Benito, a la izquierda, posa su mano sobre Carmen
► En Leganés hay 3.500 vecinos en completa soledad
► El pilar fundamental de nuestra asociación es el acompañamiento a mayores. Un 20% en Leganés tiene más de 65 años
► Manos Solidarias trabaja actualmente por conseguir el Defensor del Mayor y un Hospital de medias y largas estancias
De lleno nos alcanzan ya las Navidades. Unas fechas muy señaladas en las que, por encima de todo, destacan los momentos de buena compañía entre familiares y amigos. Sin embargo, no todo el mundo puede vivir el mismo cuento. Hay personas que se encuentran solas durante todo el año y, por tanto, en esta época también. No en vano, como en todo relato navideño que se preste, hay algunos actores que velan por cambiar las realidades más desafortunadas. Por eso, en vísperas de la Nochebuena traemos esta historia, la de Manos Solidarias de Zarzaquemada, cuyo pilar fundamental es el acompañamiento a nuestros más mayores. Pero, hay más cosas; vamos a conocerlos.
Me reúno con Carmen Adán y Benito Carrascosa, matrimonio. Me reciben calurosamente en una oficina de El Carrascal, que, altruistamente, ha dejado una empresa para la asociación. Ante todo, me recalcan que ellos pueden ser las cabezas visibles, pero que hay más fundadores y voluntarios en la causa, que trabajan codo a codo.
Lo primero que les pido es ubicarnos en el germen de este noble proyecto. Carmen nos sitúa, “surgimos a través de un grupo de matrimonios amigos que llevábamos muchos años reuniéndonos en la parroquia de Zarzaquemada. Empezamos un poco pensando en los hijos que entonces eran pequeños. Era un poco como una especie de escuela de padres para ayudarnos entre todos a educarlos. Hicimos una amistad bastante grande y cuando se hicieron mayores nuestros hijos, se marcharon de casa y nos jubilamos; necesitábamos algo más. Sentíamos que teníamos que hacer algo por los demás. Registramos la asociación en el 2009 con sus estatutos en la Comunidad de Madrid y la dimos de alta en el Ayuntamiento de Leganés como asociación local” y añade su marido, Benito, “la idea inicial como asociación nace por una persona que era el director espiritual de este grupo. Él estuvo cuidando a su madre en cuerpo y alma. Cuando terminó, se encontraba en un gran deterioro físico que le provocó una muerte relativamente rápida. Tenía un cáncer y, a pesar de sus síntomas, no se había preocupado de ir al médico por cuidar de su madre. Cuando lo hizo, era tarde. Concretamente era Abilio, el párroco de Nuestra Señora de Zarzaquemada. Con él nos iniciamos”. Fue ahí cuando decidieron ir a la gente, salir más allá del ámbito parroquial. No esperar a que los que tengan necesidades acudiesen. “La hicimos pensando en los cuidadores de personas mayores, que están crónicas de por vida y ello hace que el cuidador esté todos los días pendiente de ellos y se olviden hasta de su propia salud. Es que esta figura, cuando no tiene quien lo sustituya, acaba enfermo. Queríamos darles un respiro y que puedan ir una tarde al cine, a la peluquería, a tomarse un café… Aliviarles. Nacimos con esa idea”, aclaran.
Así las cosas, suscribieron un convenio con el Hospital Severo Ochoa, mediante el cual las trabajadoras sociales del centro los llamarían cuando pacientes sin familia, o con familiares lejos de Leganés, precisasen de sus servicios. “Les hemos ayudado a levantarse, a andar por el pasillo, otros que solo quieren acompañamiento porque están todo el día solos. Hemos jugado hasta a las cartas con ellos en su habitación del Severo Ochoa”, comenta Benito, quien recalca la importancia de los voluntarios y voluntarias en estas tareas.
