José Manuel Franco, el candidato que contaba con el apoyo de Pedro Sánchez, ha obtenido un resultado que podría calificarse de espectacular en las primarias a la secretaría general del PSOE-M si no fuera porque la participación apenas superó el cincuenta por ciento del censo de militantes.
La participación en las votaciones celebradas este sábado en las agrupaciones de la región ha sido del 50,28%, con 7.705 votos emitidos de los cuales se han validado 7.548 votos. El nuevo líder de los socialistas madrileños ha conseguido un 71,77%, con un total de 5.410 votos. El joven alcalde de Soto del Real, Juan Lobato, ha conseguido un meritorio 19,74% (1.488 votos) tras llegar a acuerdos con los candidatos que no obtuvieron suficientes avales para la competición. Por último, el ‘tomasista’ Eusebio González Jabonero, tras su ruptura con el sector liderado por Antonio Carmona, solo ha cosechado un pobre 8,49% lo que supone 640 apoyos. Franco ha conseguido unos mil seiscientos votos más que la anterior secretaria general, también ungida por el dedo de Sánchez, Sara Hernández (3.791)
El resultado podría suponer, como primera consecuencia, el fin definitivo del ‘tomasismo’, aunque eso no signifique la pacificación de una de las federaciones socialistas más convulsas. Con la elección de Franco, se liquida el mandato de Sara Hernández, caracterizado por la inacción política y la falta de liderazgo. La alcaldesa de Getafe abandonaba voluntariamente la carrera para revalidar la secretaría general; estaba derrotada de antemano, incluso se arriesgaba al descrédito no obtener siquiera los avales necesarios para la carrera.
Sara Hernández había sido defenestrada a causa de su última traición, cometida en la figura de su mentor y, a la postre, victorioso líder de los socialistas españoles y constatar que sus erráticas posiciones políticas solo responden a su desmedida ambición por mantener el sillón a costa de todo y de todos. Siempre ha actuado de la misma manera con sus mentores y ‘amigos’ políticos. Miente, traiciona, o lo que haga falta.
Ahora, arrepentida de su error político ha vuelto al redil con la cabeza baja. Ahí, cantando el todos somos ‘pedristas’, confluye la felona, cosas de la vida, con su ‘padre político’ y una de sus primeras primeras víctimas, el exalcalde Pedro Castro, con su compañero el Alcalde de Móstoles, David Lucas, con el de Fuenlabrada, Manuel Robles, y con otros arrepentidos de las últimas posiciones. Solo falta Tomás Gómez para que la fiestas sea completa.