Los difíciles tiempos del coronavirus nos han quitado, desafortunadamente, muchas personas y situaciones. No en vano, lo que el virus jamás debe de arrebatarnos, al menos en su totalidad, es algo tan saludable como la sonrisa y la risa. Estos dos elixires vitales los protege el noble humor que nutre el alma: el humor. Y algo tan importante como ello requiere de profesionales serios. Queremos decir, comprometidos firmemente con sacar carcajadas. Nuestra recomendación, en esta ocasión, es pepinera 100%: ‘Solo Amalio’, o el ‘cómico de la voz aterciopelada’. Aunque, como él mismo asegura, “Lo de menos es el nombre”.
Amalio Palop es un cómico de la cosecha del 72. Aunque en sus venas corría de serie el arte y oficio de fabricar buenos momentos, fue en 2003 cuando inicia su incursión en la comedia. Y no se estrena de cualquier manera, se convierte, nada más aterrizar, en subcampeón de un concurso de monólogos de Leganés, ciudad de la que es natural, al que fue apuntado por sus amigos. Ya no se borrarían jamás las ganas de provocar alegría.
A partir de ahí, dos años de actuaciones por locales de la Comunidad de Madrid. Sin duda alguna, una buena forma de curtirse, que era complementada con el cuidadoso esmero en aprender por él mismo más técnicas de la profesión. Y se iba haciendo un hueco, en las agendas de actuaciones y en las preferencias de la gente. Sí, sí, todo ello en los lejanos años 2.000 carentes de redes sociales. Se podía.
Amalio iba escalando y progresando. Y así, hace algo más de un par de lustros, parió, bajo su total autoría, el show “Consejos para un ocio low cost”. Fue todo un éxito. Por un lado, dos galardones, el ‘Ciudad de Leganés’ y ‘Villa de Guadarrama’; y por otro lado, una gira a lo largo y ancho de España, acumulando casi tantas propiedades como el aloe vera. Hasta que ese espectáculo también supuso la llave para ingresar en ‘La Chochita del loro’, en Madrid. Un año después llegó un nuevo espectáculo, ‘Cómo no me voy a mosquear’, y la Gran Vía. Palabras mayores.
Y ahora, Amalio va con su tercer show, que citábamos unas líneas más arriba: ‘Lo de menos es el nombre’. Con una experiencia profesional de casi 20 años, premios y un buen puñado de amigos y amigas hallados por el camino, se convierte en una de nuestras recomendaciones para tus planes de ocio.
La Cultura ha sido lesionada notablemente por la pandemia, y muchas salas, ya sean teatros, cines, museos… han sufrido. Invertir en ocio saludable está en nuestra mano, más allá de llevarnos una buena medicina para el alma, la risa; que casi todo lo borra.