♦ Un estudio elaborado por profesores de la Universidad Rey Juan Carlos señala que a partir de los datos obtenidos se puede deducir que la mayoría de los jóvenes acuden a Internet como fuente de información sobre temas de salud, por encima de los médicos o farmacéuticos.
Los resultados de este trabajo se han presentado en el VI Congreso Internacional Latina de Comunicación Social, celebrado en la Universidad de La Laguna, Tenerife. Las conclusiones derivadas de este estudio inducen a datos significativos relacionados con los usos de la red y el grado de confianza que se otorga a la información encontrada. “Este estudio, de carácter exploratorio y realizado a partir de una muestra de alumnos de Publicidad y Relaciones Públicas de la URJC, nos proporciona pistas interesantes para orientar las acciones dirigidas a la concienciación o alfabetizaciones mediática de los jóvenes en temas de salud”, señala María Cruz López de Ayala, profesora de la URJC y coautora del estudio ‘Hábitos de búsqueda y confianza en la información online sobre salud entre jóvenes universitarios’.
Algunos datos obtenidos cifran que un 83% de los jóvenes utiliza los buscadores online para buscar información sobre salud. Un 77% de ellos lo hace con mucha frecuencia, superando las consultas médicas (34,2%) o farmacéuticas (19,8%). Sin embargo, el grado de la confianza que se le otorga es mucho menor y la principal motivación es la búsqueda de información relacionada con hábitos de vida y nutrición saludables.
En cuanto a los buscadores utilizados en la mayoría de los casos son de carácter genérico, mientras que las páginas profesionales son poco consultadas. Un 93% de los encuestados reconoce que acude a Google o Wikipedia. “Los internautas confían en que la información que les proporciona Google y la Wikipedia es relevante y, en general, no se cuestionan la calidad de los resultados”, señala la profesora de la URJC, quien añade que “esa confianza tiene que ver con la experiencia en su uso, ya que estos recursos les aportan la información que buscan y o no se cuestionan su calidad o no saben cómo valorarla. Por tanto, se familiarizan con estas herramientas y se crea un hábito de consulta”.
Internet ofrece un acceso instantáneo a gran cantidad de información, pero generalmente no cuenta con los filtros de los medios de comunicación convencionales, que ayudan a contrastar la información.
El manejo extendido de Internet y las consecuencias que pueden derivar de su mal uso han generado cierta inquietud entre los profesionales de las ciencias de la salud porque los jóvenes no conocen webs médicas ni los sellos de calidad que pueden ayudarles a orientar la credibilidad que otorgan a esos contenidos. “Si a esto le sumamos que la información obtenida en línea influye sobre los comportamientos de salud, todo nos lleva a pensar que, si esta información no es la adecuada, se pueden generar determinadas acciones que pueden tener consecuencias negativas sobre nuestra salud, como por ejemplo, la automedicación”, destaca la profesora López de Ayala.
Es por tanto que, a partir de los resultados obtenidos, los autores consideran que es conveniente llevar a cabo algunas medidas, como campañas de alfabetización mediática, porque según explica la coautora del estudio, “a los usuarios hay que darles a conocer los recursos de salud solventes que tienen a su alcance en Internet, como websmédicas o apps de salud, así como los criterios de valoración de la información que pueden encontrar en la red (sellos de calidad, etc.)”
Referencia bibliográfica:
María Cruz López de Ayala López, Beatriz Catalina García y Paloma Alfageme Pardo,
“Hábitos de búsqueda y confianza en la información online sobre salud entre jóvenes