♦ Las fallas de Valencia, también llamadas josefinas o ‘fetes de san josep’, en honor del patrón de los carpinteros, son una manifestación cultural y festiva de primer orden en España y en el resto del mundo. Sin embargo, han dejado de ser exclusivas de la capital de Turia. En algunos lugares, como es el caso de Getafe, empiezan a ser un evento imprescindible en la programación de las Fiestas Locales desde hace años.
El nombre de las fallas proviene del valenciano medieval; era el nombre con el que denominaban a las antorchas castellanas. En Getafe, no son fallas ni ‘antorchas’. El nombre que se aplica deviene de la evolución y contaminación del término quemada o chamuscada con el que se resume el elemento esencia de la obra y objeto al que está abocada como creación artística: el fuego. El objetivo es el mismo. Se planta al inicio de las celebraciones y se prende al final como un broche incandesdente.
Se asegura que la tradición tiene más de cincuenta años aunque no hemos encontrado constancia documental. La obra se diseña en función de un tema, acontecimiento o grupo de personajes. Este año, en lugar de ‘ninots’, la ‘Chamá’ está dedicada a los transportes relacionados con Getafe. El elemento central representa a la torre de control de la Base Aérea, y alrededor de ella, despegando, se elevan el resto de elementos; además de aviones, están representados un tren de alta velocidad, una bicicleta antigua o una máquina de vapor. No faltarán un cohete espacial, dos aviones, un Seat ‘seiscientos’, un bólido de carrera antiguo, un globo aerostático, un autobús y un carromato.
La tradición de la ‘Chamá’ getafense tiene su origen, al parecer, en la sugerencia de un valenciano que ejercía como concejal del Ayuntamiento de Getafe en el año 1962. A partir de ahí, se consolidó apoyada por diversos artistas locales y vecinos. Entre los últimos temas elegidos para la efímera obra, están el ‘cincuenta aniversario de la llegada del agua’, los ‘cuentos infantiles’ con motivo del 200 aniversario de la publicación de los relatos de los hermanos Grimm.
El artista fallero y carrocero Toni Sánchez
La ‘Chamá’ es la obra de un artesano que, condenada al fuego, exhibe durante los días festivos su condición de arte efímero. El objeto artístico como elemento atávico, fugaz y perecedero. El autor de las últimas 18 ‘chamás’, esa retahila de ‘antorchas’ devoradas por el tiempo y la memoria lleva la firma del artista fallero y carrocero de Valencia Antonio Sánchez que empezó a exponerlas en Getafe en el año 1993 aunque algunos años no se ha incluido en el programa por falta de presupuesto. Después de las Fallas de Valencia, Toni Sánchez empieza a trabajar en su taller en el encargo del consistorio getafense.
El taller de Toni Sánchez, además de la ‘Chamá’ getafense construye carrozas para los desfiles de las fiestas de muchos pueblos y ciudades de España. Casi todos los años desfila una o dos de sus obras por las calles del centro de Getafe.
La quema de la Chamá pondrá el punto final a las Fiestas Locales de Getafe 2015. Será el domingo 31 de mayo, a las 11 de la noche, en Plaza de Eapaña.
Espectáculo piromusical al estilo de valencia
Esta noche tiene lugar una de las citas imprescindibles del programa festivo de Getafe. Se trata del espectáculo piromusical que se desarrolla a orillas del lago del Sector 3 (Parque de la Alhóndiga), un acontecimiento que ejecuta una de las empresas familiares más destacadas en este tipo de eventos de la Comunidad Valenciana.
En esta familia todos los primógénitos parecen llamarse Ricardo menos el primero. Ricardo Caballer Ballester y Ricardo Caballer Cardo, son los titulares de Pirotecnia Ricardo Caballer SA (Ricasa). Ellos atesoran la herencia de una familia dedicada a la pólvora, los fuegos artificiales y los espectáculos piromusicales. El primero es nieto y el segundo biznieto del fundador de la saga, Vicente Caballer. Desde 1905 están recogiendo premios en las Ferias de Valencia, Barcelona o Sevilla.
