La primera sensación de la resaca que arrojan los resultados electorales en Leganés es que nada cambia. El PSOE de Santiago Llorente, quien metió a un imputado en su lista electoral, que tendrá acta de concejal porque así lo han decidido los vecinos, ha salido ganador de estos comicios con 10 concejales y algo más del 32% del voto. No hay otra ecuación posible que un gobierno liderado por los socialistas. Los grandes derrotados de la noche son ULEG, que desciende en dos concejales y en algo más de 4.000 votos respecto a 2015, si bien se posiciona como segunda fuerza política del arco plenaria, y el PP, que cosecha la misma pérdida, pasa de 6 a 4 y se diluye en la insignificancia tras ir menguando consecutivamente en representación cita electoral tras cita electoral.
Santiago Llorente seguirá en la alcaldía. Los ciudadanos leganenses han optado por otorgar su confianza mayoritaria al autor de la carencia de pedales en los cubos de basura, de instalaciones culturales o deportivas en según qué barrios, el que invitó con dinero público a comer a afiliados socialistas o a empresarios procesados por corrupción. Serán 10 los ediles con los que cuenten. Se trata de un cifra que arrima a pensar en un ejecutivo en solitario, más allá de los rumores, en los días previos al 26M de un pacto con Leganemos. A priori, ya no los necesitan.
Más Madrid-Leganemos
La formación ‘esqueje’ del proyecto divisor de Íñigo Errejón ha cosechado dos concejales, Muñoz Murillo, condenado por tráfico de drogas, y Martínez Borrega. Ambos, en los albores de la CUP, se comprometieron a no estar más de cuatro años. La realidad no se viste de promesa y ambos contarán con cuatro años más de salario público.
Unidas Podemos
Por su parte, la opción de Unidas Podemos, candidatura que encabeza la ‘Espartana’ Gema Gil, podría darse por satisfecha tal y como están las cosas en la formación de Iglesias, cuya figura queda prácticamente condenada políticamente tras estos comicios. Gil tiene una legislatura por delante para realizar una oposición que haga valer la intención social con la que se presentó.
Cs
Ciudadanos, el gran ‘bluf’ de la noche de este 26M a nivel general en España, se hace con tres ediles. El primero, José Manuel Egea, imputado por cuestiones relacionadas con sus obligaciones tributarias. Los otros dos, provenientes de Valdemoro. Demasiado premio si se tiene en cuenta que Egea ha pasado desapercibido en esta legislatura y que su presencia en actos y eventos de la ciudad ha sido nulo. La marca es prácticamente autora del resultado en su totalidad.
PP
En cuanto al PP, sigue pinchando en Leganés. Si el tortazo de 2015 fue sobresaliente, cuando pasaron de 12 ediles a 6, ahora han vuelto a menguar, quedándose en 4. La figura de Recuenco, citado en sumarios de presuntas tramas de corrupción, no vende y pasa a ser una formación en un plano muy secundario y sin margen alguno para gestionar nada que tenga que ver con la gobernabilidad.
ULEG
En lo referido a ULEG hay que calificar su descenso de seis a cuatro concejales de sorpresa negativa. Las expectativas que vendía su líder, Carlos Delgado, eran muy distintas. Su ‘exclusiva’ de ser el nuevo alcalde no se ha cumplido. Posiblemente la guerra sucia sufrida les han influido, así como el ‘efecto Sánchez’, aunque habrá aún porcentaje que depende de otras cuestiones internas. Queda una sensación agridulce de un partido que ha peleado contra viento y marea, y posiblemente esa faz más ‘agresiva’ haya sido otro concepto en la factura. No en vano, en la vida existe un coste cuando uno elige entre lo fácil, ir a fiestas de la tercera a tomar chocolate, por ejemplo, o lo correcto, enfrentar cara a cara a verdaderas injusticias. Sea como fuere, es una incógnita qué pasará con ULEG y especialmente con Delgado, quien se presentaba ya por quinta vez y su proyecto, más allá de los merecimientos, de los que no vive la realidad, desprende cierto aroma a caduco.
Vox
Por último agregar, brevemente, dos cuestiones. Por un lado, la satisfacción de contención de la extrema derecha en Leganés. A Vox le ha costado sacar un concejal. Dentro de lo malo, es una representación residual. Por otro lado, felicitar a una candidatura como la de IGRE Leganés, liderada por el vecino Ángel Luis García Martínez, cuya bandera ha sido la defensa de las personas con diversidad funcional y se han quedado rozando la centena de sufragios.