El que al final, después de tanto tiempo, tengamos la posibilidad de un gobierno nacional, es algo positivo. Hay que reconocerlo. Más vale tarde que nunca. El que los partidos políticos estén obligados a dialogar, también es algo positivo. Posiblemente se sigan creando puestos de trabajo en España. También algo positivo, pero ojalá no sea a base de bajar los sueldos. Claro que si no hemos dedicado recursos a la investigación, los puestos de trabajo que se creen, serán de baja calidad. Tendremos trabajos de mil euros, mientras nuestros especialistas e investigadores tendrán que emigrar a otros países. ¿Y por qué no hay recursos para la investigación? Los partidos políticos no se lo quieren preguntar, pero al final tendrán que reconocer que no hay recursos para la investigación porque el dinero se lo han comido ellos. Tendrán que reconocer que no podrán subir mucho los sueldos, porque si lo suben, no se puede crear empleo.
Será entonces el momento en que los partidos que se dicen de izquierdas intentarán subir al poder. Pero que no se hagan ilusiones. Para la juventud que no encuentra trabajo o que se tiene que marchar al extranjero tanto los partidos de izquierdas como los derechas, ninguno de los cuales ha renunciado a su privilegios ni a sus altos sueldos, pasarán como los partidos “vividores”, unos partidos que mientras el 90 % de la población se apretaba el cinturón, mientras los jóvenes con una o dos carreras estaban ganando mil euros, ellos disfrutaban de privilegios, subvenciones y dietas. Subvenciones y dietas que ellas solas superan con mucho los mil euros y que son unos sueldos encubiertos que no pagan impuestos.
Todos los partidos políticos quedarán barridos en su forma actual, porque ya no los necesitamos y porque se han comido el dinero que España necesitaba para crear trabajos de calidad. Seguirán siendo necesarios los políticos, pero en número muy reducido. Necesitaremos gestores, pero no políticos. El ciudadano altruista dedicará su tiempo libre a hacer de político, y sin sueldo de político, porque tiene otros ingresos, y sustituirá en su tiempo libre al político profesional. Los pensionistas, que ya no necesitan hacer carrera, dedicarán gratuitamente su experiencia al bien de la sociedad en un envejecimiento activo.
Que no se hagan ilusiones los partidos políticos, el 15 M puede ser simplemente el aviso de algo mucho más serio que está por venir.
Félix de la Fuente Pascual