Un problema en toda regla de salud pública es el que está dejando la estafa de Funnydent. Son miles los afectados que depositaron su confianza en esta suerte de franquicias que los ha dejado en la estacada, con puntos en la boca, cirugías sin finalizar y un bolsillo saqueado.
Ante esta perspectiva lo primero es la sensación, más que justificada, de enfado, rabia e impotencia. Sin embargo, ante una estafa conviene actuar por los cauces de la justicia. Es evidente que no todos somos expertos en cómo actuar o qué pasos seguir en según que casos. Por eso toda ayuda es poca. Pero, toda ayuda bien documentada y con verdadera voluntad de solucionar y esclarecer las dudas a las personas afectadas de esta injusta situación.
Es lógico que un Ayuntamiento ponga los medios que tiene a su alcance para facilitar asesoría y proveer de ayuda a los damnificados. Esto, en teoría, ocurrió el lunes. Hablamos de Leganés y nos situamos en el Centro Cívico de Julián Besteiro, en Zarzaquemada.
Tras hablar con varios de los afectados y afectadas se llega a varias conclusiones de lo que ocurrió. En primer lugar, se escoge el sitio más pequeño de todo Leganés. Este salón de actos no llega ni a las 300 entradas de capacidad. Como consecuencia de esto se tuvieron que realizar hasta tres pases. Una de las cosas que se comentaba, y con razón, era por qué no se pueden habilitar otros centros con mayor capacidad o incluso el Polideportivo de Europa, como se ha hecho en otras ocasiones con otras cuestiones.
Mientras la gente tenía que esperar en las puertas hasta que los nuevos pases tuviesen lugar, los que iban pasando no vislumbraban grandes luces sobre sus sombras. Esto fue el sentir general. El Ayuntamiento, liderado por los socialistas, no despejó dudas sobre el tema y pasos que seguir en las denuncias de Funnydent. La opinión general era que se les dijo lo que la gente ya había hecho, en relación a poner las denuncias en la OMIC. Es decir, que el Ayuntamiento iba, encima, a rebufo de lo que los afectados sí conocían (incluso habían hecho) y dejó la sensación de no haberse preparado la reunión dando la impresión de una gran falta de interés y apoyo a los ciudadanos con este problema.
No en vano, si hubo una cosa que cabreó al personal y donde el público asistente no calló fue en las reiteradas ocasiones en los que los ponentes reincidieron en la cuestión de la devolución del dinero. Se les dijo en repetidas veces que el Ayuntamiento no podía darles el dinero que, por ahora, han perdido. Esto, otra vez más de forma justificada, dio la lugar a la crispación y cabreo que se iba acrecentando en la pequeña sala. Nadie iba, como me apuntan varios de ellos, a pedir euros públicos. Iban a que les asesorasen y les mostraran cómo andar en este camino hacia la justicia. Una vez pase, pero que ése fuese el discurso predominante acabó por colmar la paciencia de muchos. Muchos que ya saben que los euros públicos van para llenar el estómago del alcalde con sus comidas a cargo de todos o para colocar a sus amistades y/o militantes. Esto ha sido su mayor preocupación en lo que llevamos de legislatura. Gobernantes así no entienden que quien tiene los brackets en los dientes o puntos en la boca necesitan que les solucionen sus problemas de salud.
Tampoco gustó a los asistentes que el Ayuntamiento propusiese que los pudieran atender en las clínicas de prácticas de estudiantes de la Complutense. Esos estudiantes serán unos magníficos odontólogos dentro de unos años pero, en esta situación, puede ser comprensible que les dé mayor confianza otras opciones.
Desde luego un acto muy mal programado y ejecutado. Los ciudadanos esperan más de sus representantes. Tenemos, en Leganés, un jefe de la Asesoría Jurídica (enchufado) que cobra 84,000 euros anuales. Entonces, ¿por qué no podría poner el Ayuntamiento un abogado para los afectados? ¿Por qué no se podría personar el Ayuntamiento en esta causa?
Se espera más, mucho más, de los regidores de este municipio. Pero, han demostrado lo que han demostrado; su preocupación por colocar a su gente y ponerse ellos buenos sueldos.
En cualquier caso, esta tarde hay una segunda convocatoria de asesoramiento. Será en el teatro con mayor capacidad de la ciudad, José Saramago. Correrá a cargo del grupo municipal ULEG que intentará enmendar las dudas que aún siguen. Esperemos, que por el bien de este problema de salud pública, lo consiga porque el cartel de la sonrisa de la estafa de Funnydent continúa y ahora se acrecentó con la sonrisa del enfado.