Es el tercer Pleno que no se puede celebrar con normalidad y sin visos de retomarse
Los trabajadores municipales han acudido a la sesión para seguir con su lucha contra la privatización
Santiago Llorente continúa sin mediar palabra con los representantes sindicales.
Ayer, el alcalde de Leganés impedía, merced a la policía local, el acceso a la Casa Consistorial a trabajadores, representantes sindicales y otros concejales. No sólo declinó hablar con los representantes de los trabajadores, que a estas horas siguen manifestándose, sino que cerró el edificio del Ayuntamiento. El conflicto está lejos de encontrar solución. Los trabajadores municipales se muestran contrarios a la postura del Gobierno (PSOE-IU) de privatizar servicios públicos.
Esta mañana han continuado su lucha y han acudido a la sesión plenaria. Ante las protestas de los trabajadores el alcalde ha entendido que dichas quejas perturban seriamente el correcto desarrollo de la cámara y, de forma totalmente unilateral, ha decido suspenderlo y hacerlo a puerta cerrada.
Santiago Llorente no habló con ningún grupo sobre esta decisión porque en la Junta de portavoces no se tomó ninguna decisión ni se adoptó ningún acuerdo según rezan las actas. A puerta cerrada sí se les escuchó, pero no con carácter previo. Portavoces de ULEG y Leganemos coinciden en que no existían cuestiones de orden público que incidan en la celebración de este pleno. Carlos Delgado ha señalado que, para él, esta decisión “es ilegal”, mientras que Fran Muñoz ha manifestado que “el alcalde debería haber parado las sesión y haber consultado a los portavoces y por eso entendemos que es una decisión ilegítima la que ha tomado” a la vez que le solicitaba que “cesara en su comportamiento autoritario”.
Artículo 76.4 de ROM del Ayuntamiento de Leganés
El artículo 76.4 del Reglamento Orgánico Municipal de Leganés dice que “si en el desarrollo del Pleno, su Presidente apreciara circunstancias que perturben gravemente la sesión, podrá disponer, oídos los portavoces de los Grupos políticos, el desalojo de la Sala o el traslado de los integrantes de la Corporación y de los medios de comunicación a otra Sala, en la que continuará la sesión del Pleno sin público”. Deja claro que los portavoces de otros grupos han de ser oídos y eso no ha ocurrido así. Por tanto, se podría inferir que la decisión de suspensión, adoptada por Llorente, no se ajustaría a la legalidad. Pedro Atienza, delegado de Hacienda, en referencia a los trabajadores que se manifestaban, decía que “un grupo no puede coartar la democracia del pueblo”.
Toda vez, y en otra sala, escuchadas las cuestiones de orden, IU, socios de Gobierno de Llorente, PP y el concejal no adscrito han continuado con el camino marcado por Llorente, aprobando unos reconocimientos extrajudiciales de crédito. ULEG, Leganemos y Ciudadanos se levantaron y, posteriormente, intentaron frenar la sesión pidiendo al alcalde que recapacitase y a gritos de “esto es una vergüenza”. Desde estas formaciones han señalado el carácter tiránico y poco democrático del máximo edil del Ayuntamiento de Leganés.
Esta tarde no habrá Pleno y no se debatirán mociones. No hay visos de poder retomarlo.