Y no todo acaba ahí. Si alguna persona cuando le han dado el alta, necesita ayuda, también estarán. “Hay gente que vive sola en pisos sin ascensores, que está en silla de ruedas y nunca sale; sólo cuando vamos nosotros, una o dos veces por semana. Les ayudamos a bajar a la calle con sillas incluidas y se les da un paseo, se les baja a Parquesur. Ahora los llevaremos a ver las luces en Leganés. Hay que ser conscientes de que hay personas que llevan años sin pisar la calle”. Mientras me explican esta cruda realidad, es imposible no detenerse a pensar unos segundos. Ahí están “Los invisibles”. “En Leganés, tenemos una población muy envejecida. También hay matrimonios muy mayores, con muchos años, y que necesitan igualmente que los cuiden porque no tienen a nadie más, aunque sea a pedir una cita para el médico. La forma de vivir ha cambiado. Hay muchas familias monoparentales o de la pareja sola y si uno de los dos tiene un problema…”, afirma Benito.
Y a continuación vienen las cifras que ellos tan patentes tienen. En Leganés, tenemos alrededor de 37.000 personas mayores de 65 años, lo que supone un 20% del total. Y mayores de 75, 15.000. Sin embargo, la cifra más dura es la que cuenta las personas en completa soledad: 3500. “Para hacernos una idea, una persona cuando se va a someter a una intervención quirúrgica leve, necesita acompañamiento, si no, no le intervienen. Y tras el alta, seguimos como familia de apoyo. Nos encantó una mujer operada de cadera. El hospital nos avisó para que la acompañásemos a caminar con un andador y ponerla en marcha. Curiosamente, el marido, como ella, sobre los 80, decía: “¡cómo va a andar!”, pero lo logró, con el andador, por su amor propio. Ella nos dijo que si la íbamos a ayudar y le respondimos que todo lo que hiciese falta. Esa victoria nos llenó y nos da un valor moral muy importante”, recuerda Benito. Actualmente, atienden a 20 personas en citas médicas, que no salen solas y las acercan en coche o medios públicos. Carmen y Benito me detallan el plan de trabajo en Manos Solidarias de Zarzaquemada, “tenemos una lista y cada voluntario nos dice su disponibilidad. Hacemos una entrevista con ellos. Siempre procuramos que no pierdan su vida. No pueden decir que contemos con ellos las 24h. No. No tienen que interrumpir su día a día por el voluntariado. Aquí nos vale con que nos cedas dos o tres horas a la semana y que ese día nos respondas”.
Acompañamiento de personas de movilidad reducida
Ayuda a AMÁS y Esclerosis Múltiple de Leganés
A medida que el proyecto se ha ido asentando, abarcan también otras actividades en una línea de actuación similar. Trabajan con personas con discapacidad sobre los 30 años. Los han llevado al boccia, una especie de petanca o la piscina de El Carrascal. Van con AMÁS tres días por semana por la mañana “a dar una vuelta con los chavales y el día 21 los llevamos a Plaza España a tomar chocolate. Este año somos unos 60. Tienen una mentalidad infantil, pero están sobre los 30-40 años. Lo hacemos los voluntarios con los padres de ellos y con permiso de AMÁS”, me cuentan. También trabajan, desde hace tiempo, con Esclerosis Múltiple de Leganés. “Ahora, prácticamente, tienen todas sillas eléctricas, pero antes eran manuales y plegables. Para bajar los martes a su reunión, muchas nos pedían ayuda y Benito las bajaba en coche. O en las salidas de verano a Segovia, las acompañábamos por el tema de la silla”.
Les pregunto por el tema crematístico, si reciben o precisan ayuda de ese tipo, pero ahí no radica el proyecto. Benito lo deja claro, “huimos del aspecto económico. Nuestra labor es de acompañamiento, entonces, no tenemos casi gastos. Bueno, los normales de una asociación como el seguro obligatorio, el teléfono, el seguro de los voluntarios… Y sacamos una revista trimestral con experiencias de nuestros voluntarios, la publicidad que ves ahí es para imprimirla. De hecho, no tenemos cuota, cada cual aporta lo que puede y quiere. ¿En qué destinamos ese dinero que podamos recoger? En pagar recibos de luz, agua o gas de mayores que se lo han cortado o están en riesgo. Pero, realmente, eso no es parte de nuestro proyecto”.
