La exposición se podrá visitar en el Café La Invierna durante el mes de marzo.
♦ El Café La Invierna, ubicado en la céntrica calle de La Fuente de Leganés, acoge durante el mes de marzo una muestra del pintor Francisco Javier Vega (Madrid, 195/) en la que el espectador tendrá la oportunidad de analizar la obra de éste a través de algunos de sus cuadros más representativos.
Con un estilo realista y especialmente figurativo —con una gran fuerza expresiva—, este artista, autodidacta, se presenta en plena madurez creativa.
Con las reminiscencias de su afición al dibujo desde niño y su tendencia a la pintura realista desde su adolescencia, nos encontramos ante una interesante muestra donde hoy predomina la máxima expresividad.
En sus trabajos Francisco Javier Vega intenta transmitir curiosidad e inquietud a través del cuerpo y la figura humana. La fragilidad de hombres y mujeres, la ilusión, el drama, la alegría o el dolor son sólo algunos de las sensaciones que el pintor pretende transmitir.
En cuanto al aspecto técnico, partiendo de su formación autodidacta, en él siempre ha prevalecido el dibujo, utilizando habitualmente el grafito, el carboncillo, el pastel o la sanguina, en tonos ocres, o haciendo dominar al blanco y negro, buscando la sobriedad. Ha experimentado también con acuarelas y el acrílico, realizando gran número de trabajos con esta técnica.
Antonio López, Cristobal Rotal, Guillermo Muñoz y Eduardo Naranjo han sido algunos de los grandes pintores con los que Javier Vega se ha codeado durante su carrera.
En 1993 aborda su primera exposición con una selección de trabajos a carboncillo. A partir de esa primera muestra en la casa de la Cultura de un pueblo castellano manchego, sus trabajos recorren periódicamente durante una década numerosas salas de exposiciones. Pero será a partir del año 2003, y después de un parón en su labor creativa, cuando resurja con nuevas ideas y conceptos totalmente renovados.
En los dos últimos años y medio ha expuesto en Toledo, Badajoz y Fuenlabrada. Ocasionalmente ha colaborado con diversas publicaciones y revistas. Asimismo, ha aportado algunos de sus dibujos para portadas de programas de fiestas. También ha realizado diversos encargos ocasionales, como retratos o murales decorativos sobre paredes en interiores particulares o de lugares públicos.
“Intento evitar todo lo superfluo —manifiesta el pintor—, quizás a costa de agradar menos, pero de profundizar más en algunos aspectos que me interesan por encima de lo únicamente ornamental. Hace poco escuché una cita de un crítico de Arte, y se me ha grabado en la mente. «El Arte debe elevar, no complacer», y es para mí una premisa muy importante tener claro ese concepto”.
