Fotomontaje con el dueño del CD Leganés, Felipe Moreno, y el alcalde de la ciudad, Santiago Llorente
► Santiago Llorente está dispuesto a ‘regalar’ un terreno municipal por medio siglo a una Sociedad Anónima
► La Fundación del Lega, al que los vecinos le costean agua, gas y luz, se quedaría con la Instalación Butarque cuyo valor es de 30 millones de euros
Sin duda unos de los grandes protagonistas de esta legislatura, que va acomodándose más en las páginas de Historia que en el presente, es el C.D Leganés. Y lo es más allá de sus logros deportivos, que no son objeto de trato en estas líneas. De darle otros protagonismos se ha encargo el propio alcalde, el socialista Santiago Llorente. Llorente, que ni sabe ni entiende de fútbol-reconocido por él mismo-se ha agarrado al Leganés para justificar su paso por el sillón de la alcaldía. Y esa relación se ha ido estrechando entre alcalde y presidenta, Victoria Pavón, y dueño, Felipe Moreno, éstos últimos, a la sazón, pareja sentimental. Conviene reseñar que a pesar de ser un club que milita en la máxima categoría del fútbol español e ingresar más de 40 millones de euros en concepto de derechos audiovisuales, son todos los vecinos quienes pagan la luz, el agua y el gas de un estadio municipal, pero que nadie, salvo el club, puede usar. Monopolio.
Todo este planteamiento, como muchos otros generan filias y fobias. Dando por hecho que toda la ciudad desea que Lega meta cuantos más goles mejor, se antoja preciso encarar desde la sensatez las cuestiones extradeportivas y que, al contrario del más puro balompié y la posición en la clasificación, sí atañe a los intereses generales. Y en ese sentido, investigación periodística mediante, nuevocronica.es ofrece nuevos datos. En concreto, sobre ‘el lío’ de los terrenos en que entrena el club.
Actualmente, el Leganés se prepara en la conocida como Instalación de Butarque, dejada por el Ayuntamiento al ser terreno municipal. Según ha podido conocer este medio, pretenden oficializar esta especie de relación para con el lugar y que pase a ser un concesión. Y que ello sea, digamos camuflado, a través de la Fundación para que nadie sostenga que ha ido directamente al club. Se entregaría a coste 0 y durante 50 años, por lo que ha podido contrastar este medio.
Como venta corporativa del asunto, está que Felipe va construir unas pistas en Leganés Norte, donde derivaría a los arqueros y tenistas, que, según señalan distintas fuentes consultadas, le resulta molesto —a Moreno— compartir terreno ahora con ellos en la Instalación Butarque. Pero hay más. La cifra que dicen que van a invertir en Leganés Norte es de 4 millones de euros. Sin embargo, eso es lo que ha tasado el propio Felipe como coste de una obra que, además, va a hacer él porque se la va encargar a una empresa, Aitana Construcción, en la que él tiene control. ¿Una especie de yo lo valgo? ¿Un Juan Palomo?
Según cálculos aportados a este periódico, esa obra no valdría más de dos millones de euros. No obstante, también choca la celeridad que se está imprimiendo al asunto. Todo esto contrasta cuando la interventora asegura que se está incumpliendo la Ley de Estabilidad porque no hay ningún informe que explique la sostenibilidad de dicha instalación. El Ayuntamiento se quedará esta construcción, dentro de ocho meses, según dicen. Pero, ¿la luz, el mantenimiento, el agua, la seguridad, será a cargo del vecino? ¿Está eso presupuestado?
Y, todavía, un dato más para que el lector/a lo ordene de la mejor manera. Quien de manera exprés ha validado el proyecto que presenta Felipe es el arquitecto municipal, Jesús Alejandro Fernández Fernández, quien fue interventor del PSOE. Esta imagen, a su vez, ofrece otros contrastes. ¿A los vecinos para que les den una ‘triste’ licencia de ascensor se pasan meses y a Felipe con el ‘boli fácil’?
La presidenta del CD Leganés, Victoria Pavón, y su marido, Felipe Moreno
¿Qué hay detrás?
¿Y qué se esconde detrás de esto? Es obvio que Llorente busca un rédito político cabalgando a lomos del Lega. Es objetivo que como huella para la Historia no ha sido capaz de dejar ni una biblioteca en condiciones. Como ha pasado en otras ocasiones, no serán pocas las fotos y besos que dificulten el discernir entre dueño del C.D Leganés y alcalde.
Por otro lado, es lícito el pensamiento de que estas acciones tienen algo más que el papel couché para envolver la hazaña política. Es lícito pensar en el sobrevuelo de intercambio de favores. Es lícito preguntarse, ¿podría en un futuro Llorente trabajar en la Fundación del Lega? Es lícito quien escoja dudar, a estas alturas de la película, de que alguien (un alcalde) regale algo a una S.A. porque le caiga bien.
En cualquier caso, lo que huele raro es la concesión a 50 años de un terreno cuyo valor estimado se sitúa en los 30 millones. Además, la construcción en Leganés Norte no es lo que pide la Asociación vecinal ni nadie se ha reunido con ellos para preguntarles. Insistimos, ¿es una excusa para sacar a los arqueros y tenistas de donde está ahora Felipe y derivarlos a Leganés Norte?
Por último, conviene detenerse en el detalle de que no es lo mismo la Fundación que el Lega, tienen personalidades jurídicas diferentes y no están vinculas. Esto quiere decir que mañana Felipe Moreno podría vender el club, hacer negocio evidentemente, y seguiría siendo dueño de la concesión a 50 años. Esto es, le podría cobrar al Lega un alquiler por hacer sus entrenamientos. Además, no está clara cuál es la actividad de la Fundación ni se le conocen movimientos. Salvo que la Fundación, qué bueno es el Lega mediante, da 300.000 euros a clubes. Casualmente los mismos 300.000 euros que le propina el Ayuntamiento de Leganés de subvención. Camuflado. Sin embargo, da la sensación ante la opinión pública de que el Lega se lo saca de su bolsillo. Quizás, ante todo esto, el VAR pitaba.
