Alberto Contador con la maglia rosa. FOTO. Facebook de Alberto Contador
♦ El ciclista más internacional de Pinto, Alberto Contador, continúa ostentando la maglia rosa en la tercera y última semana del Giro de Italia, mientras sus rivales van cayendo dinamitados poco a poco: Richie Porte abandonaba la gran carrera este mismo lunes y Fabio Aru sigue perdiendo tiempo jornada tras jornada.
El ciclista de Pinto está dejando el pabellón bien alto en un Giro, que parece una prueba de superación personal más que una competición llena de rivales. Alberto Contador ha demostrado en lo que va de Giro dos cosas importantes. Primero, que su valía es incuestionable y segundo, que en este Giro, el de Pinto, no tiene oponentes que estén a su altura, algo que ya anunciaban las apuestas de ciclismo de betfair, debido a la preparación que había hecho el ciclista español, quien quiere llenarse de éxitos esta temporada.
Y es que el único rival que parece encararse con el ciclista madrileño es el propio Giro. El de Pinto ya ostentaba la maglia rosa desde la quinta etapa, y solo desde entonces la ha perdido a consecuencia de una caída multitudinaria en la etapa 13, en la que se vio inmerso y de la que salió lo más rápido que pudo gracias a la bicicleta de su compañero, el italiano Matteo Tosatto.
A partir de ahí y tras perder tiempo con respecto a Aru, la remontada en la contrarreloj de sábado pasado en la decimocuarta etapa, donde el escalador de pro jugó con el tiempo casi a la manera de la ciencia ficción, demostraba que, efectivamente, en el Giro las circunstancias son sus únicos rivales.
Además, en la etapa de este martes ha vuelto a demostrar lo imposible, remontando el tiempo perdido por un problema técnico justo antes del mítico ascenso al Mortirolo.
Por su parte, los que aspiraban a ser los principales rivales de Contador en este Giro han ido desinflándose a medida que pasaban las jornadas. El ciclista australiano Richie Porte, del equipo Sky, no ha tenido demasiada suerte en un Giro que, como él definía, era su primer objetivo del año. Una serie de acontecimientos negativos, como la sanción por recibir ayuda de su compatriota Simon Clarke, del Orica Greenedge, tras un pinchazo, o la caída que sufrió en la decimotercera etapa han influido en el corredor para que, finalmente, anunciara en el segundo día de descanso de la gran vuelta italiana que se retiraba.
Tampoco demasiado bien se encuentra Fabio Aru, del Astana, uno de los favoritos para obtener la gloria italiana. El italiano, que tan solo ha conseguido ser líder de la general en una etapa, ya casi se sitúa a cinco minutos de Contador. Y es que el deterioro de su rendimiento físico está siendo excesivamente plausible a medida que avanzan las etapas, no solo por no poder responder a los ataques que el escalador de Pinto le prepara, sino que tampoco parece soportar el ritmo que marcan los principales de la carrera. Una etapa definitiva fue la contrarreloj de casi 60 kilómetros, donde Contador recuperó distancias ante un Aru completamente hastiado.
También en la jornada del martes, la decimosexta, que transcurría entre Pinzolo y Aprica, el jefe de filas del Astana ha visto mermadas sus fuerzas considerablemente, hasta tal punto que su gregario de lujo, Mikel Landa. El joven vitoriano ha tenido que abandonar su papel original y tomar las riendas de la carrera consiguiendo, así, no solo su segunda victoria de etapa en esta edición, sino convirtiéndose además en uno de los nuevos rivales para el de Pinto y en uno de los ciclistas más prometedores del Giro 2015.
