Sé que se lleva hablando de esto unas fechas. Sé también que, tan sólo hace unas horas, se ha vuelto a poner de manifiesto. La foto que acompaña a este artículo la tomé hace unos días y era una manera de inmortalizar en una sola imagen la sobresaliente desidia de este [des] Gobierno que tenemos en el municipio. Gobierno de PSOE e IUCM que se reafirma en su desidia y que se muestra orgulloso, en sede plenaria, de ejecutarla.
Es cierto que alcalde nos ha llevado, en muchas ocasiones, a los años 80 o 90, con los viajes a Benidorm, las corbatas regaladas, los enormes banquetes que se ha propinado con la Visa de todos, su enchufismo sin disimulo… Todo un amante de la naftalina política, pero es que en este caso, no ha podido ser más claro. Con estos nuevos contenedores nos hace retroceder en lugar de avanzar.
La instantánea la tomé entre la piscina de El Carrascal (ésta aún no está enterrada como otras) y la conocida rotonda de la noria. Claro no es lo mismo verlo que encontrarse con el desastre materializado en plena calle. Genera bronca que personas que se están llevando sueldos tan importantes no les dé para más. Te pones a pensar que igual las pocas neuronas políticas que tenían estén en el interior de estos contenedores o que simplemente se vuelven a cachondear abiertamente de nosotros. En eso, se lo reconozco. El Gobierno de Santiago Llorente es el más transparente en reírse de sus vecinos y vecinas. Lo hacen públicamente y sin camuflarlo. Claro, mientras la ineptitud se materializa con obra (mala) en las calles, estos representantes siguen a sus cachopos, a su inoperancia de sacar presupuestos, a su laxitud con las contratas, a continuar permitiendo una tasa de desempleo local insostenible para cualquier sociedad democrática que se precie, a sus bailes de cargos, a su panem et circenses…
Se rumorean que ellos creen que el piloto automático y la inercia de la inacción les hará continuar cuatro años más tras 2019. No les digáis nada. Qué lo sigan pensando. Mejor así.
Estos contenedores, como comentaba, suponen la personificación de una nefasta y grosera gestión. Carecen de pedales. Pero, gozan (como metáfora y en sentido literal) de un gran surrealismo. El no tener pedales impide, en primer lugar, que personas con diversidad funcional puedan usarlos o lo tengan muy complicado. Y eso es una regresión y no se puede permitir. Claro, y lo llevamos avisando desde que la legislatura diese sus primeros pasos, este Ejecutivo de progresista no tiene nada. Un gobierno en condiciones (este obviamente sólo están en condiciones de cuidar de sus enchufes y de sus cachopos) vela por la inclusión y, en ningún caso, tolera la exclusión. Eso sí, el alcalde en el pleno, tan ancho, vino a decir que pasaba de los pedales. Que se queda así la historia. Cuánto cariño a las adjudicatarias. Sobre todo, a algunas como Valoriza, que le compete este caso y que no es la más cumplidora del mundo. Por otro lado, las cuestiones de retroceso en higiene con la falta de pedales es evidente así como la reducción del diámetro en las aberturas. En fin, toda una obra propia de un [des] Gobierno como este.
Las contratas por encima de los vecinos. ¿Juego de intereses? Esos contenedores bien podrían albergar la gestión de PSOE e IUCM, que para lo que sirve…
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