El que fuera primer teniente de alcalde con Pedro Castro, David Lucas Parrondo dimitió el martes de la semana pasada como alcalde de Móstoles justificando su decisión con el manido por «motivos personales». Lucas que sigue viviendo en Getafe, también dejará el cargo de secretario general de la agrupación del PSOE de Móstoles, aunque mantendrá su puesto como senador al que accedió en las pasadas elecciones generales de 2016.
David Lucas Parrondo nació en Madrid en 1968. Es licenciado en Derecho y diplomado en Derecho Tributario (1993), máster en Política Territorial y Urbanística (1995) por la UC3M, diplomado en Asuntos Europeos (1992) y máster en Derecho Público del Estado (2013) también por la UC3M6, universidad donde imparte clases magistrales en inglés sobre Foundations of the Legal System, según la información que ofrece Wikipedia.
Aunque se ha dedicado toda su vida a la política profesional, con buena presencia y modales, no ha terminado de cuajar una carrera que ha estado más de una vez a punto de convertirse en estelar pero que al final vuelve a caer para ponerle los pies en la tierrra. Es una cuestión de suerte política. Dicen algunos entendidos que está más preparado que el propio Pedro Sánchez y que tiene maneras, incluso, para liderar un partido sin resuello ni propuestas. Llegó a la alcaldía de Móstoles, paradójicamente, después de ser derrotado una vez más por el PP en las últimas elecciones municipales celebradas en mayo de 2015; sin embargo, gracias a un pacto tripartito con IUCM y con Ganar Móstoles, la franquicia de Podemos en el municipio, se hizo con el bastón de mando; antes, había atravesado durante cuatro años el desierto de la oposición en el mismo Ayuntamiento.
Un ‘chico’ con mala suerte
Nunca ha trabajado en la empresa privada. Nada más acabar la carrera de Derecho, en 1993, David Lucas empezó a trabajar como jefe del gabinete del alcalde Pedro Castro. En 1999 dio el salto a la lista electoral resultando elegido concejal del Ayuntamiento de Getafe y dejando el cargo de confianza de Castro (risas) en herencia a la actual alcaldesa de Getafe, la traidora Sara Hernández. Cosas de Castro y sus hijos políticos. Entre 2003 y 2007, Lucas ejerció como primer teniente de alcalde y delegado de Hacienda y Seguridad Ciudadana, haciéndose francamente impopular y siendo la diana de las críticas vecinales por la famosa ‘ecotasa’ que impuso en Getafe. En 2007, expulsado prácticamente por Castro y por el ‘empuje’ de Sara Hernández, Lucas se fue [políticamente] de Getafe y se apuntó a la aventura equinoccial del exministro zapateril Miguel Sebastián. Una apuesta, la de Sebastián fallida ante la supremacía del ‘amigo’ Gallardón. Así, las cosas, huido Sebastián, se vió por sorpresa de portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de la capital. Pero era demasiado ‘caramelo’, demasiado premio, para el ‘chico, un joven David Lucas; y después de batirse toda la legislatura como jefe de la oposición, sin agradecimiento siquiera, le facilitaron un destino envenenado que nadie quería; un avispero político en el que, antes de hacer planes, había que ‘poner orden en la Agrupación Socialista de Móstoles’.
Conseguida la [presunta] pacificación de Móstoles, emulando al general Martínez Campos en Zanjón, atravesando cuatro años en la oposición y, tras los últimos comicios locales, el referido pacto a tres bandas le llevaron —parecía al fin el éxito— a la alcaldía de la segunda ciudad más importante de Madrid, en cuanto a población se entiende.
Pero el PSOE es una caja de zapatos en la que siguen azuzándose los cientos [o miles] de abejorros con sus aguijones ideológicos y sus intereses personales divergentes. En los últimos tiempos, Lucas había ‘jugado‘ a ser ‘susanista’ en un PSOE ‘asanchizado’, a consecuencia de los espacios disponibles en Móstoles [como en el juego de las sillas] y de la errática posición de la secretaria general del PSOE-M, Sara Hernández, apoyando al evanescente Patxi López; a esa confusión sucumben todos los que son traidores de vocación. Y, como consecuencia del error por hache o por be, Lucas ha terminado sin margen ni fuelle, laminado políticamente, sin presencia en los órganos regionales de un partido socialista que ahora dirige José Manuel Franco. Sin embargo, las desavenencias y rencillas de los socialistas de Móstoles —una jaula de grillos, valga la expresión de Amadeo de Saboya— ha acabado con la paciencia de Lucas. Y quizás haya algo más peliagudo,… que todo se andará.
Y a pesar de todo, David Lucas revalidó en octubre el cargo, de secretario general del PSOE de Móstoles contra el concejal de Hacienda, Javier Gómez, y uno de los ‘representantes de los intereses’ del sanchismo en Móstoles, endosándole un tanteo de 57-33 a pesar de la influencia en la sombra del ‘gran líder’. Además del díscolo edil de Hacienda, también han salido a relucir [ahora] las ambiciones de la concejala de obras Noelia Posse, igualmente sanchista pero enfrentada a Javier Gómez y predispuesta en contra de la candidatura ‘amiga’ de Ganar Móstoles. Nada que ver con la tranquilidad que ha gozado la felona Sara Hernández tras pactar su rendición con los sanchistas.
A la vista del panorama que deja Lucas en Móstoles, el partido socialista se abre allí al abismo y a una nueva época de inestabilidad política. Entre los ediles que han acompañado la aventura de David Lucas en Móstoles destaca otro personaje de raigambre y familia getafense; se trata de Roberto Sánchez, edil de Presidencia y delegado de Urbanismo, Seguridad y Comunicación. Un súper concejal, segundo en la cadena de mando del gobierno municipal que, tras el desplante de Lucas, verá amenazada su posición predominante; habrá que observar sus movimientos con los dos aspirantes al sillón de Lucas, aunque es posible que acabe también laminado por su amistad con el exalcalde y su procedencia getafense. Sin embargo, las puertas giratorias entre Móstoles y Getafe andan bien comunicadas. Otro militante socialista de Móstoles [afín a Lucas y a Sara Hernández], Alex Martín Jiménez, trabaja en el Ayuntamiento de Getafe.
Con la dimisión de Lucas, son dos los alcaldes socialistas que han dejado el cargo en una semana. David Lucas, una de las promesas —siempre incumplidas del joven socialista madrileño—, se ha unido al primer edil de Fuenlabrada, Manuel Robles, que también ha anunciado su dimisión como alcalde de Fuenlabrada; en este caso, claramente justificado por llegar al tiempo exacto de la jubilación. Añadir que ‘el pobre’ David Lucas seguirá ejerciendo como Senador, cargo para el que fue elegido en los comicios de 2016. No pasará, de momento, ninguna dificultad económica por su decisión, ni tendrá que buscar empleo en la empresa privada o como asesor en la administración pública.
Se trata, suponemos, de dejar al tiempo hacer de las suyas. Unas veces pintan oros y, otras, bastos. Resta solo decir del hasta ahora primer edil de Móstoles que, por primera vez, se ha ido él; no le han ‘botado’ con viento fresco.