♦ De poco le valdrá al Ayuntamiento de Parla y al PSOE —en términos publicitarios— la reciente adjudicación de un servicio de mediación, inserción, asesoramiento, planificación y seguimiento de la difusión publicitaria de campañas institucionales por un total de 435.600 euros.
La campaña de publicidad más efectiva— y seguramente tampoco habrá sido barata para los ciudadanos—, la han conseguido de golpe, sin esfuerzo, gracias al denodado empeño por hacer de Parla, y de su Ayuntamiento, un lugar famoso por su morosidad, su deuda astronómica, por la incapacidad de sus dirigentes para gestionar la ciudad y, ahora, de mal en peor, por las presuntas corruptelas. Y el problema no es que lo hayan hecho mal, que además puede ser; aunque lo más probable es, visto lo visto, que se lo hayan llevado crudo (presuntamente, claro).
Además de tener un alcalde procesado por prevaricación y desobediencia, detenido por la Guardia Civil, Parla destaca a nivel nacional por la deuda que arrastra desde los tiempos de Tomás Gómez y acrecentada por los sucesivos gobiernos de su delfín, José María Fraile.
Recientemente el Tribunal de Cuentas hacía público un muestreo de la deuda de los ayuntamientos con los créditos ICO recibidos al amparo del famoso Plan E de Zapatero que dilapidó enormes cantidades de dinero en adoquines y hormigón.
Según este informe, Parla es el segundo municipio más moroso de España manteniendo, desde el año 2011, una deuda cercana a los 2.200.000 euros. Solo ha pagado un cuatro por ciento del dinero recibido. A ese ritmo, es posible que tarde, está claro, más o menos cien años en devolver el crédito.
Parla está en quiebra y, si fuera una empresa, debería declarar el concurso de acreedores. La deuda total del consistorio parleño alcanza los 370 millones de euros, atesorando una liquidez casi nula y una «inexistencia» total de solvencia financiera, según expresiones de la propia intervención municipal. Cada año, como es previsible, la deuda del municipio se agranda de manera importante. Al contrario que otras localidades como Fuenlabrada o Getafe en la que sí han hecho los deberes y han reducido su deuda.
Pobres parleños. José María Fraile y su Junta de Gobierno han conseguido el dudoso honor de auparse a la primera posición de las entidades locales de más de 5.000 habitantes con el ratio más alto de endeudamiento por vecino. La deuda de cada vecino de la ciudad, repartiendo a escote, es de 2.940 euros. Lo tiene oscuro el gobierno municipal que salga de las próximas elecciones municipales para aguantar otros cuatro años con estas penurias. Este está liquidado. Y la herencia, mejor no cogerla.