► Acondicionamiento del poblado y edición de un libro educativo, principales reivindicaciones
► Entienden que podría ser un espacio mucho más dinamizado y con actividades varias
► El lugar es visitado por un millón de personas al año, de la ciudad y fuera
Es uno de los lugares, referentes, y, qué duda cabe, pulmón de Leganés. Polvoranca. Ahora, en plena época de estío, apetece conectar con la bucólica naturaleza, pasearse entre los verdes que colorean el parque y sentir un poco de aire limpio en medio de la contaminación que cubre a las grandes urbes como Leganés. Polvoranca, entre oriundos y visitantes, recibe al año la visita de un millón de personas. Una cifra que merece tener al sitio en las mejores condiciones posibles.
Sin embargo, ésa no es exactamente la realidad. Me encuentro con Antonio Delgado. Antonio está y lucha por un Polvoranca en condiciones por el amor inherente que le tiene. Su cariño se fraguó a fuego lento cuando hace, más o menos, tres décadas iba con su hija a pasar y disfrutar de momentos que se han cosido a su memoria y están ligados al parque. De la misma forma que hacía él, tantas familias. Por eso, aunque hoy ya se lo cuentan a sus nietos, conservan su espíritu pro medio ambiente y reivindican una serie de cuestiones que, creen, darían un necesario lavado de cara y que coinciden que con el 20 aniversario del Centro de Educación Ambiental (CEA) y el cuarto de siglo del parque.
Una de las primeras ideas claras que tienen desde la plataforma Salvemos Polvoranca, nacida en 2014, es que se interesen de verdad los políticos, “que Gobierno como Oposición cumplan con la cantidad de promesas que tanto hacen”. Al tiempo alegan que “no se ha hecho prácticamente nada en toda la vida”. En 1995, oficialmente, el Ayuntamiento de Leganés compra, a través de una permuta de terrenos, tanto las parcelas como las ruinas de Polvoranca. Desde ahí, las expectativas creadas no se llegan a satisfacer con el paso de los años. “En los 90 ya decían que si iban a hacer un centro de interpretación. El Ayuntamiento, aunque es propietario, así lo refleja su inventario, siempre quiere meter a alguien en el baile”, lamenta Antonio como explicación de la inacción del poder ejecutivo local en este asunto.
Paralización del cable sky
Precisamente, una idea que lograron parar fue la del cable sky, en la zona de Mari Pascuala, en la laguna. Querían privatizarlo. Y ahí está incluido el propio PSOE, sindicatos, partidos políticos y distintas asociaciones de medio ambiente. Y, como me recuerda Antonio en nuestro camino, “todo está apoyado por el CEA, que ha sido el aglutinador porque siempre se ha encargado de las actividades, de fomentar las actividades de colegios, de jubilados, de fotografías, de cine de verano…”
Según avanza mi conversación con Antonio, me doy cuenta de una posible analogía de nuestro protagonista con otro símbolo de la ciudad, que él me aprueba. En cierta manera, esta situación es como La Cubierta, espacios que están y pintan ‘muy bien’ ahí, pero a los que no se les saca el mayor rédito posible.
