Hay políticos que son unos auténticos —cuidado con las erratas—, ‘remeros del manzanares’, siempre a contracorriente. En 24 horas son capaces de sentarse en una mesa para criticar el IBI que se ahorra la Iglesia y, al rato, estar en la Casa de Andalucía para ponerle una vela a la Virgen y cantar la salve. Es vertiginoso.
Ese es el caso del edil de Ahora Getafe, Enrique Herrero, que aparece en la fotografía agarrándola con las dos manos, con los dos ediles de la formación naranjita —’el clan de Illescas-Valdemoro’—, el delegado ‘sariano’ [que no mariano] de Educación y Bienestar Social expectante, una exconcejala de IU, de cuando IU era IU. Hasta el edil de Seguridad, Herminio Vico, la sujeta fuerte y sin titubeos; pero eso sí, con la mano izquierda para que no se diga. Todos exultantes y felices con el canto a Nuestra Señora. ¿O era burla y postureo?
Sin duda, lo más sorprendente de la fotografía es la presencia ‘feliz’ del edil de la marca blanca de Podemos y militante del POSI, un partido marxista, y que —hasta ahora— teníamos catalogado como agnóstico, ateo y anticlerical, por convicciones ideológicas. Ya ni el POSI es lo que era. Si León levantara la cabeza…
Es posible que esa mano que sujeta la vela sea una señal inequívoca de la prudencia de los trotskistas getafenses y de una nueva y novedosa técnica de infringir la disciplina de partido como les pasó a su profeta, León Trotsky. Recientemente, la alcaldesa invocaba al ‘sector moderado’ de Ahora Getafe para llegar a un acuerdo en el tema de los presupuestos municipales. Y parece que ya lo han encontrado [al sector moderado]. Todo un símbolo de templanza y mesura. Parece que el discurso de Trotsky ha hecho finalmente mella para acabar con la socialdemocracia. No obstante, la que divide y escinde, o lo provoca, es la alcaldesa al invocar la ruptura del grupo de Ahora Getafe. ¿Habrán pensado que a lo mejor Sara Hernández sabe algo de la traición y del famoso entrismo para dividir definitivamente al grupo de Ahora Getafe? ¿Qué es hoy un trotskista? ¿Un miembro de un Partido? ¿Otra vez partido? ¿Uno con ideas de ‘remero’ que se lleva la corriente? ¿Una escisión de su amigo? ¿Una secta unipersonal? ¿Un anacronismo? No, el nuevo trotskista es, por definición, moderado, un beato camuflado de comunista, un pío inconfeso, un renegado del todos unidos, un converso a la vieja política; la virgen…
A lo mejor lo de la vela encendida es postureo de pandereta, de la vieja imagen de los nuevos partidos, de dejarse ver a costa de lo que sea, a ver si así [todos los de la estampita] engañan a alguno de estos infelices andaluces, tan devotos siempre de la Virgen. La verdad es que a casi todos ellos [sobre todo a los del POSI] les hace falta que no se apague esa vela a la Virgen. Además de la sorpresa que supuso su llegada ‘al poder’ municipal, a la toma de decisiones importantes como la elección de la alcaldesa, ahora [en Getafe] la mayoría coincide en que han llegado a lo más alto de sus pretensiones [francamente] poco ‘revolucionarias’. En los comicios anteriores al 2015, esta formación política solo aspiraba, legislatura tras legislatura, a mantener los escasos 500 votos. Eso sí, con la intercesión de la Virgen es posible que los superen…
En este caso, la moderación —tomada desde el punto de vista semántico y revolucionario—, es lo contrario al progreso. Y esto chicos parece que se están acostumbrando al vino fino [en este caso solo vino blanco] y a los pescaditos aunque tengan que hacer el paripé de la salve. Una vela a dios y otra al diablo; en un ratito nos ponemos el traje anticlerical para criticar el dinero que se ahorra la Iglesia. Al fin y al cabo, la política es fachada, es teatro y postureo; afinidad con los socialistas, con los leninistas, llegado el caso con los estalinistas, y hasta con la derecha más naranja. Queremos sus votos.