Acompañamiento de personas mayores
Por un Defensor del Mayor en Leganés
Como novedades, están trabajando por la figura del Defensor del Mayor en Leganés. Fue una moción ciudadana que Benito leyó hace un par de meses en el salón de plenos municipal. Le digo que es una pena que esas mociones nos sean vinculantes y se aprueben por ser simbólicas. ”No te preocupes, Adrián, la experiencia nos dice que hay que ir machacando y crear esa consciencia. Ya lo iremos exponiendo más veces. Entonces, saldrá”, me contesta. Y eso mismo, esa batalla de insistir, me la ilustra Carmen con una experiencia real de Manos Solidarias, “Leganés no tenía albergue para personas sin techo. Fuimos los primeros en abrirlo. No lo tenemos nosotros porque nuestra asociación no podía financiarlo, pero sí nos comprometimos los dos primeros años a mantenerlo. A partir del tercero, el Ayuntamiento ya no podía echarse para atrás porque era un recurso que ya funcionaba. El primer albergue que se inauguró en Leganés fue el que abrió nuestra asociación, al lado del cementerio antiguo. Montaron unas casetas prefabricadas y acogimos durante dos inviernos. Ahora ya lo lleva Cruz Roja y tienen un edificio en condiciones”.
Petición de un hospital de medias y largas estancias
Otro de los proyectos ambiciosos que se traen entre manos, nunca mejor dicho, es la confección de una plataforma leganense por un hospital de apoyo. De momento, está formada por seis asociaciones. Pretenden, fundamentalmente, convencer a Sanidad de Madrid de que Leganés necesita un hospital de apoyo y que este municipio es el lugar idóneo de la Zona Sur.
Lo cierto es que los hospitales de la red madrileña son, en su mayoría, de agudos, es decir, en cuanto se haya practicado la intervención, la recuperación se hace en el domicilio. Centros hospitalarios de medias y largas estancias hay cuatro en Madrid, pero en la Zona Norte. “Suponiendo que a una persona de Leganés le diesen habitación sería a 70-80 km. Si está sola o con problemas familiares, le rompes el núcleo de cuatro amistades o vecinos. Hay quien renuncia a habitaciones de este tipo por eso”, argumenta Benito. Entienden que el HUSO está saturado y van a exponer al consejero de Sanidad datos que demuestran que Leganés necesita ese apoyo incluso más que otras localidades colindantes. Junto con Alcorcón somos los que mayor índice de mayores tenemos, un 20 y 21%, respectivamente. Fuenlabrada es “un chaval joven”, con Parla, que no llegan al 10%”. Aseguran que un hospital de medias y largas estancas sí reuniría condiciones de intimidad y cuidados para las recuperaciones. “Sanidad de Madrid ha llegado a la conclusión de que se necesitan centros de este tipo. De hecho, quieren convertir al Puerta de Hierro en uno de ellos y eso solucionaría los problemas de esa zona”.
Y precisamente por esto último, desde Manos Solidarias, apuntan a una dirección de trabajo en común entre asociaciones. Una estrategia transversal que haga sumar entre todos. “Lo hemos intentando muchas veces y seguiremos. Es necesario un trabajo en red y es algo que, de alguna forma, estamos consiguiendo con esta plataforma. Deseamos un plan integral de atención a mayores en todos sus aspectos, para ello necesitamos de asociaciones complementarias y se cubrirán unos aspectos y otros. A veces, nos piden cosas que nosotros no abarcamos. Si trabajamos en red podremos solucionar muchas más cosas y llegar a más casos”, apunta Benito y matiza Carmen que, “a veces parece que competimos en lugar de unir esfuerzos”.
Manos Solidarias, por último, desea para esta Navidad que “toda la gente sin compañía de Leganés, que bien conocemos, no estuviesen solos en estas fechas” y piden para la carta de los Reyes “ese hospital de medias y largas estancias para nuestro municipio”.