“Nosotros, fundamentalmente, como amantes del parque, una vez que se desechó el cable sky, decíamos que era una pena no dar utilidad a los terrenos. Recuperar el poblado, pero sin tocar la iglesia. No queremos hacer nada con ella, como nos dicen, queremos que se cree un vallado de seguridad para dejarlo como ruinas por ahora. Si en un momento dado hay dinero y se quiere hacer un museo o cualquier cosa, bien, pero no es lo que pedimos desde la Plataforma”, a la par que deja claro que “solicitamos que se acondicionen las parcelas del Ayuntamiento, se recupere el poblado y se haga un centro ambiental para llevar a los críos puesto que hay muchísimas actividades de educación ambiental. Ahora están las abejas, que se enseñe la fauna, la flora, la historia de Leganés… Eso lo ha dicho el alcalde en medios, Martín de la Sierra en pleno…”
Edición de Polvoranca Vive
Otro de los puntos fuertes de reclamo en la hoja de ruta y del que me habla mucho Antonio es el libro. Un libro del año 85, de fichas en blanco y negro, y que lleva por nombre Polvoranca Vive y que “vale tres pesetas, Adrián”. Me indica que Bejarano, edil de Comercio y Desarrollo Local, ha manifestado públicamente que se compromete a editarlo de aquí a mayo de 2019. “En esta legislatura… Me da la risa”, arranca Antonio y prosigue, “también incluye la historia del parque, de Leganés… Se le añadió una adenda de lo que es el parque y el fin es poder darlos en el CEA, en colegios, incluso a personas mayores, que están muy interesadas. Es difundir una bibliografía. Me dijeron a la vez que sí, pero que no hay presupuesto. Bueno, a ver qué pasa con esos compromisos públicos… En fin…”
Más allá de la observación autodidacta y vinculación personal, Antonio, una vez jubilado, realizó un curso en Diseño de Parques y Jardines. Visitó y se inspiró en El Capricho, el Jardín del Moro… “Y yo me encariñé con este parque porque tenemos una flora, fauna, CEA, que es una auténtica maravilla y no se le da valor ninguno. Está abandonado por parte del Ayuntamiento. Y por parte de la Comunidad, en el CEA había sobre 12 personas y se llegaron a quedar en tres. Ahora han ampliado el número, pero se ve que el parque tiene deterioro. La verdad es que se podría estar mucho mejor”.
Plantón del PSOE al 25º Aniversario
Las críticas de Antonio tienen base objetiva. Para muestra un botón. En la celebración del 25 aniversario no puso de su parte el PSOE. Todo lo organizó la plataforma, junto con las asociaciones de vecinos. “El PSOE faltó en pleno. No vino nadie y cuando digo nadie, quiero decir nadie”, lamenta.
En ese sentido, otro evento importante fue, como comentamos unas líneas más arriba, el 20 aniversario del CEA. “A los chicos les regalamos unas placas de reconocimiento y también a SEO-Vanellus, asociación que trabaja mucho por el parque con horas de su tiempo libre. Actúan y hacen un magnífico trabajo también en Fuenlabrada. La placa nos la donó ULEG porque nadie se estiraba. La plataforma no tiene fondos”, aclara Antonio.
Por supuesto, a sus claras y principales reivindicaciones, edición del libro y el acondicionamiento del poblado para su recuperación, que es obligación municipal, les gustaría que hiciesen caso. Otra vez, un ejemplo concreto: el 6 de julio de 2016 pasan por registro estas propuestas y mientras todo sigue igual, reciben la contestación de un trabajador de LG Medios, empresa pública de comunicación, expresando que “le parece fenomenal, pero nada”.
Se acaba la vuelta. Y la iglesia de frente. Antonio no desaprovecha la ocasión, “deberían aprovechar un centro tan emblemático que no lo tiene nadie por aquí alrededor. Sin tocar a la iglesia, sí; se puede. Es que cuando quieren quitarse el mochuelo se sirven de ella para decir que es muy costoso y que no pueden acometer. Sólo pedimos, en este caso, que pongan un perímetro de seguridad porque ahora mismo no reúne las condiciones y supone un peligro para cualquier viandante que le dé por pasar”.
Por último y antes de despedirnos, Antonio tiene muchas historias de sus distintas breas en pos del parque. Quiere compartir una conmigo sobre el polémico director general irregular, según la Justicia, de Sostenibilidad, y que, precisamente, muy pendiente debería estar de Polvoranca; el señor Javier Márquez, “yo tuve una pedazo de bronca con el señor Márquez del copón. Está incluso en el acta. Son cosas que le pasan a cualquier ciudadano con este señor, que no es un tema particular mío. Me quería contar una milonga. Decía que no eran propiedad del Ayuntamiento ni los terrenos ni la iglesia… Que eran cosas mías, hasta que se lo enseñas en los papeles y ya no quiere hablar contigo. El diagnóstico es que básicamente no quieren hacer nada”, expresa.