cuarentones intelectuales fuma un porro de marihuana podremos pensar que nada es casual: los tiempos cambian, es momento de crear nuevos estereotipos.
