► Bajo la coordinación de Pilar Geraldo Denia, ha sido publicada por el Museo del Niño de Albacete, recogiendo la obra de 117 escritores y 60 ilustradores.
«Mi gato es un gato con botas, sí. Pero, él ama a la princesa y le huelen mal los pies». Quien pronuncia esta frase es Mariano García, narrador y uno de los colaboradores de esta edición. Y la pronuncia a colación de la última publicación editorial del Museo del Niño de Albacete, Érase una vez…, una antología de cuentos populares versionados, y cuya edición es un homenaje a Gloria Fuertes en el centenario de su nacimiento. En el proyecto, coordinado por la albaceteña Pilar Geraldo Denia, han participado hasta siete autores de Getafe. Con la obra, en palabras de Geraldo, «se pretende rescatar aquellas imágenes con estos ecos de la infancia. Os invito a cerrar los ojos y a recuperar». Una huella de Getafe en las líneas de la tierra del Quijote.
Una tinta que argamasa el recuerdo. Quiere el Museo del Niño, dentro de sus objetivos, no olvidar lo que un día fue. Hoy sostiene sobre su mesa una trilogía que perpetúa. Así brotó, emulando a los versos de Machado, ‘Una tarde parda y fría’, una antología con 68 reconocidos poetas de nuestro país dedicado al mundo de la escuela y del maestro. Posteriormente, ‘Antón Pirulero’, con 125 autores que rescataban los juegos de antes. Y ahora, Érase una vez…, con el concurso de siete autores getafenses: Cristóbal López de la Manzanara, poeta, boticario y asesor de la antología; Manuel Cortijo, poeta y también perteneciente al comité de selección junto a López de la Manzanara de la antología, Matías Muñoz, poeta; Juan Pedro Carrasco, poeta, dramaturgo y novelista; Ezequías Blanco, poeta y narrador, profesor y alma máter de la revista ilustrada de creación de Cuadernos del Matemático durante sus 30 años de andadura; Javier Díaz Gil, poeta; y Mariano García.
Los autores getafenses conviven en una armonía de cuento con el resto de autores de esta antología, en la que participan 117 entre poetas y narradores y 60 ilustradores del panorama de la cultura nacional. Es de reseñar, como no podía ser de otra forma, el alto nivel literario y artístico de los colaboradores.
Cristóbal López de la Manzanara, manchego de Membrilla, boticario de Getafe y Poeta
Para entender la obra que atesora el rumbo de estas líneas, el testimonio de Cristóbal López de la Manzanara, un manchego de Membrilla, Ciudad Real, pero quien, a sus 61 años, lleva media vida afincado en la Capital del Sur de Madrid compaginando la creación literaria con su otra vocación, la de boticario. Su figura, ya lo adelantaba Geraldo a www.nuevocronica, clave en el devenir del proyecto; hoy realidad presta para degustar. Precisamente él recibe a este medio en su botica para hacer de embajador autorizado y regalar los detalles y entresijos que encierra todo un destape al ayer. «En primer lugar, quiero decir que éste es el primer Museo Pedagógico del Niño que nace en España con un carácter divulgativo. Desde lo que ha sido la Escuela de los años anteriores a la República o al reinado de Isabel II», aclara López de la Manzanara.
«La Filosofía del Museo del Niño es la de Pilar Geraldo, que es la mía. Yo escribo a través de recuerdos, y tengo muchos de la infancia, y me encanta esta idea, me vi reflejado. Ya en el segundo intervine de una manera importante, mientras que en este tercero he sido asesor. Por la proximidad estética y poética del recuerdo, me hago amigo íntimo de Pilar. Es un libro que ayuda un poco a ver cómo jugábamos y cómo eran los cuentos», expresa Cristóbal para explicar su vínculo para con el proyecto, mientras añade que «debido a la muerte de Cuadernos del Matemático, que me da mucha nostalgia, decido convocar a todos los conocidos que, de alguna manera, estaban vinculados a la revista. Todos me dicen que sí, sabían que iba a ser una edición cuidadísima, como así ha resultado». Cristóbal habla también desde sus sentimientos y, desde la melancolía, no puede evitar establecer una relación entre aquella llama de Cuadernos del Matemático y la obra que nos ocupa, «yo percibo un poco ese espíritu. En el rigor y en la no censura».
En cuanto a su aportación literaria, López de la Manzanara explica que «es una recreación o inspiración del cuento al poema. Yo tengo un poema de dos cuentos que me marcaron mucho. Uno fue cuando yo iba a hacer la primera comunión y me decía mi madre que no tenía que mentir y entonces me contaba lo del pastorcillo mentiroso y el lobo. Y luego el famoso Rey Midas. A través de ese cuento lo recreas o haces una loa o inspiración, como ha hecho Mariano García con su gato con botas, pero en relato».
Por ahora, la primera edición se ha agotado, pero ya buscan la forma de sacar una segunda. Según explican las fuentes consultadas a nuevocronica.es, se encuentran en la búsqueda de ayudas para que «al Museo del Niño, que aún le falta por desarrollar, no le cueste». En la primera colaboraron, según las mismas fuentes, la Diputación de Albacete, la Comunidad y el Ayuntamiento. Algo que alegra a López de la Manzanara puesto que «vemos cómo la Cultura ha sido capaz de unir a diferentes signos políticos», y se ofrece a hablar con quien esté interesado en conseguir un ejemplar «para indicarle la manera, aunque por el momento haya que esperar un poco».
En cuanto al contenido, las opiniones han sido todas positivas, si bien Cristóbal rescata la de los más pequeños. «Ésas han sido las mejores críticas. Se han fijado lógicamente más en la parte gráfica e ilustrada y han dicho, anda qué Caperucita Roja tan rara. Va también para ellos, para aquellos niños que ya no juegan en la calle o no leen cuentos porque todo se lo dan a través de Internet, pues que sepan que hay algo que está ahí y que también existió».
Por el recuerdo, por lo marchito, por la cosecha de nostalgia y por las siembras de futuro. Por Getafe y por la Mancha. Por las letras. Érase, que se era…
Sobre Cuadernos del Matemático y Poetas de la Venida
¿Se echa de menos a Cuadernos del Matemático? «Pues sí. Pero ha sido como reza el dicho manchego, entre todos la mataron y ella sola se murió. La crisis que se ha llevado tanto proyecto cultural…», lamenta Cristóbal. ¿Pero puede volver? «No, no, no. Esto ocurre nada más que una vez en la vida. Esto pasa como con los Beatles. Habrá otra cosa, pero no igual. En el discurso que hice el día del funeral de Cuadernos dije que el espíritu seguía y ahora estamos con el proyecto de Poetas de la Venida, que lo conserva, en cierta forma».
Tras esa nostalgia que reflejan los ojos de Cristóbal por la vieja revista, recupera su ser henchido al hablar de letras con este nuevo proyecto, Poetas de la Venida, de esa Avenida de España de Getafe y que recluta, según el boticario y poeta, a casi todos los autores de Cuadernos del Matemático. Las condiciones son dos, «haber venido a tomarse una cerveza conmigo en esta zona y tener tres libros como mínimo publicados para que ya haya una trayectoria poética». Publicarán un libro con un compendio de cinco poemas de la vida del autor y otros tantos de lo que está creando. Es el primer fruto que dará esta nueva singladura versada. Y aunque cierto reflejo haya en la llama, Cristóbal avisa «esto no es Cuadernos. Además, es un barco sin rumbo. A ver a dónde llega. Aunque sea indefinido, al menos seguir…» .