Belén Martín, vecina del barrio de Las Margaritas, empezó el pasadoviernes una huelga de hambre indefinida en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid para exigir al Gobierno que facilite la medicación que necesita su esposo, Saturnino Cobo, enfermo en la última fase de la hepatitis C antes de entrar en lista de espera para un trasplante de hígado. Al empezar la protesta Belén estaba acompañada por su hija y por miembros de la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C. También han pasado por allí trabajadoras y trabajadores del centro.
Palabras como “no somos números” o «dé la cara señora Ministra” se han podido escuchar esta mañana en dicho hospital, a la esposa y a la hija del paciente en estado grave que es atendido en dicho hospital. “Los médicos no son los culpables” comentaba la esposa con una voz desgarrada sin usar el megáfono que se le ofrecía.
Belén Martín ha dicho que «es una situación desesperada en la que no hacen nada», tras señalar que Sanidad les «prometió» el tratamiento a principios de octubre. Sin embargo, ha pasado mes y medio de la fecha y Saturnino no ha recibido aún la autorización formal por parte de Sanidad.
Esta vecina de Las Margaritas ha resaltado que su principal objetivo es conseguir el tratamiento de su marido antes de que tenga que ponerse en lista de espera para un trasplante de hígado, pero que además lo hace por todas aquellas personas que tienen la misma enfermedad. «Mueren 11 personas diarias y nadie dice nada (…) se tienen que dar cuenta de que no somos cifras, no somos papeles, somos Belén, Satur, Elsa…
Se estima que en España hay 300.000 enfermos diagnosticados con Hepatitis C. El Ministerio de Sanidad ha decidido destinar en sus presupuestos un máximo de 125 millones para el tratamiento de la enfermedad. Con ese tope de gasto solo podrá financiar 4.901 tratamientos (de 12 semanas) al año. El Ministerio de Sanidad no ha desvelado el precio pactado con el laboratorio que suministra el medicamento, Gilead. Sin embargo, fuentes sanitarias aseguran que el precio pactado son 25.500 euros por un tratamiento de 12 semanas(es decir, 8.500 euros al mes).
Inicialmente, el laboratorio Gilead llegó a pedir 100.000 por cada tratamiento, por entonces, el Ministerio de Sanidad admitió que ese precio era “inasumible”. Según la plataforma de Afectados por la Hepatitis C, «llama la atención que el Gobierno, y la Ministra en particular, no seaa capaz de lograr que el laboratorio Gilead baje los precios de forma razonable, cuando a este laboratorio es uno de los suministradores importantes de la sanidad pública española.
Última fase antes del trasplante
El propio Saturnino Cobo ha explicado que se encuentra en la fase F4, es decir, «el último grado de la enfermedad con fibrosis». Si Saturnino no recibe el tratamiento indicado por sus médicos, dentro de tres meses como máximo se descompensará su hígado y tendrá que someterse a un trasplante para sobrevivir. «El tratamiento lo tengo concedido desde octubre» aunque aún no ha llegado por cuestiones burocráticas.
«El hospital trabaja con las herramientas que tienen en sus manos, —asegura el enfermo— pero si el Gobierno no les hace llegar las medicinas pues están limitados», añadiendo que ha recibido muy buena atención por parte de los profesionales sanitarios.
Cobo ha lamentado que la enfermedad «se puede erradicar y no lo están haciendo; hay dinero para rescatar a los bancos autopistas y no para ayudar a las personas».
La Plataforma de Afectados por la Hepatitis C ha anunciando que seguirá planificando diversas medidas de apoyo a Belén y a Satur.